➼ shy 愛らしい

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—tenemos que hablar.

El pequeño cobalto volteo algo asustado y confuso al ver al azabache parado detrás de él.

Sentía los ojos color carmesí del azabache examinar le, como si lo estuviera juzgando. Miro a la rosada quien estaba mirando con el ceño fruncido al azabache, ¿quien se creía que era? Pensó la rosada al ver la expresión seria del azabache.

Los ojos del azabache no dejaban de mirar al pequeño cobalto quien estaba nervioso por la situación, se dio cuenta de cuanto había crecido (aunque el era más alto que el).

“cambio pero sigue siendo el mismo pequeño que conozco”

Sonic no sabia que hacer, miro a la rosada esperando que esta le ayudará con la situación, no es que no quiera hablarle al azabache el anhelo con todo su ser a que el de ojos color carmesí le volviera hablar como en los viejos tiempos, extrañaba sentir su compañía y más que nada extrañaba que le volviera a ver con aquellos ojos.

Había pasado mucho tiempo desde que dejaron de hablarse, habían pasado dos años y se sentia como si hubiera sido ayer cuando dejaron de hablarse y ahora tratan de arreglarlo.

Amy frunció el ceño, algo no andaba bien y sentia que era mala idea dejar su amigo solo con el de ojos color rojos

“pero ¿y si enserio quiere arreglar las cosas cosas con sonic?” pensó la rosada tratando de razonar lo que estaba pasando.

Claro pero ella no era muy confiada con las personas que lastimaban a su amigo una vez, y por eso ella quiso negarse a dejarlo solo pero al ver la mirada que le mandaba el azabache supo que si no los dejaba solos este empezaría enojarse hasta tal punto de llevárselo a la fuerza.

Suspiro y miro a su amigo que, curiosamente, era el más bajo de los dos.

—Sonic tengo que hacer, no tardo—hablo y miro por última vez al de ojos color carmesí y le sonrió al cobalto antes de marcharse.

Después de todo ¿que otra cosa podría salir mal?