29 de Septiembre de 2006
Raoul recupera poco a poco la visión. El negro se vuelve puntitos de luz y los puntitos de luz acaban dejándole ver a un preocupado y lloroso Agoney frente a él. Le habla pero no oye, nada. Solo un eco. Poco a poco el eco se vuelve palabras sueltas. Y finalmente las palabras se vuelven frases.
-...LOCO? EH? ESTAS LOCO? DIOS MIO RAOUL QUE CASI TE AHOGAS -le grita Agoney más asustado que él mismo
El rubio se dispone a hablar pero la mano tensa de Agoney sigue presionando la mascarilla de la bombona contra la boca y la nariz del chico. Raoul le pide permiso dándole unos toquecitos con el dedo a la muñeca.
- No, ahora te jodes, castigado sin poder hablar y coge aire -sentencia el canario secándose las lágrimas con la mano que tiene libre y mucho más calmado al ver que su marido es capaz de reaccionar por sí mismo
Raoul no puede evitar reír al ver que Agoney no está realmente enfadado con él sino que sólo se había asustado por la situación.
- Y encima te ríes, mira, a esto -coloca sus dedos dejando un pequeño espacio entre el índice y el pulgar- de pedirte el divorcio -acaba riendo él también
Agoney sigue presionando la mascarilla unos minutos más hasta que se cree preparado para volver a oír a Raoul hablar. Una vez lo suelta, el rubio se deshace de la mascarilla.
- Lo siento, no quería asustarte -se disculpa el rubio- pero es que tampoco quería cortarte el rollo y creía que podía aguantar un poco más, yo...
- Dios, Raoul, no eres tú quien debe pedir perdón -afirma volviendo a llorar Agoney- estaba tan ido que no me di cuenta... no podías respirar y yo no paré, joder, si te hubiera pasado algo... no me lo hubiese perdonado nunca
- Eh no, no digas eso -le consuela Raoul acariciándole la espalda aún al descubierto- cómo ibas a saberlo?
- Y si lo sabía, Raoul? -contraataca Agoney- noté que empezaste a respirar de forma distinta y no pude parar hasta que no te vi realmente mal, soy un asqueroso, Dios
- Ni se te ocurra pensar eso -le intenta convencer Raoul- mi amor, llevábamos años sin hacer nada, es normal que, para variar un poco, pensaras un poquito en ti. Además has sabido parar
- Tarde
- No, cariño, has parado a tiempo -argumenta Raoul- me ves? Estoy bien, has parado a tiempo
Raoul lleva la cabeza de Agoney a su pecho, también desnudo, y comienza a acariciarle el pelo para tranquilizarlo. Un poco más calmado, Agoney deja un beso en el pecho del rubio que siente como si se lo hubiese dado directamente al corazón. El moreno se recoloca dejando su cabeza apoyada en el hombro del rubio y cierra los ojos mientras le acaricia el pecho, dispuesto a dormir ya. Pronto nota la cabeza de Raoul reposar sobre la suya, pero no sólo eso. También empieza a notar una calidez húmeda que le atraviesa el cuero cabelludo.
Cuando se levanta para descubrir qué es lo que pasa, se encuentra la cara de Raoul empapada de sus propias lágrimas. Hay tantas que Agoney se pregunta cómo no se ha deshidratado aún.
- Qué pasó, lobito? -pregunta Agoney incorporándose en la cama para secarle las lagrimas y besarle la cabeza
- Que lo siento mucho -se repite Raoul
- El qué sientes? -dice Agoney desconcertado y sin comprender absolutamente nada
- No poder ser una pareja normal, no poder irnos de vacaciones donde queramos, no poder siquiera hacer el amor sin riesgo a que me pase algo -vuelve a llorar- lo siento mucho
- Y yo siento que sigas pensando eso -afirma el moreno- además ser una pareja "normal" es muy aburrido
- Uy sí, un novio que se ahoga a mitad noche es mucho mejor que uno con el que visitar medio mundo -dice irónicamente Raoul
- Marido -le corrige Agoney- eres mi marido y eres el mejor marido que puedo tener, además pensé que había quedado claro que me importa una mierda el mundo si estoy contigo
El silencio se instala en la habitación mientras Agoney sigue acariciando la espalda de Raoul. Recorre toda la longitud de la misma, desde el cuello hasta poco más arriba de su trasero, dibujando su espina dorsal una y otra vez con gran delicadeza. De vez en cuando se permite dibujar cosas sin sentido en los omóplatos del chico.
- Y otra cosa -vuelve a hablar el canario- dónde quedó eso de "podemos ser libres sin salir de mi celda"
Raoul cede ante las insistencias de Agoney y acaba soltando una tímida carcajada al reconocer esas palabras que hace nada habían salido de su propia boca en el banquete.
- Tienes razón, perdona -cede Raoul- es que Dios, me da mucha rabia la situación, ni de la noche de bodas podemos disfrutar
- Teniendo en cuenta que voy a poder abrazarme a ti toda la noche -dice mientras apretuja a su chico contra su cuerpo- créeme que la voy a disfrutar
- Qué habré hecho yo para tenerte conmigo? -pregunta Raoul mordiendose la sonrisa mientras observa al canario- muchas gracias por tirar del carro siempre
- Deja de hablar como si fueras un lastre, por favor -le pide Agoney
- Es que lo soy
- Vale, o dejas de decirlo o te las verás conmigo
- Cómo si puede saberse? -le desafía con un tono pícaro en la voz Raoul
- A base de besos, hasta que te sientas mejor -empieza a besuquearle todo el cuerpo arrancando las risas del menor
- Eres consciente de que así no voy a dejar de decir que soy un lastre, no? -levanta la ceja Raoul- que tonto no soy
Agoney ríe al ver a Raoul bastante más animado.
- Vale, pues cambio de estrategia... -afirma el canario- qué te parece esto?
Pregunta el mayor cogiendo de los costados al rubio y empezando a mover sus dedos con agilidad consiguiendo así que Raoul llore de la risa debido a las cosquillas.
- Para, amor! Por favor -pide Raoul
- De eso nada -sigue a lo suyo Agoney
- Para, no puedo respirar, Agoney, en serio
El canario se frena en seco asustado. Pero Raoul le dedica una malévola sonrisa antes de ser él quien empiece a hacerle cosquillas al contrario.
- Capullo, eres lo peor!!! -afirma entre risas Agoney
Y entre risas, cosquillas, caricias y besos terminan su noche de bodas, de una forma mucho más inocente y bella de lo que jamás llegaron a imaginar.
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FLAMES (Ragoney)
FanfictionCuando Raoul ve a Agoney surge la famosa chispa que anuncia una atracción por la otra persona, lo que ninguno de los dos sabe es que pronto ambos estarán envueltos por las llamas.