60 Días para enamorarse /Pausado/

Día 4 de 60 (Parte 2)

No será de...

-Es mi auto -oigo a Lucas hablar detrás de mi mientras cierra la puerta.

Alzo una ceja en su dirección.

-no sabía que tenías auto -le digo mirándolo directamente a los ojos, es que son muy lindos.

-no suelo usarlo mucho, prefiero caminar, es más saludable y barato -se encoje de hombros y llega a mi lado con las manos en los bolsillos.

-entiendo -le respondo.

Me alegro que el auto fuera de él, mi mente ya estaba creando ideas locas.

Suelto una risita, por un segundo pensé que era de... bueno, eso no importa, no creo que él sepa donde vivo, a menos de que Jacob se lo hubiera dicho, pero él no quiere que esa persona este cerca de mí, así que dudo que pueda llegar hasta este lugar.

Camino hacia el auto, Lucas se me adelanta un poco y quita los seguros al auto, me abre la puerta y le sonrío.

-Es lindo que hagas eso, pero no es necesario -le digo subiéndome al auto.

-lo sé, pero quiero hacerlo -me responde encogiendo los hombros y cerrando la puerta.

Lo veo rodear el auto y subirse para encenderlo, se gira para verme y me da una sonrisa.

-¿a donde vamos? -le pregunto poniéndome el cinturón, él hace lo mismo.

-Es una sorpresa, pero sé que te gustará mucho el lugar -me dice siendo poco específico.

Hago una mueca, no es que no me gusten las sorpresas, pero siempre prefiero saber para donde voy, pero bueno, no hay que quitarle la buena intención.

Él pone en marcha el auto, veo por la ventana, me gusta ver como pasan las casas, las personas, los animales, sinceramente es lo único que hago cuando estoy en un auto que no estoy conduciendo.

-Emma -Lucas me nombra, giro mi cabeza para verlo al rostro -Vamos a hacernos preguntas mientras llegamos a nuestro destino -me habla sin despegar la vista del camino.

-¿empiezas tu? -le pregunto.

-Sí, yo empiezo -parece pensárselo por un segundo -¿cual es tu color favorito? 

-Esa es fácil, el verde -le respondo, el parece complacido así que me animo a hacerle una pregunta -¿sabor de helado favorito? entre fresa, vainilla y chocolate.

El sonríe y me mira de reojo, pero de inmediato devuelve su vista al frente.

-Chocolate -me responde simple - ¿el tuyo?

Me lo pienso un segundo. Llevo mi mano a mi barbilla para hacerlo más profundo, escucho la risa de Lucas y lo miro, me uno a su risa.

-Chocolate también -respondo encogiéndome de hombros- ¿Color favorito?

Parece pensárselo, puesto que dura unos segundos es silencio, se detiene en un semáforo y se voltea a verme.

-Estoy entre el verde y el azul -me río un poco y asiento - ¿algún miedo? 

Por mi mente pasan muchas imágenes que preferiría no recordar, lugares pequeños y oscuros, estar encerrada en un armario con la luz apagada, las risas de los niños afuera.

Siento como si estuviera en ese momento, siento el frío en mi piel, siento que estoy de nuevo ahí dentro, escuchando las risas de los niños, mis gritos de suplica para que me dejen salir, las lagrimas recorrer mi rostro, el espacio pequeño, oscuro y cerrado, sintiendo como si el aire no pudiera llegar a mis pulmones.