Día 8 de 60 (Parte 2)

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—es hora de que hablemos —dice Lucas, yo me suelto de su agarre y me cruzo de brazos.

Señalo a nuestro alrededor.

—¿Seguro? ¿No puede ser en otro lugar? —pregunto.

—donde sea, pero necesito hablar contigo —suelto un suspiro.

—Bien, hablemos —le digo, las personas pasan a nuestro alrededor, ignorando nuestra conversación.

—¿Porqué haces esto tan difícil? —dice para pasarse las manos por el cabello, despeinadose, haciéndolo lucir mucho mejor.

Emma, concéntrate.

—Emma, ¿no te diste cuenta que se te calló esto? —escucho la voz de Keith, me volteo a verlo, tiene mi lápiz labial entre sus dedos.

Lucas no le da una buena mirada. Keith, por su parte, lo mira confundido y me entrega el labial.

—Supongo que él es tu novio —Keith ríe, entre cierro mis ojos en su dirección, el levanta las manos en señal de paz —Tranquila, no diré nada, por lo que supongo están peleados y estoy interrumpiendo —se da la vuelta aún con las manos arriba —me largo, nos vemos, chichón de piso.

Vuelvo a mirar a Lucas, el se mantiene con la mirada en Keith hasta que desaparece de nuevo en el edificio.

—Hablemos en otro lugar —dice Lucas al cabo de unos segundos.

No me da tiempo a responder, me toma de la mano y empieza a caminar. A donde sea que me esté llevando el camino será largo, todo queda lejos aquí.

***

Ya estoy cansada de caminar, los tacones me están empezando a lastimar los pies.

—Lucas —lo llamo, el no voltea —¡Lucas! —sigue sin detenerse, dejo de caminar y el se detiene también, me mira con el ceño fruncido —Se que con esos zapatos no te cuesta caminar, pero a mí me están lastimando los tacones, ¿A dónde me estás llevando?

El suelta un suspiro, mira a su alrededor y asiente.

—solo falta una cuadra, solo un poco más ¿Sí? —doy un leve asentimiento.

Seguimos caminando, cuando llegamos a la esquina el gira a la derecha, mis pies duelen, unos pasos más y se detiene enfrente de un edificio.

Miro el edificio extrañada. ¿Que es este lugar?

El me toma de la mano y me hace entrar en él, se dirige al ascensor, se detiene unos pasos antes, saca de su bolsillo una tarjeta y la pasa por un censor.

¿Que clase de edificio de ricos es este?

Las puertas del ascensor se abren y Lucas me lleva dentro, vuelve a pasar la tarjeta por un censor, presiona el piso 20 y las puertas se cierran.

Trago grueso. Estar sola con él en un ascensor me pone los vellos de punta. El silencio es algo incómodo y el ambiente se siente algo pesado a nuestro alrededor. Añade a eso que odio los espacios cerrados y pequeños.

Luego de unos segundos las puertas se abren dejándome ver unas paredes de cristal no muy lejos de nosotros. Salgo del ascensor esta vez jalando yo a Lucas.

El lugar es hermoso, está decorado con unas hermosas plantas, afuera de las paredes de cristal se puede observar no muy lejos una fuente, se nota que este es el último piso, y que es solo para pasar el rato. Afuera hay unas bancas para descansar un rato.

—Emma —Lucas me saca de mi asombro. Lo veo durante un segundo para luego devolver mi vista a la fuente.

—¿Que es este lugar? —pregunto aún embelesada por la belleza del lugar. Escucho su risa a mi lado.

60 Días para enamorarse /Pausado/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora