Volver a empezar desde cero Libro 1° Trilogía "Hilos del Destino"

Capitulo 10 - Un invitado sorpresa.

Capitulo 10 - Un invitado sorpresa.

Al recordar su último encuentro con Steve, Tony no pudo más y aparto sus manos de Hela, por la sorpresa, Hela para los hechizo que mantienen a Tony sentado, y este aprovecha para levantándose rápidamente, tratando con desespero, de secar aquellas lagrimas que vuelven a surgir por su rostro; se dirige al mini bar que se encuentra en la sala y se sirve lo primero que encuentra, de un solo tragó se termina el contenido del vaso y vuelve a llenar este repitiendo de lo mismo una y otra vez. Hela no hizo nada, solo se levanto y con pasos lentos se dirigió a la sala; odiaba admitirlo pero Tony amaba a Steve más de lo que él quería aceptar, pero lo que hizo aunque doloroso para ambos era lo correcto, Steve se merecía algo mejor ¿O se equivocaban los dos al pensar así?

—Tony. -llamo tímidamente Hela, aunque el mayor hace casó omiso a su llamado y siguió consumiendo vaso, tras vaso de alcohol-. Tony... Ya basta por favor.

—Sabes. -comenta él, aún dando la espalda a la pequeña, tratando de articular una palabra sin que su voz se escuchara tan cortada-. Ni siquiera puedo pensar en algún sarcasmo bueno para decirte o para justificar el por que actuó así.

—Eso ya no importa ahora Tony.  -le dice Hela, quien se acerca hasta él y poniéndose de frente al adulto, le da un abrazo, el cual Tony al principio no respondió y solo empezó a reír para luego corresponder y llorar en su hombro.

—No es correcto que las mocosas consuelen a los adultos. -dijo Tony mientras sentía como Hela le daba palmadas suaves en la cabeza.

—Si comparamos madures con edad creo que yo soy la adulta aquí. -Tony ríe ante ese tono de voz tan sarcástico y su obvio complejo de superioridad, sin pensarlo dos veces le dice.

—Se nota que eres hija de Loki. -Tony se separa de ella y le revuelve el cabello con cariño, ambos ríen y Hela trata de aminar a Tony hablando de cualquier cosa hasta que lo reta a jugar vídeo juegos con ella, Tony acepta el desafío fanfarronea de que nunca le ganara y que puede hasta con los ojos cerrados. 

Así pasan jugando hasta las 8 de la mañana, olvidándose por un momento de los recuerdos que aun persistían en ambos, haciendo caso omiso al dolor de la realidad que vendrá cuando esa televisión se apague y el dolor que traerá consigo los secretos que ahora comparten los dos. Cuando la vuelta final del juego se acerca, unos estrepitosos pasos alertaron a los jugadores que alguien anda buscando a la menor.

—Te apuesto que él que te anda buscando es Thor. -le comenta Tony muy concentrado en la pantalla de la televisión.

—Eso es más que obvio Tony. -ambos hablan sin despegar su vista de la pantalla atentos a la gran carrera de Mario Cars que estaban llevando acabó.

—Entonces te apuesto a que yo ganare en esta ronda.

—Claro que no... Casi te gano...

—Por Odín, Hela, aquí estas. -dice Thor quien corre hasta el sillón en donde se encuentra Hela y la abraza fuertemente haciendo que Hela deje caer el control y Tony aprovecha para ganar la carrera.

—¡Ja! -dice victorioso Tony, levantando las manos al cielo por su gran triunfo-. Te lo dije. Me debes un... Un Shawarma.

—¡Papá! -recrimina Hela aun en los brazos de Thor-. Por tu culpa perdí.

—Hela. -le dice conmovido Thor, aún teniendo sus brazos a Hela, quien ahora la abraza con más fuerza, sin lastimarlo, claro esta-. No sabes lo feliz que me haces cuando me dices así.

—Es un hecho, Papá lo pagara.

—Es un hecho, Thor lo pagara. -dicen al unisonó Tony y Hela riendo un poco ante la cara de confusión de Thor. Luego de un rato y llevando la conversación a la cocina, Clint y Bruce los acompañan y empezaban a planear ir a comer a un restaurante cercano como en su última batalla juntos; todos estaban tan entretenidos con la conversación, que por un momento parecían una familia planeando su viaje de campo.