(6) Desobediencia

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- Hola - saludó Lauren - ¿Puedo sentarme?

- Claro - contestó Luke.

La chica se sentó sobre la hierba junto a él, que tenía la espalda apoyada en el tronco de uno de los pocos árboles que salpicaban la pradera. Contemplaron como el sol se iba escondiendo, dejando un tono anaranjado y rosa en el cielo y dándole un aspecto precioso al paisaje.

- Con todo lo que ha pasado, es difícil disfrutar momentos como este - comentó ella.

Luke dejó escapar una media sonrisa, sin dejar de contemplar el cielo.

- Puede que no te importe - empezó el joven - Pero Violet ha cortado conmigo, por eso estoy aquí.

Lauren sonrió despreocupada, no tenía por qué ocultar que se alegraba. Sin embargo, se preguntaba si eso habría afectado al chico y por qué esa muchacha tan antipática habría roto su relación con él.

- ¿Estás bien? - preguntó.

- Sí, se veía que no iba a durar mucho - sonrió, aunque no era de alegría.

Era más bien una sonrisa resignada, impotente, que intentaba espantar toda la negatividad.

- Ella creía que le estaba siendo infiel, que no me importaba porque solo tenía ojos para otra - explicó Luke, sin que ella se lo pidiese.

- Los celos pueden llegar a consumir una relación - apuntó Lauren, aunque a ella no le hubiese tocado nunca de cerca.

- La verdad, Violet no era tonta - continuó el chico.

Lauren se sorprendió, pero no quiso interrumpir. ¿Luke le había sido infiel a Violet?

- Jamás hice nada con otra, eso sí que lo exageró. Pero sí que hay otra chica que me llama la atención - admitió - No es amor, porque no la conozco, pero salta a la vista que es preciosa. Además, si hubiera querido a Violet de verdad me habría dado igual que seas tan atractiva.

Los ojos de Luke, que con la poca luz que quedaba del atardecer se inclinaban más hacia el verde, se cruzaron con los turquesa de Lauren, cuya llama casi estaba recuperada de la pérdida de Theo. Lauren sonrió, divertida, y se acercó a él sin dudas. Sus labios chocaron, en un beso que despedía más pasión que ternura.

 Sus labios chocaron, en un beso que despedía más pasión que ternura

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Noah se encontró con Josh.

- ¿Estás bien? - le preguntó el más joven.

Estos últimos días habían sido ajetreados para todos, aunque daba por supuesto que Noah no había dejado ni un momento de preocuparse por su hermano. Tampoco se le había olvidado que el Jelhoc de Tauro fue el que estuvo junto a él cuando Lauren desapareció con John, y el que le enseñó que le chica era una persona totalmente independiente que no necesitaba a nadie que la cuidara. Sí, Noah le había ayudado bastante y además, fue el primer Jelhoc que conoció. Le tenía mucho cariño, y le dolía verle así.

- No, necesito ver como está mi hermano - dijo, algo cortante.

- ¿Por qué no se lo pides a Victoria? Seguro que no le importa - preguntó Josh, extrañado.

Virgo no se había negado nunca a hacer esos favores, seguro que comprendería la necesidad de Noah. Era muy raro que al chico no se le hubiera ocurrido ya, pero pensó que era por el cansancio y por todas las cosas que habían pasado.

A Noah, en cambio, le resultó extraño que Josh no supiera que Lauren le impedía ver a su hermano. Pero tampoco iba a ser él quien le informara. Además, ¿desde cuando hacía él caso de niñas de dieciséis años?

- ¿Sabes dónde está Lauren? - preguntó.

- La vi antes con Alex, pero ha pasado tanto tiempo que incluso ha anochecido ya - informó su Jelhoc.

- Gracias. Por cierto... - Noah intentó buscar las palabras adecuadas, pero decidió que sería mejor decírselo de manera directa - ¿Qué tal llevas que te rechazara?

- Se veía venir - sonrió Josh, aunque transmitía tristeza - Pero bueno, uno tiene derecho a soñar, ¿no?

Noah le dio un abrazo al chico, y le susurró al oído que estaría ahí para lo que necesitara. Después se marchó en busca de Alex.

- ¿Lauren no está contigo? - le preguntó.

- Se fue hace un rato - contestó Leo - Si no es importante mejor espérate hasta mañana, porque creo que está con Luke.

Esto último lo añadió con algo de tristeza. Noah asintió y le dio las gracias, y pensó para sí que Lauren iba dejando corazones rotos allá por donde pasaba y que Sagitario sería su próxima víctima. Entonces, ya que Aries estaba ocupada, decidió hacer aquello que llevaba esperando toda la tarde.

- ¡Victoria! - la llamó.

- Lauren dijo que no debías ver a tu hermano - replicó la chica, aunque poco convencida.

- Victoria, por favor - suplicó el chico - Si sucede algo cargaré con las culpas, pero tengo la sensación de que está pasando algo y necesito que me enseñes que está bien, sino no lograré dormir esta noche.

La chica asintió, se transformó en Virgo y le mostró a Noah aquello que tanto deseaba ver.

Lauren descansaba entre los fuertes brazos de Luke mientras, bajo la misma luna, el Jelhoc de Tauro desaparecía tragado por una flor para aparecer en el Malatesta.

Cáncer (Doce Elegidos IV) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora