(17) El Cangrejo

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Lucy volvió a aparecer en el apartamento de Martha, cuando ella y John ya casi habían acabado de comer. Se había pasado toda la mañana informándose por diferentes fuentes, para tener una visión clara de lo que ya sabía que era real.

Martha y John la siguieron al salón, donde se sentaron todos en el sofá mientras la Jelhoc buscaba algo en su teléfono móvil.

- El miedo al futuro, una de las características del signo de Cáncer, engendra la nostalgia del pasado, de los orígenes, un espíritu meditativo, contemplativo, una inspiración poética, una imaginación artística, una exaltación o una idealización de la memoria - leyó Lucy - Debemos hacer aquí alusión a Mnemósine, la personificación mitológica griega de la memoria.

Los otros dos se miraron, pero aquello no les decía nada. La chica puso los ojos en blanco, y explicó:

- Esto está en Internet, incluso aquellas personas que no saben que el zodiaco existe como nosotros lo conocemos, vinculan a Cáncer con el pasado, los orígenes y la memoria.

Martha agarró la mano de Tauro, ambos sabían a donde quería llegar Lucy, pero no quisieron revivir la esperanza demasiado pronto, para no decepcionarse.

- En Aqua he encontrado libros que no solo verifican eso, sino que además detallan que el Cangrejo es capaz de curar enfermedades como el alzheimer.

Ahora sí, Cáncer y Tauro cruzaron miradas, con el corazón lleno de alegría y esperanza. La chica cerró los ojos y se transformó en un pequeño cangrejo de coraza azul celeste que cabía en la palma de la mano de él.

El animal fijó sus ojos verdosos en los de John, y este vio toda su vida pasar por delante. Aparecieron personas como sus padres, su antigua compañera de gimnasio y, por supuesto, su hermano. Llenó todas aquellas pequeñas lagunas con la información de su pasado que el Cangrejo le proporcionaba, mientras Lucy observaba aquel proceso con admiración.

Era consciente de que esa experiencia uniría a Martha y a John con un fuerte vínculo y, sintiéndose demasiado egoísta, lo lamentó. Porque hasta John estaba forjando una alianza con Martha, y ellas dos todavía no habían conseguido el Vínculo que une a cada Jelhoc con su Elegido. Suspiró, no podía pensar esa clase de cosas. Cáncer sería feliz y no estaba en peligro, eso era lo único que debería importarle.

Pero que no fuera apropiado tener esa clase de pensamientos no significaba que pudiera desterrarlos de su mente así como así. Tras la euforia de saber que ya había un grupo de Elegidos que estaban buscando a Cáncer, que podían llegar hasta ellos a través de Noah y John y que había averiguado cómo devolverle la memoria a Tauro; sentía un bajón de energía.

Sacudió la cabeza y observó al Cangrejo y a John, que aún seguían en el proceso de devolverle la memoria al joven. No sabía cuanto tardarían, así que decidió volver a la casa de la playa, con Noah, explicarle por qué había tardado tanto tiempo en volver y darle las buenas noticias.

Sin que Cáncer y John se percataran, se marchó en cuanto la burbuja que había aparecido explotó, con ella en su interior.

Sin que Cáncer y John se percataran, se marchó en cuanto la burbuja que había aparecido explotó, con ella en su interior

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Noah no sabía cuanto tardaría Lucy en llegar. ¿Y si había tenido algún problema? ¿Y si Martha y John no estaban donde ella pensaba? ¿Y si su hermano no quería verle, y ella estaba intentando convencerle para que lo hiciera? Miles de pensamientos pasaron por la cabeza de Noah en ese momento, a cual más pesimista.

Decidió dejar de pensar en aquello, porque no le hacía ningún bien, y salió a dar una vuelta por la playa. Dejó las deportivas en el porche de la casa y hundió los pies en la arena, que estaba algo fresca. Respiró la brisa del mar que traía un agradable olor a sal y despejaba las fosas nasales, a la vez que despeinaba sus cabellos castaños. Era una de las cosas que siempre lo habían diferenciado de John, el color de su pelo, pues su hermano era rubio.

Sonrió, al recordar con nostalgia aquellos momentos que habían vivido juntos y al pensar en cómo habían cambiado las cosas desde que supo que era Tauro. Entonces, sintió unos pasos a su espalda. Se giró, algo desconcertado porque creía que la playa era privada, y suspiró aliviado al comprobar que se trataba de Lucy. Ella también caminaba descalza, y se colocó al lado del chico, mirando al mar.

- ¿Dónde has estado? - preguntó Noah, tratando de aparentar calma, sin apartar la mirada de las olas.

- Investigando sobre como devolverle la memoria a tu hermano - contestó ella con una sonrisa.

Él se giró hacia Lucy, con los ojos llenos de esperanza, y esta añadió:

- Ahora mismo, Martha le está ayudando a recuperar todos sus recuerdos. Cuando estén listos, vendrán con nosotros.

Noah no tenía palabras para agradecérselo así que, en un impulso, abrazó a Lucy con sentimiento.

- Gracias - le susurró al oído.

Ella le devolvió el abrazo, serena, y aquella tristeza que sentía en su interior se desvaneció un poco.

Cáncer (Doce Elegidos IV) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora