(13) Segundo intento

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Victoria no estaba segura de si había sido una buena idea desobedecer a Aries y dejar que Noah viera a su hermano, pero no había podido negarse al ver el sufrimiento y la desesperación en los ojos claros del chico. Había decidido acostarse, confiando en que Noah regresaría antes del amanecer y se olvidarían de que todo esto había ocurrido. Entre sus opciones más optimistas, también cabía la posibilidad de que el Jelhoc trajese de vuelta a John y, además, demostraran a Lauren que su instinto se equivocaba. Sin embargo, eso era algo que no había ocurrido jamás, y era poco probable que esa fuera la primera vez.

No fue capaz de dormir en toda la noche, sumida en cavilaciones sobre todo lo que podía pasarle a Noah. Aunque antes de marcharse había asegurado que él cargaría con las culpas, sabía perfectamente que si no aparecía Lauren desataría toda su ira sobre ella, pues Noah era el único que tenía el Vínculo con John y, por tanto, el único capaz de traerlo de vuelta.

Cuando se quiso dar cuenta, los primeros rayos de sol de la mañana asomaban por el horizonte, y Noah aún no había vuelto. Sabía que los demás se despertarían pronto y, como había perdido la esperanza, empezó a pensar en qué diría cuando se dieran cuenta de que Noah no estaba. Podía mentir, asegurar que no tenía ni idea del paradero del joven y tal vez proponer echarle las culpas a Eberhard, aunque no sabía que tal se lo tomaría Emma.

Ahora que lo pensaba, sabía que Elissa había estado liada con él. Y Elissa era una de las conciencias que formaban a Emma. Nadie sabía a ciencia cierta si de verdad habían cortado para siempre su relación o simplemente había sido puro teatro y seguían viéndose a escondidas. Era una de las razones por las que Victoria no confiaba en Emma, y sabía que no era la única.

Como aún no había averiguado cómo salir de aquello, decidió despertar a la única persona allí en la que confiaba plenamente porque nunca le había fallado: Chloe, su Jelhoc. La muchacha de cabellos largos y negros, que estaba acostumbrada a dormir bastante, se quejó cuando Victoria la despertó.

- Chloe, tenemos que hablar - susurró.

La chica asintió y acompañó a Virgo a un lugar alejado de donde dormía el resto que se había quedado en el prado, no quería arriesgarse a que ninguno las escuchara. Le contó toda la historia y, cuando se iba acercando al final, Chloe bostezó.

- Me has levantado demasiado temprano, Victoria - se quejó adormilada.

Normalmente, la Sexta le hubiera reprochado esas palabras a su Jelhoc, porque lo que había ocurrido era grave y merecía toda su atención. En cambio, Chloe le contagió el bostezo, y empezó a sentir también demasiado sueño. Antes de que entendieran lo que estaba pasando, las dos yacían sobre la hierba, profundamente dormidas.

Un hombre sonrió entre los árboles y, tras vigilar que las chicas se habían alejado lo suficiente y no había nadie a su alrededor, las agarró a ambas y las hizo desaparecer con él entre los pétalos de una enorme flor.

Aparecieron en frente de una gran casa de campo. Él las dejó en el suelo y cargó primero con Victoria, pues dentro de una determinada área que rodeaba e incluía la casa no se podía usar ningún hechizo. Según entró, la dejó en la primera habitación a la izquierda, sobre la cama. Regresó a por Chloe, a la que acomodó en la cama del tercer cuarto a la izquierda, pues tras la segunda puerta lo que había era un baño. Cerró la vivienda con llave y, dado que las ventanas tenían barrotes y las muchachas no podrían usar su magia, no tendrían ningún modo de salir cuando se despertaran.

Así había logrado dejar a los Elegidos sin Virgo y sin ninguna manera de observar lo que estaba ocurriendo en cualquier otro lugar en el presente. Además, también había capturado a su Jelhoc, por lo que no tenían ninguna manera de llegar hasta ellas. También había escuchado que Noah se había marchado a por Tauro y aún no había vuelto, lo que significaba que ellos dos también estaban teniendo problemas.

Sonrió. Había apresado a Virgo y a su Jelhoc, Tauro permanecía en paradero desconocido y el Jelhoc de Tauro se había perdido con él. La única posibilidad de que los encontraran era que o John o Noah regresasen por sí solos, y era diminuta. Aunque, por si eso sucedía, no dejaría que Victoria y Chloe escaparan.

Esta vez le saldrían las cosas bien. Esta vez se centraría en su misión, porque la chica que antes lo distraía se había fusionado con su hermana, y proteger a la que ahora se llamaba Emma era un motivo enorme que añadir a las razones por las que llevaría a cabo su objetivo.

Cáncer (Doce Elegidos IV) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora