(14) Café con leche

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Noah despertó de un largo sueño, que había durado desde la tarde del día anterior hasta ahora. Recordó que Christina le había empujado para que cayese al agua, y que Lucy lo rescató. Más tarde, la chica le dijo que era Jelhoc de Cáncer, lo que explicaba que hubiera sido perfectamente capaz de sacarlo de un mar tan revuelto. También le reveló que Martha era Cáncer, aunque no recordaba demasiado bien su aspecto. Sin embargo, antes de contarle más cosas, Lucy le obligó a descansar.

Ahora que ya estaba despierto, que había dormido bien por primera vez desde que Eberhard apresó a John, se sentía renovado. Salió del cuarto y buscó a Lucy por la casita, la encontró en la cocina, de pie junto a la encimera.

- Buenos días - saludó Noah.

Ella se giró, y él se dio cuenta de que estaba desayunando.

- ¿Tienes hambre? - preguntó la chica, cuando tragó lo que estaba masticando.

Noah asintió, eso era más correcto que decir que tenía tanta hambre que le dolía la barriga, porque era un joven alto y fuerte y se había dormido sin cenar. Lucy había ido a comprar algo de comida el día anterior, cuando se aseguró de que el chico dormía profundamente. Le indicó que se sentara en una de las dos sillas que rodeaban la pequeña mesa que había en la cocina. Ella colocó en la mesa una gran bolsa de magdalenas para que cogiera cuantas quisiera, y dejó su taza de café con leche en frente de la silla vacía.

- ¿Te gusta el café con leche? - le preguntó a Noah.

Él asintió, sumido en sus pensamientos. Cuando Lucy acabó de preparárselo, se sentó en frente del muchacho, suponiendo que tenían varias cosas de las que hablar.

- ¿Esta es tu casa? - curioseó Noah.

Estaba en la playa donde se había despertado tras caer al océano, y no había pasado nadie por allí, que él supiera. Lucy negó con la cabeza.

- Esta casa es de Martha, se la regaló Christina - contestó - Junto con la playa.

Noah abrió mucho los ojos, sorprendido ante la respuesta. Christina debía tener bastante dinero, aunque lo del barco ya le había dado alguna pista.

- Estuvieron saliendo juntas durante algunos años - explicó la chica - De hecho, el Malatesta fue uno de los muchos regalos que Martha recibió de Christina.

- Entonces, ¿rompieron en el barco? - dedujo.

Ella asintió, y le explicó la historia de cómo Christina creía que ella y Martha habían tenido algo y que por eso ahora miraba a Lucy con desprecio cada vez que se encontraban. Noah se sorprendió, aunque tampoco podía negar que ver a tu novia salir del cuarto de otra chica era algo difícil de encajar.

- ¿Crees que John seguirá en el barco? - preguntó.

- No, seguramente Martha se lo llevara a algún sitio seguro, aunque eso haya significado revelar su poder. De todas formas, no creo que Martha vuelva a tener contacto con Christina. Después de todo lo que ha sucedido, creo que lo mejor será que no regrese jamás y que la den por desaparecida. Además, ahora que sé que eres Jelhoc y que conoces a más Elegidos, tendremos que ir con vosotros, ¿no?

Noah asintió, pensativo.

- Tendrías que hablarlo con Martha - sugirió.

Lucy permaneció en silencio.

- De hecho, si tenéis el Vínculo, podrías averiguar donde está y hablar con ella ahora mismo - apuntó el joven.

- No tenemos el Vínculo - admitió ella, algo avergonzada - Christina nos descubrió al rato de decirle que era su Jelhoc, así que después de eso tampoco nos vimos demasiado.

- Lo entiendo - aseguró Noah - Yo lo conseguí con John nada más decírselo, el hecho de que seamos hermanos influyó.

Lucy sonrió.

- Sin embargo, tengo una idea de dónde puede estar - admitió.

- ¿Podría ir contigo? - preguntó Noah, esperanzado.

Llevaba esperando hacerle esa pregunta desde que comenzaron la conversación, era su única vía para regresar con su hermano. Tras reflexionar sobre ello un rato, Lucy respondió:

- Primero iré sola a hablar con Martha, pero le preguntaré si John quiere verte, suponiendo que esté con ella. Si es así, volveré a por ti, ¿vale?

Noah sonrió, se levantó y le dio un abrazo a Lucy. Por primera vez se sentía relajado. Sabía que John no estaba en peligro, y seguramente lo vería en unos minutos. Después, como Cáncer y su Jelhoc habrían hablado, volverían al "paraíso" con los demás. Respiró hondo. Al pensar en los demás recordó que había desobedecido a Lauren, y que ya hacía casi un día desde que se fue. Esperaba que no estuviesen demasiado preocupados por él, aunque si regresaba con Cáncer y su Jelhoc no creía que se enfadaran mucho. Suspiró, todo volvería muy pronto a la normalidad.

Cáncer (Doce Elegidos IV) [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora