Entre el mar revuelto, Lucy fue capaz de encontrar al cuerpo inconsciente que había caído por la borda. Agarró a Noah, pero este pesaba bastante y no serían capaz de subir solos de nuevo al barco. Entonces, se abrazó a el con fuerza y murmuró unas palabras dentro del agua, que hicieron que una burbuja se formara en torno a ellos y que el joven pudiera respirar. Esa burbuja explotó, y aparecieron en un lugar remoto, lejos de allí.
Lucy tendió de lado el cuerpo de Noah sobre la arena de la playa. Este tosió y echó todo el agua que había tragado, e inspiró con fuerza una gran cantidad de aire, temiendo quedarse sin oxígeno. Estaba aturdido y abrió los ojos de golpe, sorprendido, pero enseguida los cerró cuando la luz del sol incidió sobre ellos.
- ¿Noah?
Este se incorporó despacio y, con los ojos entrecerrados porque sus pupilas aún no se habían acostumbrado a la claridad, observó a la chica que tenía delante. Se puso de pie y calculó que mediría algo más de metro setenta, que comparado con el metro noventa que medía él no era demasiado. Era morena y estaba en buena forma, su cara era redondeada y sus ojos lo miraban con preocupación. Sus rasgos recordaban a la raza negra, pero no tenía la piel tan oscura, así que debía de ser mestiza. Sus labios eran gruesos, su nariz pequeña pero ancha y sus ojos de un castaño tan oscuro que Noah creía que eran totalmente negros.
- ¿Quién eres? - preguntó el chico.
Lucy se sentó en la arena junto a él, de piernas cruzadas, y se preparó para explicarle algunas de las muchas cosas que habían sucedido.
- Mi nombre es Lucy Scott y trabajaba de empleada en el Malatesta, barco en el que has aparecido de entre los pétalos de una flor gigante - introdujo ella, para preguntar algo que llevaba tiempo comiéndole la cabeza - ¿Quién eres tú?
Noah inspiró, sería difícil explicarle lo de los Doce Elegidos. Ahora se arrepentía de no haber tenido más cuidado a la hora de aparecer junto a su hermano, pero ya no tenía solución. Se había precipitado, y ahora estaba en la orilla de una playa con una desconocida y no sabía ni cómo había llegado hasta allí.
- Verás, yo fui a una escuela distinta - empezó a intentar explicarlo - Sé que sonará un poco raro, pero te enseñan magia y todo lo que debes saber sobre los Doce Elegidos, al que tienes que encontrar - comenzó a confundirse y ya no sabía como seguir sin que aquella explicación se alargase por horas.
Fue entonces cuando Lucy le interrumpió, cosa que agradeció, y le preguntó:
- ¿Eres Jelhoc?
Noah esbozó una sonrisa de oreja a oreja, hasta que comprendió lo que aquello significaba.
- ¿Cómo sabes eso, Lucy?
- Yo también estudié en esa escuela, en el elemento del agua. - explicó - Soy Jelhoc de Cáncer.
Los ojos azules de Noah se abrieron y la sonrisa volvió a su rostro. Lauren iba a estar muy agradecida.
- Yo soy Jelhoc de Tauro, de John.
- ¡¿John es Tauro?! - exclamó, anonadada.
- ¡Claro que sí! - contestó Noah - Hemos conseguido juntarnos unos cuantos, Aries, Tauro, Géminis, Leo, Virgo y Sagitario. Pero, como sabes, debemos ir en orden, y el siguiente es Cáncer. ¿Quién es, Lucy?
- No la conoces, era una de las chicas que estaba allí con tu hermano y Riley, el más joven.
- ¡John! ¿Qué le ha pasado? ¿Y por qué no me recordaba?
- Si te soy sincera, tampoco he tenido mucho trato con él - admitió - Lo que me contó Cáncer fue que se lo encontraron flotando en el océano sobre una hoja enorme, que lo rescataron y lo acogieron en el barco. Cuando despertó tardó en recordar incluso su propio nombre, quizá se diera algún golpe fuerte en la cabeza. Pero ella no sabe que John es Tauro y, si él ha perdido la memoria, tampoco se acordará.
Noah tardó en procesar la información. Una de las chicas que se estaban besando en el barco era Cáncer, la Cuarta, el Cangrejo. Esperaba con todo su corazón que no fuese la loca que le había empujado por la borda del barco, ya se las vería con aquella chica, porque no saldría impune de aquello.
- Dime, por favor, que no es la loca que me tiró al mar de un empujón - pidió Noah.
- Esa es Christina, la dueña del barco. Cáncer es Martha.
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Cáncer (Doce Elegidos IV) [Completa]
Fantasy[Continuación de Géminis] No creía que fueras capaz, de verdad. Confiaba plenamente en ti, pero una cosa es confianza y otra ser tonta. No estoy ciega, por mucho que quieras negarlo, es evidente. Pero esto no va a quedar así, llegará el día en que e...