Capítulo 39: Solo

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Amo acariciar tu flequillo

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Amo acariciar tu flequillo

Tu rostro se ve muy bonito cuando me miras de esa forma...

Mírame a los ojos... Obsérvame mientras te hago mío...

Deseo unirme a ti... Quiero marcarte, Jin...

Yo también te amo, cariño.

¿Lo prometes?

Lo prometo amor... Nunca te dejare solo.

Nunca te dejare sólo...


Solo... aquella era la palabra que definía perfectamente como el desahuciado castaño se estaba sintiendo en ese momento mientras veía absorto la pared de su habitación, aferrándose estrechamente a sus propios brazos en busca del calor que su cuerpo iba perdiendo al pasar de las horas.

El omega no podía para de pensar, él no podía evitar recordar porque habían demasiadas cosas que Jin extrañaría de Kim NamJoon y la relación que habían estado consolidando en ese periodo de tiempo; como la forma en que sus hoyuelos se marcaban a los lados de sus labios cada vez que le sonreía, la manera en que sus labios encajaban a la perfección siempre que se besaban, la forma electrizante de su contacto cuando se tocaban e incluso los pequeños detalles como sus charlas y la forma en que el alfa acariciaba su cabello, en especial ese mechón que ya había vuelto a crecer al mismo nivel de cuando se conocieron... ciertamente habían realmente demasiadas cosas y eso era lo que más le afectaba al castaño.

NamJoon era su predestinado; la mitad de su alma y el compañero que le había otorgado la madre luna para estar junto a él en cada una de sus vidas desde el nacimiento de sus lobos cientos de años atrás, y al encontrarlo y ahora perderlo significaba que también perdía la mitad de su alma. Era realmente irónico lo cruel que podía ser la otra cara de los predestinados en donde no todo era amor y felicidad, sobre todo para los omegas.

Pero era lo que se merecía un doble moral como él... un mentiroso que odiaba las mentiras.

Jin siguió observando fijamente un punto incierto en la blanca pared de su habitación volviendo a sentir sus ojos escocer por las pequeñas lagrimas que aun parecían querer salir de sus ojos pase a que ya no debía tener ni una gota del salino líquido que ahogaba sus ojos por todo el llanto que lo había consumido cada vez que su mente rebobinaba todo lo sucedido en esos dos meses y su pecho dolía como si estuviera siendo apretado, cada vez volviéndose peor, cada momento más doloroso...

Al llegar a casa había llorado tanto que termino agotado sobre su cama con los ojos abiertos de par en par y el camino que las lágrimas dejaron al resbalar por sus mejillas tan seco como sus labios. ¿Cuántas horas habían pasado?.. Jin podía decir que ya había pasado casi dos días completos y él seguía sentando en su cama en la misma posición.

Quería reírse de sí mismo si pudiera; había sido demasiado ingenuo al pensar que ya nada le podía afectar como lo hizo lo sucedido con JongIn, porque definitivamente lo de ahora era mucho peor, era realmente agonizante el dolor que su omega estaba sintiendo. Su boca estaba seca y su estómago vacío después de vomitar todo lo dulce que comió el día de su pelea con el alfa y desde entonces no haber vuelto a alimentarse.

Insospechada Sorpresa |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora