Insospechada Sorpresa |NamJin|

Capítulo 24: Encuentros del pasado

El pelinegro tomo de la mano a su hermano y camino hacia la planta baja de la casa mientras ambos se dedicaban a cantar una nueva canción que habían escuchado en uno de sus programas de televisión favoritos. SeokJin siempre le gustaba compartir con su hermanito a pesar de que este fuera seis años menor que él; después de todo era el único que tenía y por eso lo apreciaba tanto.

— ¡Ya llegue! —Escucho a YoonGi gritar desde la puerta y el menor salió corriendo para encontrar al otro niño, mientras que Jin le seguía detrás.

Era costumbre que YoonGi viniera todos los días a su casa a pasar la tarde con ellos, pues su padre no vivía con él desde sus dos años y su madre siempre viajaba, y al menor no le gustaba pasar el día completo solo con su niñera. La madre de Jin había convencido a su prima de que dejara al niño quedarse con ellos.

El juego favorito de Minyu –el hermano menor de SeokJin– eran las escondidas y aunque el juego a YoonGi le parecía de los más aburridos siempre jugaban unas rondas antes o después de hacer otras cosas, y como eran costumbre ese día no fue la excepción.

Jin tenía diez años y acabando de comer un bocadillo preparado por su nana los tres decidieron jugar a las escondidas. Corriendo subió a la planta de arriba con el corazón palpitante mientras escuchaba como su primo contaba hasta veinte para salir a buscarlos. No era fanático del juego pero nunca pudo ocultar que le emocionaba y a la vez asustaba ser encontrado tan fácilmente.

Decidido a no ser encontrado por YoonGi fue a esconderse cerca de las recamaras, pero una voz grave totalmente diferente alguna que haya escuchado le llamo la atención y camino hacia la oficina de su padre abriendo lentamente la puerta para ver a su madre quien caminaba por la habitación mortificada y con un semblante totalmente atormentado. SeokJin no tenía que ser tan inteligente para darse cuenta que algo había perturbado a su mamá, y eso claramente tuvo que ser lo que ese señor con cara de pocos amigos le estaba diciendo.

— No estoy aquí para darte explicaciones de porque lo hice, Seohyun —El hombre siguió mientras hacia una mueca—. Te hice un favor más a ti que a mí...

— ¡Yo no te pedí ningún favor! —su madre grito haciendo que Jin se sobresaltara.

La omega siempre había sido una mujer tranquila y en muy pocas ocasión se había alterado, sin embargo Jin nunca la había visto de esa forma tan exasperada como al igual nunca había visto al hombre con el cual tenía aquella amena plática.

— No seas una malagradecida Seohyun —el alfa la miro de forma intimidante poniéndose de pie— ¿Sabes lo que pensaba hacer tu padre?

La castaña se quedó viéndolo con los ojos dolidos y luego se giró limpiando sus ojos y suspirando para volver a verlo a los ojos –ahora más calmada que antes–, al parecer comprendiendo lo que el alfa trataba de decirle.

— Lo entiendo... se lo que tenía planeado hacer pero entiéndeme... es demasiado —se apoyó del escritorio viendo sus manos con ímpetu—. Y respondiendo a tú primera pregunta SeokJin no lo es.