15. Confundida

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"¿Que haré contigo, Aguirre?"-preguntó Altagracia mientras estaba recostada sobre el pecho desnudo da Saúl.

"Yo tengo en mente algunas cosas que podrías hacer conmigo."-contestó él con provocación, mordiendo su labio inferior.

Ella le dirigió una mirada de pocos amigos.
"Podría matarte. Esto sería lo mejor; una preocupación en menos."-soltó con ironía e indiferencia.

Saúl abrió los ojos como platos ante estas palabras que no esperaba.
"Querrás decir matarme de placer, no otra cosa."

Altagracia rió levemente y rodeó los ojos.
Saúl se puso serio.
"Podrías empezar con perdonarme. Y quizás más adelante darme una oportunidad. DARNOS una oportunidad."

Altagracia se alejó de su pecho y se apoyó con la espalda sobre el regadero de la cama.
Ya el efecto del alcohol había pasado por completo y las olas de placer que en precedencia recorrieron su cuerpo, también.
Solamente quedaba el sentimiento de culpa, una leve nostalgia de un pasado perdido y la inseguridad sobre que hacer.
Tenía el temor de equivocarse nuevamente y esta vez quería realmente hacer las cosas bien.
Es cierto: había clarificado las cosas con Mónica y ella le dijo que ya no lo amaba. Pero aún así sentía que volver con Saúl sería como traicionar a su hija y tener una relación enfermiza con su ex-yerno.
Además, él no merecía su perdón. No aún.

"¿En qué tanto piensas?"

Altagracia suspiró.
"Es hora de que te vayas."

"Pensé que me pedirías quedarme por toda la noche...Alta, nos hemos necesitado mucho. ¿Hasta cuando piensas hacerte la dura?"

"Saúl, yo sé que a ti te encanta jugar, pero esto no es un juego. Hay sentimientos de por medio y tantas vidas involucradas...Yo tengo demasiados problemas en los cuales pensar como para lidiar también contigo."

"¿Tantas vidas involucradas? Hablas de nosotros y de Mónica, ¿cierto?"

"Sí..."-contestó ella titubeante. Pero también hablaba de Luna.

"¿Y qué problemas tienes? Cuéntame, quizás yo te pueda ayudar. Confía en mí. Es más, me gustaría que me dejaras ser tu abogado. Quiero conseguir tu libertad."

"Ya tengo mis abogados."

"Son unos incompetentes. No lograron casi nada en todos estos años."

"Bueno, como sea. Está Verónica, ella piensa ayudarme."

"Lo sé. Y yo soy su plato fuerte."

Altagracia corrugó la frente y lo miró extrañada.

"Ella habló conmigo sobre el tema. Discutimos tu caso."-le dió de inmediato la respuesta.
"Lo que me intriga es como hace ella para saber tu verdadera identidad y porque te quiere ayudar. No me quiso decir. ¿Tú sabes algo?"

Altagracia suspiró y cerró los ojos.
"Te lo voy a decir porque seguro te vas a enterar después. Tengo otra hija. Verónica la adoptó y la crió. Ayer lo descubrí y la ví por la primera vez desde que era una recién nacida."
Los ojos de Altagracia se empañaron y parpadeó repetidas veces para espantar las lágrimas.

Saúl la miró desconcertado.
"¿Y por qué nunca te escuché hablar de ella, por qué no vivió a tu lado? No me digas que también la abandonaste..."

Altagracia accedió realmente arrepentida, mirando el piso.
Saúl abrió la boca pero ella lo interrumpió.
"Ya sé que me vas a decir, así que mejor ahórrate tus comentarios."

"Pero no entiendo...Mónica es hija de uno de tus violadores y por eso no lograste criarla. Pero a ella ¿con que motivo la abandonaste?"

"No estoy para darte explicaciones, Aguirre. Lo que me importa ahora es conseguir su perdón. Te juro, es una niña tan buena..."-sus ojos verdes se iluminaron.
"Nada que ver conmigo."-dijo esta última frase con pesar.
"No se dejó cegar por el dolor del abandono y por el rencor. Imagínate, hasta me quiso ayudar. ¡A mí!"

Saúl la miró con tristeza y la atrajo hacia sí.
"Yo...esta vez no quiero juzgarte. Pero pienso que si quieres obtener su perdón debes intentar hacer las cosas bien, ir a verla, ganarte su confianza y mostrarle que de verdad te importa."

"Gracias..."-murmuró Altagracia confundida.
Unieron sus labios en un cálido y corto beso y luego ella lo empujó levemente.
"Ahora vete, por favor."

"Está bien. Pero voy a regresar."

~~~
"La venganza será muy dulce."

"Ni lo dudes."

"Esa perra pagará por todo."

Dos hombres y una mujer hablaban en un pequeño cuarto de hotel, y planeaban la venganza en contra de Altagracia.
Estaban decididos a hacerle pagar y darle justo donde más le dolía. Cada uno de ellos tenía su motivo.

"Yo creo que el primer paso es delatarla ante el mundo. Para todos sería un shock saber que detrás de la perfecta Leticia Belmonte se esconde la tan temida y odiada Altagracia Sandoval. Y será un golpe bajo para su familia. La policía no tardará en detenerla. Y luego podemos ocuparnos de sus dos hijas, para hacerle aún más daño. Y en el final, pagamos a alguien para que la mate en la cárcel."

"Es el plan perfecto. ¡Me encanta!"

"A mí no. Sí, pienso hacerle daño a través de sus hijas. Pero no la quiero detrás de las rejas y tampoco muerta; la quiero a mi merced. Quiero que sea mía."
Gruñó, imaginándose la escena de Altagracia desnuda debajo de él.

~~~
En la mañana, después de desayunar junto a su pequeña Luna y jugar una rato con ella, recibió una llamada de Verónica.

"Ariana quiere venir a tu casa para conocer a Luna. ¿Será que se puede?"

Altagracia prensó una sonrisa al escuchar estas palabras.
"Claro que sí. Me haría mucha ilusión tenerla aquí por unas horas. Tal vez..."

"Ella no está lista para perdonarte, Altagracia. Aún no logra entender tus razones. Así que por favor no seas insistente con esto, dale su espacio."

"Eso es lo que haré."-contestó tragando en seco. Por un instante se había imaginado que todo sería muy fácil y que Ariana la perdonaría de inmediato. Pero eso era demasiado bonito para ser realidad.

"Bueno, le digo a mi chofer que la lleve."

"Aquí la espero."

 Vino Leticia (La Doña 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora