Capítulo 13. Lo Que Hago Por Ti.
I Run To You - Lady Antebellum.
The world keeps spinning faster into a new disaster so I run to you, I run to you and when it all starts coming undone, baby you're the only one I run to.
La casa de Russel era común como todas las de esta zona de la ciudad. No muy grande, no muy pequeña. Tenía bonito jardín y dos cocheras. Supongo que una era de su padre y la otra de él o su madre. Bajamos del auto y entramos a su casa sin siquiera tocar.
En la sala se encontraba la que parecía ser su madre. Estaba frente a un enorme piano y tocaba algo que parecía ser demasiado melancólico. Su cabello era larguísimo, ondulado y completamente negro, igual que el de Russel. Quien se acercó a ella y besó su cabeza. Ella se detuvo y lo miró con una enorme sonrisa, se alegraba demasiado de verle. Se levantó y lo abrazó fuerte-. Que bueno que has llegado, ¿cómo te fue pequeño? -preguntó.
- Me ha ido bien mamá -respondió él con toda naturalidad aún en sus brazos-. Ha venido alguien conmigo.
Entonces me sentí incómodo. Aquí todo parecía ser tranquilidad y paz y yo no era precisamente así. Ella me miró y me sonrió abiertamente. Tenía los ojos grandes y verdes, casi tanto como los míos. La nariz alargada y perfilada. Los labios medianos y rosados. Los pómulos se le marcaban al sonreír y parecía ser demasiado amable.
- Oh, es un placer conocerte...
- Harry -me presenté- Harry Styles.
- Un placer, señorito Styles, mi nombre es Liv -se acercó a mí y di un paso hacia atrás, pero ella no se detuvo y besó mi frente. Parpadeé algo incómodo y sorprendido y ella se alejó-. ¿Tienen hambre ya? -observé a Russ y él se encogió de hombro.
- Yo tengo hambre todo el tiempo -anunció y ella rió divertida.
- Si te dejo en la cocina te terminas lo que hay bebé -él medio sonrió-. ¿Tú, Harry?
- Aún no tengo tanta hambre, comí mucho en casa -admití y ella asintió-. Lo siento.
- No te preocupes, si quieren vayan a hacer lo que tengan que hacer y más tarde les llamo cuando haya preparado algo -asentimos. Russel caminó hacia las escaleras y yo le seguí de cerca.
Caminamos por un alargado pasillo lleno de fotografías, muchas de Rusia y de gente que parecía ser su familia. Iba tan distraído en los cuadros y los adornos que no noté cuando empujé a la pequeña niña que estaba a unos pasos de mí-. Lo siento.
- No importa -respondió ella.
- Harry... ella es Vicky, mi hermana -la miré y la niña me sonrió. Se parecía mucho a su madre. Cabello largo pero castaño y ondulado. Los ojos de ella eran azules como los de Russ pero en un tono un tanto más claro, casi grises.
- Hola... -saludé.
- Un placer Harry -mencionó-. ¿A dónde iban?
- A mi cuarto... ¿Papá ya llegó? -preguntó él mientras seguíamos caminando, dejándola a ella detrás.
- Sí, está en el sótano -informó- ¿Quieres que le diga algo?
- Dile que saque mi bicicleta de rueditas -reímos pero su hermana solamente se nos quedó mirando sin comprender el chiste local-. Que saque a Hayley.
- Oh, está bien -sonrió y se fue dando brincos hacia su cuarto.
- ¿Quién es esa?
- La Harley Davidson que está en el garaje de atrás.
