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Ed Sheeran – I See Fire. 

31 de julio.

Buenas noches, 

Probablemente no esperes esta carta en lo absoluto, no me sorprendería, de hecho no creo que intentes leerla cuando veas mi nombre en el remitente. Sé que ha pasado mucho tiempo y que probablemente no quieras ni verme. No hemos sido los mejores amigos y no he sido una gran persona contigo. Entiendo que me detestes o que ni siquiera te hayas despedido de mí. 

Tengo que confesar que he hablado con Vicky un par de veces, es mi ángel, no puedo simplemente separar mi vista de ella, sabes que la forma en que habla, los gestos o simplemente la forma en que me mira me recuerdan mucho a él. 

¿Recuerdas esa promesa que le hice? ¿Esa en la que con un sueño romperíamos la realidad? Lo he logrado. Por fin soy un Ingeniero Naval. He vendido todo lo que tengo y he logrado comprar un pequeño velero. Lo sé, no es la gran cosa y posiblemente no te interese conocerlo nunca, pero le he puesto por nombre Russel. Sé que esto es un gran capricho mío que es mi lado sentimental, pero quería compartirlo contigo. 

Sé que has estado un poco desaparecida y que no quieres que nadie te hable o te toque. Sé que estos días estos años han sido pesados y que le extrañas como a nadie. Entiendo tu dolor. Posiblemente él no compartiría su vida conmigo, probablemente él no me amaba como te amaba a ti, pero éramos amigos y le echo tanto de menos. 

Echo de menos cuando me llamaba a media noche simplemente para decirme lo mucho que le gustabas. Cuando hacía que me castigaran para poder ir a verte. Cuando se enojaba por la forma en que te pegué. Cuando me amenazó por haberlo tocado, cuando me enviaba besos o incluso cuando me abrazaba a la fuerza. 

Hay noches en las que sueño con él. Sueño con volver a ir a la tienda de la señora G. Sueño con que vamos juntos en mi velero. Sueño con que el barco en su lápida ya no está ahí. Sueño con la idea de volver a verlo. Sueño con la forma en que peleábamos incluso. Realmente no entiendo cómo es que apareció y desapareció de nuestras vidas. 

No espero que respondas esta carta y tampoco espero que me encuentres. Si algún día tú puedes encontrarme, yo estaré feliz de responderte. 

Con todo mi cariño, 

Harry.

Una vez más, dejé la carta en su caja postal y salí del edificio en el que sabía ella estaba viviendo. No había tenido el valor de verla. No es que fuera por no quererla, era el simple hecho de que sabía que con ella estaba alguien más. Sabía que ella compartía su vida con otro hombre. También sabía que si yo lo veía, no lograría separarme de él. 

Él se llamaba Nicholas, le conocía como Nicky. Mi pequeña reportera –Vicky—me hablaba mucho de él. Me decía la forma en que hablaba, el cómo preguntaba por mí. Jamaica se encargaba de contarle toda una larga historia de cómo nos conocimos, de cómo hablamos por primera vez, de cómo la asusté en el hospital. Le habla de la llave que tiene como collar, le habla de cuando jugamos en el cine, de cuando intentaba casi matar a un niño por lanzarme un hielo a la camisa, del cómo fui atacado por el perro en su departamento. 

Había noches en las que aún recordaba el cómo ella me gritaba, el cómo se reía o el cómo me abrazaba como si estuviera desesperada porque yo me quedara. Cuando me sentía solo y no había a qué más recurrir, miraba la placa que siempre colgaba en mi pecho, e imaginaba el cómo sería reencontrarla, el cómo le hablaría, el cómo le respondería. Todo era diferente, todo dentro de mí había cambiado. “Don’t be what they want, be what you are” era lo que ahora me guiaba. Era el único consejo que yo realmente había escuchado de su parte. 

PD: it's meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora