Capítulo 8. Russel.
Harder, Better, Faster, Stronger - Daft Punk
Cuando desperté me estiré en el sillón. Miré a mi lado derecho y Jamaica estaba allí solo observándome. Le guiñé un ojo y ella sonrió abiertamente-. ¿Dormiste bien? -preguntó y yo asentí. No era una persona realmente matutina. Me senté y estiré mis brazos gimiendo un poco por el esfuerzo. Me levanté y mi espalda tronó un poco-. Auch...
Caminé hacia el baño y luego de terminar con mis necesidades, lavé mi rostro y mis dientes con un cepillo nuevo y sin usar que estaba ahí. Salí del baño y tomé mis cosas metiéndolas en la mochila. Me acerqué a Jamaica y ella sonrió-. Me debo de ir, escuela y examen el día de hoy.
- Está bien -sonrió. Tomó mi mano y tiró de ella. Me incliné y ella metió una de sus manos en mi cabello, quise separarme pero ella hacía un esfuerzo sobrehumano por mantener su mano levantada.
Me quedé quieto y ella medio me peino o más bien me despeinó más de lo normal y yo moví la cabeza hacia un lado y otro para que se desacomodara. Rió y bajó su mano-. Siempre, aunque despeinado te vez bien.
- Lo sé... -dije caminando hacia la puerta. Por una razón miré hacia atrás y ella me sonrió. Desvié la mirada y me fui.
Cuando llegué a casa tuve una pequeña o más bien enorme discusión con mi madre por el hecho de pasar la noche fuera cuando ella pensaba que yo estaba realmente dormido sobre mi cama. No me habla ahora.
De camino a la escuela escribí la carta que le enviaría a la anónima ya que todo el día de ayer estuve mareado y ocupado con Jamaica y mi familia acordándose de que existía.
Agosto 11, 2012.
Querida socia.
Esta carta seguramente la encontrarás bastante entretenida ya que mi letra se conforma por garabatos desalineados, por razón de que la vengo escribiendo en el autobús hacia la escuela.
Primero que nada me gustaría decirte que estoy tratando de saldar mi cuenta. El día de ayer fui un poco más cortés con ella. No digo que sea toda dulzura, me cuesta trabajo controlar mi boca y lo que es más, el ser amable. No estoy acostumbrado a las muestras de cariño, pero he dejado que me llame Filí sin tener que responderle con un insulto. Busco un apodo para ella pero aún no tengo ninguno.
En segundo lugar, me encontré con su tío. Su nombre es Brendon. Debo decir que es aterrador, tiene una mirada que jamás había visto, como si supiera lo que oculto y con solo un parpadeo lo descifrara todo en cuanto a mí y mi infancia. No lo sé, me da miedo. A su madre aún no la localizo y tampoco es que la esté buscando, pero supongo que la veré luego.
Si lo que estoy haciendo no es saldar mi cuenta, entonces es una estupidez. Siento que estoy dando demasiado por ella y es más de lo que alguna vez hice por una persona que no fuera yo. ¿Eso hace mi corazón menos duro?
En cuanto a tu pregunta... sí. Tengo un gato. Dusty es su nombre.
- No anónimo.
Cuando llegué lo dejé en el buzón y luego caminé a mi primer clase. Aún tenía el gran moretón en el rostro. Levantaba sospechas y curiosidad conforme caminaba. Gracias al cielo, ninguno aquí era amigo mío por lo que solo se limitaban a mirarme y no a hablarme.
Me senté en mi banca de siempre y saqué mi ensayo para entregarlo en cuanto la profesora lo pidiera. Cerré los ojos y me abracé a mi mismo tratando de dormir un rato más. Pero no pude, alguien más se sentó en la banca de al lado, alguien que no era Jamaica. Lo observé. Cabello ligeramente largo, lacio y negro cubriéndole a penas los ojos realmente azules. Nariz perfilada, labios carnosos y de un tono rojizo casi tanto como el mío. Piel tan blanca que me pregunté por qué demonios no tenía espinillas o pecas. Tenía las mejillas sonrojadas naturalmente. Vestía una camisa negra de vestir, lo que lo hacía parecer aún más como un vampiro que como un ser normal. Como hombre podía reconocer que él era un varón hermoso. No lo interpreten mal, es la verdad. Yo era alguien promedio, pero él parecía ser un tipo de dios y yo no era el único que lo notaba, lo hacía también la mayoría o más bien la totalidad del alumnado femenino.
