Capítulo 37. Coqueto.
Welcome to my life – Simple plan.
No you don’t know what it’s like when nothing feels all right, you don’t know what it’s like to be like me. To be hurt, to feel lost, to be left ut in the dark, to be kicked when you’re down, to feel like you’ve been pushed around, to be on the edge of breaking down, and no one’s there to save you, no you don’t know what it’s like, welcome to my life.
Llegué a casa, lancé la mochila al suelo, tenía hambre y mucho, mucho sueño. Caminé como un completo zombie hacia la cocina. Arrastrando los pies, balbuceando cualquier tontería, levantando las manos y con la piel carcomida y cayéndoseme a pedazos… de acuerdo, lo último no.
Jamás me había dolido tanto la cabeza tanto como me dolió después de hablar con Chloé. Ella ya sabía que algo le pasaba a Russel. Ambos teníamos diferentes teorías, ella creía que él se drogaba, pero sabía que detrás de la droga tendría que haber una razón para hacerlo. También notó su comportamiento, era ira que tenía contra la vida, contra un futuro que no tendría. Ninguno de los dos éramos estúpidos, sabíamos que algo pasaba con él, algo que no podíamos descubrir tan fácil. Chloé se quedó mucho tiempo callada luego de nuestra plática. Me miró, me sonrió a medias y se encogió de hombros. Me dio un beso en los labios y me abrazó-. “Prométeme que no te enamorarás de ella”. Fue lo único que me pidió, y se lo prometí.
Estaba jodido. Estaba prometiendo cosas a diestra y siniestra. ¿Qué esperaba ahora? ¿Qué mi madre me hiciera prometerle que le entregaría una carta de buena conducta en mi graduación? Mierda. Había prometido a Russ que enamoraría a Jamaica y le había prometido a Chloé que no me enamoraría de ella. Estaba en un lío grandísimo.
Cuando llegué a casa lo primero que noté fue a Landon usando mi portátil, ni siquiera me importó que estuviera ahí, lo único que quería era comer y dormir. Cuando tuve mi plato lleno de comida en mis piernas, él alzó una foto y me miró.
- ¿Ese tipo quién es?
- Russel Schmidt –respondí mientras miraba televisión-. ¿Qué?
- ¿Ya notaste que es idéntico a mi? –preguntó-. ¿No tendré un gemelo?
- Si lo tienes, él es el bueno –Landon rodó los ojos y observó la foto con detenimiento.
- Se te ve muy feliz. ¿Quién es ella?
- Su novia.
- Oh –respondió y dejó la foto a un lado-. Entonces, ¿es él quién te envió un correo?
- ¿Ah? –me levanté de la cama dejando mi plato ahora vacío en el escritorio y me acerqué a mi portátil.
- Ahí –dijo señalando la cartita blanca en la esquina. Ahí estaba su nombre: Russel Nicholas Schmidt, su correo y la hora. Hace a penas unos minutos.
Para: Tinki winky.
De: Laa-Laa.
Asunto: Llegada.
Sí, ya estoy en mi antigua casa. Sigue tan fría como siempre y también las paredes siguen siendo blancas. ¿Puedes creer que encontré un nido de arañas en mi cama? ¿No que lo limpiaban todo? Tal vez soy el hombre araña y toda mi enfermedad es solo una mutación rara. Tal vez mi brazo simplemente se atascó de tanta telaraña que formo y no saco. Sí, soy Peter Parker, versión atractiva y rusa.
De acuerdo, es mentira todo lo anterior desde “lo limpian todo”. El punto es que ya estoy aquí. Pronto te enviaré algún otro correo con lo que ha pasado.
Cuídate.
Russ.
Para: Holmes.
De: Watson.
