Capítulo IV

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Brent

¿Bebé donde quieres ir ahora? –me preguntó Débora mi novia.

—No lo se tu eres la que decides–respondí sin gana.

—Bebé ¿qué te pasa?

—Nada, mejor sigamos –contesté dándole una sonrisa más falsa que la masculinidad de Mía Cepeda y todo su cuerpo.

Caminamos al rededor de veinte tienda buscando más y más vestido para Débora ya estoy cansado de subir y bajar escaleras en el centro comercial. Lo peor de todo es que soy yo el que estoy pagando sus compra no me preocupa por que soy un chico que tengo dinero como para comprar un pueblo.

—Cariño paga–dice Débora sacandome de mis pensamiento.

—Claro no hay problema–pase mi tarjeta.

—Lo siento pero la tarjeta no funciona–dice la cajera.

—No puede ser, intentelo de nuevo–ella volvió y la paso.

—Lo siento pero no funciona–me pasa la tarjeta. No puedo creer que en realidad mi papá cumplió lo de cortar mi tarjeta, por ponerme de chistosito.

—Esto tiene que ser una broma –me mira Débora enojada.

—Al parecer no–la miro —Ni modo te toca pagar a ti ahora–dije mientras me dirijo a la salida y la dejo en la caja.

—Espera–me tomó del brazo—Yo no traje bolso recuerda y en el es que está mi tarjeta haci que busca con que pagar por que ese vestido y esos tacones ¡los quieros! –exclamó lo último.

—Esta bien veré que hago, tu solo espera aquí–me dirijo a la salida nuevamente.

—Que vergüenza Dios–alcance a escuchar que dijo Débora antes de yo salir.

                      (......)

Awilda

Después de un torturoso entrenamiento con Austin, Ema y yo decidímos salir al centro comercial a comprar las cosas que usaré en las clase de arte que tendré que tomar para hacercarme a la hija del señor Pattinson.

—Voy al baño –avisa Ema yo solo asiento.

Nos encontramos en una cafetería que hay antes de llegar al centro comercial.

—Aquí tiene–dice un chico poniendo dos jugos que pedimos Ema y yo cuando llegamos al lugar.

—Gracias–el chico se retira, bebo un poco del jugo de manzana que por cierto esta muy rico.Ema todabia no regresa.

Un auto se estaciona frente a la cafetería de el sale tres chicos armados y con pañuelos cubriendo sus boca,los puedo ver por el gran vidrio que hay en la cafetería. Se introdujeron a la cafetería.

—Esto es un atraco –grito un chico que traía un pañuelo azul cubriendo su boca y todo el mundo empezó alborotarse, por suerte no había muchas personas en la cafetería—No se muevan si no quieren salir heridos–volvió a decir el mismo chico.

—Tu procura sacar todo el dinero de la caja–habló el que traía un pañuelo negro a su otro compañero que llevaba un pañuelo rojo. El del pañuelo rojo asintió , el chico del pañuelo negro miro a mi dirección cruzamos miradas.

—Ya está vámonos–habló el de pañuelo rojo. Ello se hiban a marchar pero el del pañuelo negro fue donde yo estaba me apuntó con el arma —o Dios ya valí–pensé.

—Tu ¿tienes un papel y una bolígrafo?–dijo con una voz amenazante, yo solo asenti—Bien pasa–yo saque una libreta y un bolígrafo de la cartera que llevaba, el me los arrebató y apuntó algo luego me lo paso —Escribe tu número.

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