Capítulo XXXV

19 7 2
                                    

Awilda

Le conte a Brent que estaba embarazada a lo cual tubo una reacción diferente a la que yo esperaba. Pensé que me diría algo haci como que no era de el o que albortara pero se lo tomó con calma.

Me dijo que teníamos que decirles a mis padres y es por esa la razón que estamos en la puerta de mi casa. Brent tocó el timbre y lo miré raro.

—No tienes que hacer eso tengo una llave. –digo mostrandosela.

—Tenías que decirlo antes. –dice mirándome mientra abro la puerta.

Al abrir la puerta me encontré con Irina al parecer ella hiba a abrir la puerta al escuchar el timbre cuando Brent lo tocó.

—Señorita Awilda, me da gusto verla por aquí su madre le vendrá muy bien su visita. –se por que lo dice, la muerte de mi hermano la dejó a mi madre muy triste.

—Gracias Irina. –digo con una sonrisa.—Irina te presento a Brent, Brent ella Irina.

—Mucho gusto joven. –dice Irina estrechándole la mano a Brent.

—¿Donde están mis padres? –pregunto.

—Su madre está en el jardín y su padre está en su despacho. –a siento.

Tomo la mano de Brent y lo encamino junto a mi hasta la puerta del despacho de mi padre.

Toqué y escuché un pase desde adentro haci que abri la puerta y entre junto a Brent, mi papá se quedó mirándolo raro.

Me acerqué a el y le di un beso en la mejilla para luego abrazarlo.

—¿Como as estado papá?

El suspiró.

—Mejor.–me miró y luego miro a Brent. —Tu cara se me hace conocida.–dice refiriéndose a Brent, ví como Brent se ponía pálido.—Ahora recuerdo, tu eres el hijo del difunto Luis Miguel Pattinson alías El Chacón. –Brent bajó la cabeza.—No te sientas mal tu no tienes la culpa de que tu papá saliera un sin vergüenza.

—Tiene razón señor. –responde.

—¡Como que señor! ¡me esta llamado viejo! –Brent negó. —Solo dime Taylor de acuerdo. –Brent asintió.

—Papá Brent y yo queremos decirles algo a ti y a mamá. –dije un poco nerviosa.

—Pues vallamos hasta el jardín donde está tu madre.

Salimos del despacho de mi papá y caminamos hasta el jardín donde encontramos a mamá sentada mirando hacia la fuente que hay en medio del jardín.

—Mamá.–llamé.

Ella miró a mi dirección y sonrió.

—Hija que bueno que estas aquí.–se paró y me abrazo cuando llegué a su lado.

—¿Como estas? –pregunté.

Ella me sonrió.

—Extrañando mucho a tu hermano y tratando de salir adelante. –se les pusieron los ojos aguado.

—Te entiendo. –suspiro.

—Hija que es lo que nos tienen que decir tu y el chico acá. –mi papá habla antes de que nos pongamos a llorar y le agradezco por eso.

Ví como Brent se tensaba.

—Si, sierto papá gracias por recordarme. –mi madre me miro atenta. —¿Que tal si nos sentamos?

—Si entremos a la terraza. –dice mi madre.

Nos aproximamos a la casa llegamos a la terraza y nos sentamos en las mecedora que están en la terraza.

Territorio De Enanas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora