Territorio De Enanas

Capítulo XXI

Awilda

Hoy es el día en que ariesgare mi vida por culpa del FBI.

Me puse el arete que me faltaba y me mire en el espejo para observar como quedé. Ayer junto a Ema fuimos a el centro comercial y compramos la ropa con la que iríamos a la fiesta, la fiesta será algo elegante haci que compramos vestido sencillos pero elegante a la vez.

Mi vestido es negro que deja en descubierto mis hombros y llega hasta las rodillas.

Salí de mi habitación ya todo lista y toque la puerta de Ema para ver si ya está lista, toque dos veces y de una vez me abrió.

—¿Como me veo? –dice dándose la vuelta para que la vea.—¿Y?

—Estas hermosa. –le digo.
Ema lleva un vestido rojo de tirito largo hasta sus pies con un escote en la espalda y un abierto que va desde su cintura hasta donde termina el vestido abajo.

—Tu igual, si fuera hombre hace rato te ubiera cojido aquí mismo. –dice riendo, provocando que yo riera igual.

—Hay que irnos para que nos se nos haga tarde.–digo.—A espera tengo que ir por mi bolso.

—Claro, ve mientras yo término de meter mi mini portátil y algunas cosas en la mochila. –la miro raro. —¿Qué? Mi hermosa Vivi no la dejo en ninguna parte, además ¿donde llevaré ésto? —me señala la mini portátil.

Salgo de su habitación y entro a la mía, tomó mi bolso y vuelvo a salir y encuentro a Ema ya con su Vivi como ella le puso a la mochila puesta.

—Are you ready? –pregunta Ema.

—Yes.–contesto y me entra curiosidad de saver como rayos Ema consiguió la invitación.—Oye Ema ¿como conseguiste la invitación de la fiesta de Pattinson?

Ella me miro algo rara. —Me la dio Austin. –la mire extrañada, por que se el me mando a mi a que tratara de hacer a que me invitaran y eso algo que no me fue difícil pero a Ema si le pudo conseguir una invitación.
Esto está raro o solo soy yo.

▪▪▪▪▪▪

Llegamos a la casa o más bien mansión del señor Pattinson.

—¡Wao! –exclamo sorprendida al observar el lugar.

Ema y yo caminamos a la entrada donde había una mujer junto a dos hombres. —Sus invitaciones. –dice la mujer, se las entregamos y nos dejaron pasar.

Al pasar la puerta e introducirno a la casa me sorprendo aún más por ver lo grande que es. En el lugar hay muchas personas que se ven que son de la alta sociedad.

—Puedes darme sus bolsos para guardarlo. –nos dice una mujer.

—Es.. –voy hablar pero soy interrumpida.

—No te preocupes, sus cosas la llevaremos a mi habitación. –escucho que habla Anjoly la cual fue la que me interrumpió.

—Ok, señorita. –dice la mujer amablemente.

—Hola.–sonríe Anjoly. —Ema viniste, pesé que no vendrías. –me quedé confundida.

—¿Ustedes se conocen? –las mire confundida.

—Claro somos a..

—Si, nos concimos....ahorita en.... Una cafetería. –dice Ema interrumpiendo a Anjoly con un tono un poco nervioso.—¿Sierto Anjoly?

—Aah Si, si. –asiente sonriendo.

—Voy al baño. –dice Ema antes de perderse entre la gente.