Capítulo XXIII

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Awilda

Llegué al departamento entré despacio rezando para no encontrarme ni con Wilber, ni con Ema , algo que si me funcionó por que no me encontré con ninguno de los dos.

Rápido subí a mi habitación y entré, de una me despojé del vestido que llevaba y me entre al baño a darme una ducha.

Todavía mi mente no puede aceptar que haya perdido la virginidad, y no tanto el averla perdido si no que fue con Brent, un chico que tiene novia, es hermano de una amiga y aparte es hijo del hombre al cual estoy reuniendo información para mandarlo a la cárcel.

Luego de haberme bañado, salí y rápidamente me cambié, escuché la puerta de mi habitación sonar.

Abri la puerta. —¿Qué deseas?

—Hablar contigo, desde anoche no te volví a ver. –dice Ema entrando para luego sentarse en la cama.

No dije nada y la miré. —Estas extraña ¿que te hicieron anoche? –me miró curiosa.

—Anoche me pasó algo horrible. –digo, siento como mis ojos empiezan a ponerse aguado.

—Me estas asustando Awilda ¿qué te hicieron y quién fué para asesinarlo? –dice en un tono de preocupación.

—Anoche pedir mi virginidad. –digo de repente, veo como Ema me mira sorprendida y luego posa una sonrisa en sus labios.

—Y ¿por eso estas triste? –me  mira y quita su sonrisa. —¿tan malo que estas tan mal y apagada? NO ME DIGA QUE TE VIOLARON POR QUE HAY SI QUE VA HABER PROBLEMA. –dice gritando lo último.

Sentí como lágrimas resbala por mis mejillas. —No, no...fu...e una viola...ción eso quiero cre...er. –digo entre sollozos.

Ema se acercó a mi y me abrazó. —No llores. –dijo quitando mis lágrimas con su pulgar.—Calmate y dime que fue lo que sucedió. –dijo soltandome y mirándome atenta.

▪▪▪▪▪▪

Le conté todo lo que sucedió anoche hasta cuando desperté en la mañana ,Ema me miraba sorprendida.

—Estoy confundida. –me mira. —¿Quien los drogó?

—No lo sé, yo pensaba que era Brent el que me había drogado,pero al verlo como se quedó de confundido cuando despertó y me vió, hace que dude. –la veo fruncir el seño.

—Hay que investigar sobre quien les hizo eso. –se quedó pensándo. —Ya sé, me entraré al sistema de cámaras de la casa de Pattinson alguna camara debió de haber captado algo.

—Seguro que si.

Ema me miró con una sonrisa pícara. —Y ¿como se siente ser desvirginada? –la miré mál. —Ya solo estaba bromeando.

—No brome con eso, todavía me duele hay abajo. –Ema río como loca y no me quedo de otra que reír con ella.

—¿Quieres ver una película?–pregunta Ema acomodandose en la cama.

Asiento con la cabeza. —xXx reactivado por favor. –pido.

—Bien.

Pasamos la mañana y parte de la tarde tiradas en mi cama viendo películas y comiendo.

—No siento mi pies. –dice Ema parandose de la cama y golpeando su pies contra el piso.

Trato de moverme pero tampoco siento mis pies. —¡Espera! Yo tampoco.

—¡CHICAS!.–entró Wilber gritando.

Ema y yo lo miramo mal.

—¿Quien se murió? –dice Ema divertida.

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