Capítulo VI

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Ema

Deje a Awilda empacado en su casa mientras yo me adelante a mi apartamento que ahora compartiré con ella.

Escuche mi celular sonar dentro de mi mochila, lo saque y observé la pantalla antes de contestar, encontrandome con una llamada de mi madre.

—What up mother–desidi contestar.

—Hola Cariño–escuche del otro lado.

—¿Que deseas? –pregunté.

—Hermione solo te llamo para avisarte que mañana iré a visitarte a tu departamento con Yeri te la quiero presentar.

—Mamá no me llames así que no me gusta–proteste por haberme llamado por mi segundo nombre.

—Tu siempre de amargada.

Como digas–rode los ojos–Te espero entonces.

—Esta bien, besos linda–corto la llamada.

Espero y mi mamá no se le ocurra malinterpretar las cosas como lo hicieron los padres de Awilda por que ella se mude con migo.

Escuche el timbre sonar haci  que fui abrir de seguro es Rubí es la que más me visita y tiene par de días que no se aparece por aquí, pero me lleve la sorpresa de que no era haci.

—¿Tu que haces aquí?–pregunté fastidiada al verlo en mi puerta.

—No me invitaras a pasar–contestó riendo sabiendo que me estaba irritando con su presencia.

—Andrew enserio ¿Que haces aquí? –volví a preguntar.

—Me dejaras aquí parado y no me invitaras a pasar que mala educada eres Ema–me hice a un lado y lo deje pasar espero que se valla pronto.

—Ahora que quieres que haga por ti que te busque jugó, té, agua–hable irónica rodando los ojos.

—¿Tanto me odia? –preguntó.

—Nunca e dicho que te odio.

—No parece, con esa forma que me tratas y me miras pareces que me quieres tirar dagas por los ojos.

—No seas mentiroso –me defendí.

—¿Me puedes decir donde está el baño?–se paro del sofá donde estaba sentado y me miro.

—Claro solo tiene que subir la escalera y cuando llegues al pasillo veras seis puerta la blanca es la del baño–le indique.

Ví como subió las escaleras y desaparecía de mi campo visual,me quedé observando el lugar , pasaron unos cinco minutos y Andrew no bajaba haci que decidí subir.

No escuche ningún ruido en el baño ví la puerta de mi habitación abierta, entre y me encontré con Andrew sentado en uno de los sofás que hay observado el paisaje que se ve desde mi habitación por la gran pared de cristal.

—No te enseñaron que no debe de meterte en cuartos ajenos–hable y el se sobresalto por que no se había dado cuenta de que yo había entrado.

—Lo siento, es que ví la puerta abierta, me dio curiosidad y entré –explicó—Linda vista.

—Lo se, es hermosa desde aquí puedo ver la ciudad–me senté a su lado.

Nos quedamos en silencio, pero no un silencio incómodo sino un silencio agradable y por primera vez en mi vida no siento ganas de matar a Andrew.

Recuerdo que desde que me convertí en amiga de Awilda y empeze a ir a su casa Andrew no dejaba de molestarme, después de un tiempo empezó a gustarme pero desde que me entere que salía con alguien, me hice de cuenta que no existía.

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