27. Libre y feliz.

543 79 5
                                    

Elleny.

Domingo, 21 de enero de 2018.



La jornada de trabajo la llevé a cabo en un abrir y cerrar de ojos. Generalmente se me hacía amena y rápida, pero hoy en especial.

Quizá se debía a que en la mañana, apenas me desperté, me encontré con un mensaje de Afraid en mi bandeja de entrada. Me invitaba a una cena en la noche y sin opción de dar un no por respuesta.

Un ¨no¨ que de todos modos, no pensaba darle.

La verdad que hablar un poco con las chicas sobre Afraid, me había hecho perder un poco el miedo. Yo no podía tratar de poner y subir barreras entre nosotros cuando a leguas se notaba que ellas serían destruidas con alguna charla a media noche o una cena compartida. Era inevitable para nosotros acercarnos y complementarnos como lo hacíamos. Si las cosas funcionaban, ambos trabajaríamos en hacer que siguiese siendo así, y si no, ambos teníamos la suficiente madurez como para aceptarlo, hablarlo y mantener nuestra amistad. Después de todo, no eramos niños. Eramos adultos y principalmente yo, tenía que comenzar a comportarme como tal.

Lo comprendí todo de manera más clara la noche anterior. Yo había decidido por él y evité invitarlo a el evento de Pauline para no hacerlo sentir presionado. Un error total, pues lo correcto hubiese sido plantearle la propuesta y esperar su respuesta. Si él sentía que yo había cruzado un límite, no hubiese dudado en decirlo, y en el fondo, creo que esa fue parte también de la razón de mi omisión. No tengo la valentía suficiente como para haberme arriesgado a un posible rechazo. No de su parte.

De muchas de las cosas que tenía aún que trabajar en mí, la seguridad era la principal.

Muchas veces nos confundimos y creemos que la seguridad en nosotros mismos se limita a la manera en como lucimos frente a un espejo y cuan comodos nos sentimos con eso, pero no es solo ese aspecto.

A veces no comentamos algo, por inseguridad en nosotros y a nuestra opinión.

A veces no defendemos lo que sentimos por inseguridad a no ser suficientes para esa persona.

A veces no nos arriesgamos a perseguir algo que anhelamos por inseguridad con nosotros mismos.

A veces permitimos que nos pisoteen y no nos valoren porque estamos seguros de que no somos suficientes para nadie.

A veces renunciamos a miles de cosas por no tener confianza en nosotros y eso es demasiado triste.

Pero más triste es solo lamentarse y quedarse plantado ahí sin buscar una solución. Por eso, para comenzar, apartaría el miedo y la inseguridad de mi vida y comenzaría a arriesgarme a cosas que nunca antes hice, principalmente querer. Aunque luego de haber pasado tanto tiempo en soledad, refugiada solo en mi, no sabia si seria capaz de hacerlo. No sabia si seria capaz de querer a alguien.

Divise frente a mi la residencia donde vivía y me apresuré dentro.

La estación de transporte quedaba a algunas cuadras de el mismo y los días que no tomaba un taxi de regreso, ni el aventón con alguna de las chicas, me tocaba caminar esas cuadras.

Para el momento en que abrí la puerta del apartamento, me encontré con una asqueada Lizzie que ingeria una bebida color verde, la cual no lucia para nada apetecible.

—¿Nuevo detox? —Traté de adivinar.

—Nuevo fracaso—Escupió ella junto a un trago del mismo jugo.

Entre tu luz y mi sombra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora