Elleny.
Miercoles, 3 de enero de 2018.
La tormenta de nieve duró más de lo que hubiese deseado, o quizá menos de lo que esperé. Aún no podía definirlo bien. Lo que sí, es que compartir dos días con Afraid, me hizo recordar la razón por la cual había decidido alejarme en un principio.
Entre él y yo había demasiada química, él también lo sentía, yo podía notarlo. Y eso, me generaba un miedo arrasador. Él merecía una persona mucho mejor que yo. Alguien que no llevase consigo un equipaje tan pesado y pudiese ayudarlo a cargar el suyo.
Me sentí desfallecer cuando en año nuevo lo vi romperse y llorar frente a mí. Me sentí desfallecer cuando noté que él me había estado necesitando y yo por celos y egoísmo había estado lejos.
Sin embargo, me sentí desfallecer también cuando decidí besarlo. Y no desfallecer de tristeza o dolor como en las otras ocasiones.
Desfallecí de éxtasis cuando sentí el contacto de nuestros labios y cuan bien encajaban.
Entre él y yo había una delgada línea que en cualquier momento el otro lograría atravesar y nos llevaría directo a un caos. Solo deseada, no ser yo quien diera ese primer paso.
Teniendo los sentimientos a flor de piel, tomé la libreta que tenía a mi lado y sujeté con decisión el lapicero que estaba sobre ella.
Quería comenzar a trabajar en un nuevo proyecto. Escribiría una novela. Aún no sabía muy bien sobre que se trataría y menos su trama, sin embargo, había comprado una libreta para comenzar a plasmar todas mis ideas allí y poco a poco ir armando y dándole forma a lo que esperaba, fuese el primero de muchos proyectos.
La puerta de la habitación se abrió y entró una cautelosa Lizzie.
—¿Qué haces? —Preguntó ella mientras se sentaba de piernas cruzadas en un extremo de la cama.
—Voy a comenzar a plasmar las ideas—Le comenté. Ya le había comentado a las chicas sobre mi idea y había tenido el total apoyo de todas, por eso, ella chilló de alegría en reacción a mi respuesta.
—Me encanta, Elly. De verdad. Te ayudará mucho a sentirme mejor. Tu mente estará ocupada en algo y eso va a ayudarte.
—Eso espero.
—Además, no dudo que serás muy buena en ello.
—¿Eso crees?
—¡Por supuesto que sí!
—Ya veremos.
—Por cierto...—Me extendió su teléfono—Te escribió Afraid.
Miré la pantalla de teléfono y leí las líneas de Afraid donde pedía que me contactara con él apenas pudiese. Negué con notable diversión, pues solo habían pasado horas desde que había dejado su casa.
—Dame un momento—Tomé el teléfono, copié su número en la parte superior de una página y se lo devolví a Lizzie.
—¿No le responderás?
—Sí, pero lo haré de mi teléfono. Voy a activarlo.
Un asentimiento de su parte y silencio fueron su respuesta.
—Supongo que es momento de enfrentar la realidad.
—Sabes que nos tienes a nosotras Elly. No estás sola ahora. Además, también lo tienes a él.
Una risa nerviosa escapó de mis labios.
—Y no sé si eso es bueno o no—Confesé. —Me da miedo.
—¿Qué es lo que te da miedo en realidad?
—Él no merece sufrir.
—¿Y tú sí?
—Yo tengo más probabilidades de dañarlo todo—Respondí.
Dolió confesarlo en voz alta, pero a la vez se sintió bien sacar un poco de mis miedos.
— En realidad, creyendo que eres un desastre, lo estas dañando todo. Te estas negando a una posibilidad, y eso es peor que cometer un error.
—¿Tu crees?
—No lo creo, lo sé. Luego te arrepentirás.
***
Miercoles, 10 de enero de 2018.
Por ordenes de Trinity, habíamos tenido una semana libre en el trabajo. Fue una semana super provechosa en la que descanse y en la cual había adelantado mucho las ideas sobre la historia que quería escribir. Me enfocaría en una etapa de mi vida que no había sido capaz de contar a nadie aún, pero que sabía era solo una de las tantas chicas que habían pasado por ello. Crear una historia basada en ello, sería una manera de hacer eco a todas esas voces que nunca hablaron. Por pena, vergüenza, miedo o asco, nunca lo hicieron.
Mi teléfono sonó anunciando un nuevo mensaje y lo tomé. Era Afraid.
Llevaba una semana sin verlo, pero no habíamos durado más de algunas horas sin hablar. Haber activado mi teléfono, fue un completo regalo para él, pues decía que así me sentía más cerca. Aún nadie de mi familia me había contactado y ese fue un decepcionante alivio.
No necesitaba que lo hicieran, sin embargo, pensé que lo harían.
Sacudí mi cabeza y leí el mensaje.
Afraid: Se acaba de ir la luz. Esto está MAL.
Yo: ¿Qué es exactamente lo que está MAL?
Envié la respuesta y esperé un par de segundo por la de él.
Afraid: Le tengo miedo a la oscuridad.
Yo: Deberías aprender de mí, hasta juego con las sombras.
Su respuesta fue inmediata.
Afraid: Por favor Elly... Las personas como tú, que desprenden luz, no crean sombra.
Mi corazón latió fuerte ante sus palabras y sonreí.
Yo: Entonces rodéate de personas como yo, y así lo verás todo más claro.
Afraid: Tranquila. Ya te tengo a ti.
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Entre tu luz y mi sombra.
Genç KurguLa vida para Elleny, empezó a perder sentido desde que era apenas una niña. Una niña que cargaba con el peso de pérdidas irreversibles y sucesos imborrables. Elleny sabía que era luz, pero su oscuro pasado tenía un propósito: Apagarla. A sus veinte...