Capítulo 15

817 138 172
                                    

Pasaron varios días y Geno estaba en el cuartel contando las armas que había recolectado junto a Reaper en la misión pasada, habían atracado un almacenamiento enemigo con éxito gracias a las habilidades de sigilo del adverso, ni siquiera tuvieron que escapar corriendo, evitaron las peleas con éxito.

Reaper en ese momentos estaba descansado en el sofá de aquella guarida hasta que ambos esqueletos escucharon pasos acelerados por la entrada, pronto, Outer se asomó bastante agitado por la carrera y Geno pensó lo peor.

— ¿Qué ocurre? —Preguntó dejando a un lado la ametralladora, se acercó al médico que buscaba recuperar el aliento antes de hablar.

— Es Stave... Aceptó contar todo lo que sabe. 

— ¿De verdad? 

Outer asintió y Geno sintió que esa noticia era mucho más valiosa de lo que suponía que un joven contara su versión de la historia; se colocó el cinturón donde tenía sus armas y avisó a Reaper que le acompañara, desde que había sido oficialmente un compañero de trabajo, casi todo lo hacían juntos.

— Te seguimos, Outer. 

— Bien, tengan cuidado, habían varios militares por la zona, por eso no traje a Stave conmigo.

Los tres partieron en sigilo por varias cuadras, burlando a los militares y llegando a los minutos a otro edificio de ocho pisos, como el ascensor estaba averiado a falta de energía tuvieron que subir las escaleras, actividad que Geno detestaba, su salud pese estuviera estable, a veces perdía el aliento.

— ¿Y quién es Stave? —Preguntó Reaper muerto de curiosidad, no había podido preguntar debido a que tenían que mantener silencio, hasta ahora.

— Es un joven que encontramos junto a Geno escapando de los militares. —Respondió Outer, varios escalones más arriba— Presentó muchos cuadros traumáticos y no ha sido hasta hace unos días que ha podido hablar fluido. 

— Aw, fueron buenos y lo salvaron. 

— Yo lo quería abandonar. —Dijo Geno sin mucho arrepentimiento, desde su aparición ha sido una carga para Outer, pese él negara la incomodidad de tener un protegido, su cargo de médico ha sido ineficiente ese último tiempo.

Reaper silbó, sorprendido por esa falta de empatía por el muchacho.

Cuando llegaron al piso séptimo, el de bufanda se detuvo de repente, como Reaper estaba a su lado, fue el primero que lo notó, desconcertado por el rostro de aflicción de su compañero. 

— Geno, ¿Qué te ocurre?

El de bufanda se había tomado el pecho encorvando su espalda con notable fatiga, su respiración estaba pesada y ligeramente acelerada, Outer se detuvo al escuchar los problemas escalones más abajo y preocupado también se acercó al revolucionario.

— ¿No has tomado tu medicamento? —Preguntó Outer pasando sus manos por el pecho de Geno, el pobre apretó los labios mientras desviaba la cabeza.

— ¿Eh? ¿Estás enfermo? 

— ¿No que... sabías todo...? —Contestó Geno, quitando las manos de Reaper y Outer de su cuerpo, prosiguió subiendo los escalones— Subamos de una vez.

El de ropas felpudas respiró profundo, y palmeó el hombro del contrario, murmuró.

— Seguro te lo cuenta después, no lo hagamos esperar.

Reaper frunció el ceño, todavía desconcertado de lo que acababa de presenciar.

Pronto llegaron al piso octavo y el doctor les condujo a uno de los departamentos, eran grandes, las típicas lujosas con grandes espacios y dos baños; conservaba todos los muebles dando a entender que fue abandonado a último minuto, por lo que habían bastantes comodidades. En el salón estaba el joven de pecas, tapado con una sábana su espalda mientras tomaba agua caliente, al ver que había llegado alguien, y notar que era su salvador, sonrió contento.

Sistema corrupto ¦ AfterdeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora