Capítulo 10

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Con los cuerpos cubiertos de energía, Geno, Nightmare y Killer se escabullían por el gran patio de una pequeña mansión, de solo dos pisos pero bastante ancha. Había sido difícil llegar allí, pues a cada esquina había una cámara instalada y para no levantar sospechas, lo mejor era pasar sin ser vistos en vez de hackearla antes de tiempo.

Nightmare en medio de su investigación, encontró un lugar para beneficio suyo, la casa de uno de los políticos más importantes del gobierno actual, y además de uno de los capitanes de los militares; eran pareja, y quitarles la vida podría matar dos pájaros de un tiro. No obstante, como era un pez gordo, habían muchos obstáculos, principalmente trampas que podían ser desactivadas solo por Killer. 

— Ah... Acá no me llega una señal estable para infiltrarme. ¡Geeeno, tío! ¿Cómo serás nuestro presidente si no sabes leer planos?

— ¿Qué tiene que ver saber leer planos con ser presidente? —Preguntó molesto el de bufanda, extendiendo el plano de la mansión, obtenida por Nightmare. 

— ¿Se pueden apurar? A esta hora el político ese se va y perderemos una gran oportunidad. —Gruñó el de huesos negros, vigilando desde una esquina entre las plantas. 

— Bien, acá está la línea de cámaras del primer nivel, podemos ir por el norte pero estaríamos acercándonos peligrosamente a la caseta. 

— Caseta... Umh... —Killer se quedó mirando la caseta entre los arbustos, sobándose el mentón en gesto pensativo, cosa que duró poco, pues pronto sonrió; se dirigió al mayor— Oe, ¿A qué hora se iba ese pequeñajo político? 

— En veinte minutos.

— Hehe... Amaré esto. —Se frotó las manos, pero antes de poder levantarse y actuar por su cuenta, Geno le tomó por el hombro para botarlo al suelo otra vez.

— ¿Qué crees que haces? ¿Puedes decir al menos lo que vas a hacer?

— Ustedes solo miren desde aquí. Felizmente no hay cámaras en esas casetas tan burdas. —Y guiñó la cuenca, tomando bien su cuchillo para esta vez, salir de su escondite y pasar a hurtadillas por sus talones, devolviéndose.

Los dos restantes se quedaron mirando expectantes, con el ceño fruncido por lo impulsivo que podía ser ese hacker, no podían regañarle más, pues gracias a él seguían vivos después de tantos eventos. De todos modos, el de huesos oscuros se cruzó de brazos y se arrodilló para estar más camuflado, murmurando quejas.

Killer llegó a la caseta que Geno había mencionado e indicado en el plano, seguía estando a una distancia suficiente para que Night y Geno pudieran ver, y la escena no fue nada bonita. El hacker desde atrás, abrió la puerta e introdujo su cuchillo por la nuca del guardia, de tal modo que sus cuerdas vocales se partieran en ese instante y no pudiera exhalar su último aliento. Pronto el cadáver cayó junto a Killer para esconderse ante cualquier cosa, y a los segundos, el de bufanda escuchó desde el transmisor su voz algo influenciada por la adrenalina de asesinar.

— Probando probando, señales interrumpidas para avisar que todo está bajo control, desde acá puedo manipular las cámaras y las trampas ~ Así que el resto se lo dejo a ustedes. 

— Eres un enfermo. —Respondió Geno.

— Lo que sea, no lo arruines, Killer. —Habló Nightmare, guardando el aparato en el bolsillo mientras tironeaba al menor, apurándole— Vamos, yo mato al militar este y tú buscas en los salones.

— ¿Y qué hay de Blueberry? 

— Estoy seguro que Killer querrá hacer algo al respecto.

Rodando su cuenca, el mayor se adelantó para llegar a la entrada principal, Geno le siguió por detrás, mirando de soslayo a su compañero encargado de la computación, colocándose el traje del guardia que acababa de matar. ¿Ese psicópata tenía alguna historia con ese político? 

Sin importarle mucho ese detalle, se adentró a la casa, bastante aliviado al saber que no debía alertarse por las trampas, si sucedía algo ahí, sería difícil escapar, no podía dejar todo hasta ahí, tenían que sobrevivir con o sin la información que estaban buscando.

En medio de su búsqueda por las habitaciones, escuchó unos pasos en la sala continua, teniendo que apegarse a la pared a falta de puerta, desde allí, pudo ver a dos esqueletos hablando, debido a la distancia y al volúmen de sus voces, no podía entender su conversación, pero por su apariencia sabía de sobra quienes eran.

El más bajito, el de pupilas celestes y traje era el ministro de interior, Blueberry, mientras que su pareja, era capitán de los militares al mando, ambos eran pareja desde antes de los eventos, y podía decirse que era el par despiadado del gobierno, siendo las principales fuerzas en mover toda la dictadura, y si los mataban ahora, el bando contrario se debilitaría bastante.

Blue se puso de puntillas para besar al capitán, llamado Dust, haciendo evidente que Geno estaba invadiendo privacidad, cosa que no le importó en lo más mínimo, apenas percibió que el menor abandonaba la sala, buscó un lugar donde esconderse. Blue era presa de Killer y Dust de Nightmare; estos últimos sabían pelear a comparación del de bufanda, que apenas podía controlar su respiración ante las carreras que debían darse al escapar. 

Una vez el área estuvo despejada, entró a la habitación donde ambos mandos habían estado dándose afecto, había una gran biblioteca variada en contenido, pero rico en los conocimientos que Geno estaba buscando, no pudo evitar soltar un resuello ante tanta delicia cultural y política.

— Por fin... ¡Esto es más que suficiente! —Se dijo triunfante.

Estaba demasiado distraído como para entender en lo que se estaban metiendo al estar allí, y lo que se estaba perdiendo en la caseta donde Killer miraba con una sonrisa complaciente cómo su querido infiel temblaba al verle.

Sistema corrupto ¦ AfterdeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora