Capítulo 12

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Geno seguía con la imagen de Killer y la cabeza del ministro de interior en sus manos, cubierto de sangre y con un río del mismo líquido salir de todos los cadáveres. Se había vuelto una pesadilla recurrente así que Nightmare le recomendó contra su voluntad que desistiera e hiciera encargos secundarios para que volviera a recuperar la calma y así no diera órdenes como idiota a la hora de la verdad. 

Error fue quien se ofreció, a regañadientes, acompañarlo por las calles para buscar algún sicario desprevenido. El de bufanda aceptó, aunque siempre fijándose en sus pies cada vez que caminaban, marcando un silencio sepulcral perturbado por sus pisadas.

— Uhg, Geno, deja de estar así. —Se quejó el azabache, harto de que su hermano estuviera tan deprimido, ni con los ataques anteriores había quedado tan tocado— Killer murió porque quiso.

— Sí, pero... No puedo creer que hayamos perdido un gran aliado por tales pensamientos tan...

— ¿Tan fuera de sí? —Preguntó deteniéndose, el mayor lo hizo posteriormente, mirándole algo dudoso— ¿No crees que eso es hipócrita de tu parte?

Geno frunció el ceño y ocultó su boca en su bufanda, odiaba que le remarcaran que sus acciones tampoco eran las más puras, que podía pasarse de la raya, realmente quería evitar esa realidad mental. El menor aprovechó que lo había dejado sin palabras para revisar el dispositivo que tenía entre sus manos.

— En fin, esta zona ha sido evacuada tras el incidente del ministro de interior, el capitán Dust está muy furioso. —Comentó leyendo las noticias.

— Lo escuché en la radio. Tengo entendido que la guardia se duplicará en ciertos sectores para encontrarnos.

— La tendrá difícil. —Dijo gallardo— Tengo deseos de asesinar un par de militares.

— ...Pues alguien ha llegado antes.

El azabache miró confundido al adverso, quien al llegar a la esquina se detuvo pasmado, indicando con el índice la calle, habían varios cuerpos tirados en el suelo, pero con distintos trajes como para saber de qué bando se hallaba el culpable; entre civiles, militares y guardias. Ambos hermanos quedaron estupefactos, pero no fue que escucharon un ruido que se escondieron de nuevo a la vuelta de la cuadra.

— Qué cojones, esto no sale en las noticias. —Susurró exaltado el de huesos negros, buscando rápidamente algo que les dijera qué sucedió, Geno por su parte era quien vigilaba intentando interceptar con el enemigo, la sangre estaba brillante por lo que había sido un suceso relativamente reciente.

— No todo sale en las noticias, Error. —Murmuró entonces, frunciendo el ceño— Dios... Quizás solo era alguien que consiguió un arma y disparó a lo loco, seguramente lo mataron y es uno de esos civiles...

— ¿Entonces dice que todo está seguro? 

Geno negó, mientras tomaba el arma de su cinturón, el contrario al ver este gesto, hizo lo mismo, preparándose para lo peor.

Ambos se asomaron y caminaron despacio hasta los cadáveres, buscando algo de valor y municiones, no obstante un sonido contundente los alarmó y Error, reaccionando tomó el brazo de su hermano para tirarlo hacia él y evitar que una bala cayera en su cuerpo, la bala quedó interceptado en uno de los cadáveres.

— ¡Uhg, ¿una emboscada?! —Exclamó Error.

Pero no se oyó ningún disparo, ambos se miraron pero otra clase de sonido les llamó la atención, ambos subieron la mirada, chocando con el poste de luz. Arriba, un esqueleto estaba colgado con las piernas columpiándose en el fierro, portaba una ametralladora en sus brazos, sonriente y despreocupado de todo.

Sistema corrupto ¦ AfterdeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora