Capítulo 20

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— ¿Qué tan grande es esto? —Gritó Reaper recargando su arma, iba matando a quien se les cruzara y tomando sus armas para tener munición infinita, Geno también hacía lo mismo mientras Stave solo corría al lado del segundo nombrado, mirando el suelo para evitar inquietarse por la cantidad de muertos que habían, queriendo tirarse por la ventana, no le quedaba nada por hacer en ese mundo de corrupción. 

— ¡No tengo idea! —Jadeó Geno, apretando la tela de su pecho para evitar perder el aliento—No conozco el camino y seguramente el presidente está huyendo.

El de bufanda sentía que el aire escapaba de su cuerpo pero un resuello lo ahogó cuando una bala atravesó su bufanda, tironeando al principio; se la tuvo que quitar. Miró hacia atrás y disparó, Reaper tomó a ambos para entrar a una sala, abriéndola por la fuerza con la que iban. Rodaron y llegaron donde había un esqueleto alto mirando el ventanal, un traje impecable con ambas manos a su espalda, bajando la cabeza por el ruido que provocaron los tres.

La pupila de Geno se contrajo al reconocerle, buscó su arma y lo apuntó aún en el suelo; Reaper se levantó:

— Voy a cuidar sus espaldas. —Dijo susurrando, saliendo del salón para evitar que alguien entrase.

Stave se arrodilló mirando a aquel hombre, no parecía estar preocupado por lo que estaba pasando; se secó las marcas de lágrimas y sudor, viendo de soslayo al revolucionario que se ponía de pie sin dejar de apuntar al sujeto que tenían en frente.

— ¿Cuáles son tus últimas palabras, desgraciado? —Insultó Geno, apretando con fuerza su arma queriendo apuñalar en vez de disparar.

El presidente se giró apacible y firme ante su condena de muerte, cerró ambos ojos.

— No importa qué hagas, esto está perdido.

— ¿Qué?

Confundido, Geno vio cómo del escritorio salía nuevamente Dust, había llegado antes y sin apuntar disparó; la bala interceptó en el pecho del joven de pecas, quien al sentir aquel ataque soltó un grito adolorido, cayó de lado abrazándose con fuerza, llorando de agonía por el dolor insoportable que sentía además del susto. En el mismo lapso Geno también disparó, pero por lo inesperado solo pudo atinar al presidente.

El hombre murió en el instante, y Dust sin importar que su "jefe" había caído, saltó el escritorio y sacó un cuchillo para intentar apuñalar al revolucionario. Geno apenas podía bloquear con su pistola, pero más de una vez el arma lograba dañarle sus manos. Estaba agitado, su cuerpo nuevamente se puso denso y hastiado, era una batalla perdida, no podía contra alguien como aquel sujeto. Se tropezó con Stave, cayendo directo al suelo boca arriba, tomando con sus manos las muñecas del militar quien intentaba atravesar su cuello.

— ¿Qué pasa, eh? ¿No puedes contra mí, maldita rata? 

No podía controlar su respiración, sus brazos temblaron, su garganta se había cerrado; no podía pedir ayuda por parte de Reaper, pues también se escuchaban gritos desde el exterior. Entrecerró su cuenca, mareado, no quería rendirse pero su enfermedad no le estaba ayudando.

Pronto un disparo detuvo el forcejeo, y la sangre se derramó en el cuerpo de Geno, Dust soltó un grito de dolor en su brazo, y el de abajo reaccionó para patearle y arrebatarle el cuchillo, con eso, lo apuñaló múltiples veces. 

— ¡Arde en el infierno! —Gritó, pero se agarró la garganta tosiendo, no había llevado su calmante, giró el rostro para ver el responsable del disparo.

Stave había dejado de gemir adolorido, ahora tenía la pistola que Nightmare  le había lanzado al principio de la misión, respirando débil y tendido en el suelo. La sangre brotaba de su pecho, sonrió aún con lágrimas en los ojos. 

Sistema corrupto ¦ AfterdeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora