Si, alteza. // Klance Galtean! AU [FINALIZADA]

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-Es que... -Keith cierra la cortina que hay como puerta. Keith se gira y le mira enfadado. -Lo siento.

-Alteza no... -suspira y coloca sus dedos en su frente. Cierra los ojos y le mira. -No es por mi, es por vos. Si le pillan podría ocurrir algo... -mira sus rostro detenidamente. Lance traga saliva. Esa mirada felina es... es intensa... es que se le clava en la mente. Es... es diabolicamente embelesante. -¿Te falta un pendiente? -Lance despierta de su trance y palpa su oreja. Se echa a reír avergonzado.

-Ah... eso... -mira el suelo. -Ha huido con mi pendiente. No te preocupes, no tienen apenas valor. Sacará algo de dinero pero... que no te preocupes. -Keith suspira. -Oye... esto me duele. - Lance frunce el ceño y mueve las muñecas. El sonido de metal resuena en ese lugar. Keith se arrodilla.

-Quieto anda... déjame a mi. - murmura en voz baja. El galra acerca sus manos a las ajenas. Joder, ¿siempre fueron tan grandes? ¿Por que a Lance le va a estallar el corazón? Traga saliva y observa el rostro de perfil de Keith. El mismo le dirige una mirada de reojo. Mierda. Ahí va el poco aire que le quedaba. ¿Siempre fue tan... yo que se... atractivo? Igual es el incienso. Si, debe ser eso. Keith fuerza la cerradura con su propia arma y hace que las esposas se despeguen en un metálico clic.
-Ya está. - murmura el galra. Lance se mira las muñecas. -¿Te duele? -niega.

-No, es de moverlas tanto. Estoy bien. -sonríe y observa los ojos de Keith mirar la mesa. Ups, las cartas.

-¿Que... hacías?

-Pues... leer mi futuro. -Keith bufa. -Era pitonisa. -mira a Lance de nuevo. Las esposas, el incienso, el lugar apartado... -¡Eh eh, que no íbamos a hacer nada!

-Vale... -susurra. Mira las cartas. -Vámonos. Me marea el olor a incienso...

-Si huele bien. - murmura de brazos cruzados. Mira las cartas de reojo y se coge las mencionadas. Quien sabe. Sale detrás del chico alto.

Después de un rato por el mercado, Lance se acuerda de a lo que iba.

-Keith eh... -el galra se gira. -El... tinte.

-Ah, que no lo has cogido. -niega. Keith quiere ahorcarse con sus propias manos. -Lan... Blue. -suspira. -¿Que has hecho? -el alteano saca bajo su capa la bolsa con dulces.

-Esto. Esta... es para ti. -mentira. Era para cualquiera. -Lo siento. -el galra bufa.

-Vamos, queda poco tiempo y nos van a pillar. -coge la bolsa y la guarda en la que el lleva. Lance le sigue al ladito.

Keith tiene el rostro serio.
Lance no entiende por que. Bueno... un poco si...

-¿Aquí? -murmura el galra. Lance asiente con su cabeza. -¿Que color?

-Eh... -observa las ganas: naranja, rubio, pelirrojo, verde, azul... ¿te imaginas ahora azul? Que irónico. -Chocolate. Marrón chocolate. -el galra se acerca al puesto antes de que el alteano de un paso más. Le mira a los ojos y susurra: -Dejamelo a mi. -Lance traga saliva y asiente. Se queda detrás de él y le observa. Dios...
Debe admitirlo. Es atractivo. Es bastante... atractivo. Tiene un perfil tan... suave. No por que sea un gato, joder. Es suave, casi esculpido. Y la Luna le favorece de sobremanera.
Keith se gira y guarda el tinte. Lance está un tanto embobado. Carraspea y sonríe.

-¿Sabes que es permanente no? - murmura el galra. Lance asiente. -Pero... tu pelo... se quedará así para siempre. Marrón. -murmura. Lance alza sus hombros.

-No dejaré de ser guapísimo. -susurra sonriendo.

-Claro, claro... -Keith suspira. En el fondo sabe que lleva razón, que se vería bien con cualquier cosa. Incluso con esa capa que lleva encima se ve bien. Incluso con las mejillas rojas. Por que las lleva un poco rojas.

-¿Volvemos a Palacio? -Lance toma camino y se pone en cabeza.