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Los ojos de Jinhwan volvieron a cristalizarse, y sólo quiso abrazar al contrario; se dió cuenta que no sólo estaba él siendo lastimado por su egoísmo, sino también a quien más quería mantener bien, lejos de él.

Tantos años tratando de no involucrarse habían sido en vano, para caer en picada por un chico que estaba seguro de no merecer, pero estaba dispuesto a no dejar ir.

Entre llanto y respiración entre cortada, con una mano acariciando su espalda, trató de regular su respiración, hasta que sintió todas las pequeñas partes de su corazón volver a unirse otra vez, y poder modular bien.

—June... Permíteme hablar. No preguntes, no cuestiones; una vez termine será demasiado tarde para arrepentirme, y no quiero hacerlo en el proceso. —tomó aire, pensando en todo lo que iba a decir y explicar a continuación. 

'—Crecer en un ambiente como en el que crecí, es difícil. Nunca tuve una imagen de lo que es una relación sana en mi vida, porque desde que tengo uso de razón, mi padre ha sido el causante de todas mis malas decisiones y pensamientos. Estoy seguro de que él nunca mereció a mi madre, y que ella no se hubiera quedado con él, de no ser por mí; hasta que fue demasiado tarde. Cuando quiso alejarse de él, de eso, él la ató, obligó y... Lastimó. Crecí con eso desde chico, con mi madre tratando de que yo no sea consciente de su horrible realidad y tolerando las peleas de fondo. Con el tiempo fui creciendo, entendiendo todo lo que me rodeaba, y creo que eso es lo que más duele de crecer, donde comienzas a ser consciente de las cosas que antes ignorabas. Intenté ayudarla en todo, en serio lo hice, pero sólo conseguía generar más y más discusiones; mi padre comenzaba a no tener límite, sin contar que desde siempre su mejor amigo fue el alcohol. —pequeñas lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas, escuchando su historia en voz alta. —Mi madre comenzó a tener evidentes secuelas de todo, y sus desmayos acompañados por picos de estrés se hicieron frecuentes, y yo perdía la paciencia estando en mi casa... Comencé a juntarme con Mino. ¿Sabes? Él no es un mal chico, puede vender todo lo que te imaginas, pero él está completamente limpio; creo que es más sano de lo que sería yo en años. —sonrió irónicamente por unos segundos, envidiando al peli rubio. —No solo mi amigo, sino mi primo. Conocía perfectamente mi situación, pero como su tío era mi padre, poco podía hacer; y sé que actualmente se arrepiente y nunca podría perdonarse el haberme metido en esto, pero creo que está consiguiendo un poco de calma mental con su casi pareja actual... Comenzó consiguiéndome cigarrillos, bajo la excusa de querer probar —desvió su mirada unos segundos y tomó aire. — hasta que mi asma empeoró. Se negó a conseguirme más, pero la abstinencia me estaba lastimando más de lo que la nicotina me estaba haciendo, y el aguantar los problemas diarios de mi vida... Fui un ingenuo, él también; sólo vendía lo que le decían, y no lo culpo. Pasó el tiempo, yo sólo quería salir de ese ambiente, donde mi madre enferma y todo trataba de defenderme de mi padre, quien siempre me reclamaba mis actitudes. Me di cuenta que los adolescentes son estúpidos cuando vi el cansancio de pelea en los ojos de mi madre; su cansancio de vivir esa situación constantemente, y mi egoísmo idiota de dejarla sola lidiando con todo lo que yo causaba. Senté cabeza y deje de salir constantemente, para solo hacerle compañía a mi madre, y mi padre sólo se aprovechó para creer que tenía poder sobre mí. Todos los días era lo mismo, un patrón interminable, que me negué a dejar seguir pasando. Comencé a poner calmantes y pastillas para dormir en las bebidas de mi padre, con el simple objetivo de que se mantuviera maleable cuando llegara a la casa de vuelta, evitando peleas que hicieran empeorar a mi mamá. —finalizó su relato para cuando sus lágrimas ya se habían secado, y en nudo en su pecho se había formado.'

Chico Dulce ➳ [Junhwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora