De todo un poco

RONALD!

RONALD! por WhiteLions

RONALD!

"Harry." Hermione susurra: "¡Es hora de levantarse!" Harriet Potter gime, metiendo su cara de nuevo en la almohada para comenzar a roncar de nuevo. Hermione deja escapar un resoplido frustrado antes de sonreír.

"HARRIET", ella grita sonando asustada (Hermione sabía que esto la despertaría). "RONALD ESTÁ COMIENDO TODAS LAS TARTAS DE TRATAMIENTO!"

Harriet sale corriendo de la cama y baja las escaleras hacia la sala común. Antes de irse, grita: "¡Ronald, no te permitiré que te comas mi TREÁCULO!" Atornillando por el agujero del retrato, Harriet llega a las puertas del Gran Salón. Hermione caliente en su cola porque en el momento en que Harriet llegó a la sala común, Hermione recordó algo horrible. Harriet todavía estaba en su tanque de pijama y pantalones cortos con botín, no llevaba sujetador ni nada más.

Hasta tarde, Harry ya había cerrado las puertas del Gran Salón.
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Ron estaba feliz. Había llegado a desayunar antes de que Harriet, o "Harry", como les gustaba llamarla, y estaba a punto de dar un mordisco a la última tarta de melaza (la favorita de Harry) cuando las puertas del Gran Salón se abrieron de golpe. Una grieta resonante llenó el pasillo cuando las puertas de madera golpearon las paredes de piedra. "Mierda", pensó antes de meterse el títere en la boca. Demasiado tarde, Harry ya lo había visto. Ron fue a levantarse, pero ya fue derribado por una ráfaga de negro.

Los dos estaban luchando en el suelo cuando de repente Harriet tenía a Ron a horcajadas. Sus brillantes ojos verdes eran aún más brillantes con furia y su cabello negro se enroscaba alrededor de su pequeña y atlética forma. "Ronald Bilius Weasley. ¡Dame mi tarta de melaza ahora!" Se susurró, pero todos lo oyeron. Ron tragó saliva. Antes de que Harriet pudiera lanzarse junto a Ron para la segunda ronda, su novio, Cedric Diggory, le dio un golpecito en el hombro.
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Harriet se dio la vuelta y gruñó ... hasta que vio lo que estaba sosteniendo. Un plato grande de tarta de melaza. Se le hizo agua la boca y lo miró con enormes ojos de cachorro que tenían a todos en el pasillo 'awwing'.

Cedric sonrió y asintió. Harriet se levantó de un salto y lo recorrió con besos antes de tomar el plato de buena gana y casi se comió el plato también.

Cedric sonrió al tomar su barbilla y besarla con lengua y todo.

Sabía a tarta de melaza, su favorito.