De todo un poco

Día lluvioso

Día lluvioso worldtravellingfly

Resumen:

Rhodey y su novia y la lluvia.

Notas:

Descargo de responsabilidad: Nada reconocible me pertenece. Sin intenciones de infringir los derechos de autor.

(Vea el final del trabajo para más notas.)

Texto de trabajo:

-1-

La lluvia caía contra la ventana, un sonido suave y calmante casi lo hacía volver a dormir. Solo el cálido cuerpo se acurrucó fuertemente contra él, lo que tuvo el desafortunado efecto secundario de dejarlo con una circulación limitada en su brazo, lo mantuvo despierto.

Por una vez, no tenían a dónde ir.

James sonrió a la zorra que yacía en su abrazo. Su cabello oscuro estaba extendido sobre su brazo y la mayor parte de la almohada. Un marcado contraste con las sábanas de seda roja. Él colocó suavemente un mechón de pelo errante detrás de su oreja, para que dejara de hacerle cosquillas en la nariz.

Todavía olía ligeramente a su perfume favorito, un toque de cítricos y hierba de limón. Algo ligero y agradable.

Le gustaba el aroma, especialmente porque le había dado la botella original para su primer aniversario.

Largas pestañas revoloteaban contra las pálidas mejillas. Lentamente, se abrieron un parpadeo, encontrándose con su cariñosa mirada. "Buenos días", susurró ella adormilada, la voz un poco ronca.

James tragó, inclinándose para presionar un beso contra sus labios. "Buenos días, bebé. ¿Dormiste bien?"

Ella le devolvió el beso con uno de los suyos. "¿Cómo no iba a hacerlo?"

Luego ella se dio vuelta, acostada sobre su cuerpo. Él ahuecó sus caderas en sus manos, apreciando el contraste entre sus tonos de piel. "¿Qué te apetece hacer
hoy, Harry?"

"Nada. Solo quiero descansar en la cama contigo, vestido con nuestros pijamas". Ella le dio una mirada de reojo. "¿Tal vez vestida de nada en absoluto? Ya veremos, supongo."

Él le sonrió, frotando su nariz contra la de ella, cerrando los ojos. "Me suena perfecto".

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Se vistieron un poco al final de la tarde. Ninguno de ellos estaba acostumbrado a pasar el día en la cama.

James encendió la televisión, encontrando un juego de baloncesto. Harry se unió a él en el sofá con un nuevo libro sobre Quidditch.

"Todavía no entiendo ese juego", murmuró, sobre todo para sí mismo. Claro, Quidditch era emocionante verlo en vivo, pero si hubiera sido Harry en una escoba endeble, sufriría un ataque al corazón cada cinco minutos aproximadamente.

Parecía ridículamente frágil desde lejos. (De cerca también, pero eso es irrelevante.) Delgado, pequeño, con enormes ojos en forma de almendra. Como un gatito, o un pajarito.

Luego, se había enterado de su cinturón negro y años de práctica de boxeo con sus amigos. Seguido por su introducción a la gente de Wizarding y su fama en ese mundo. Porque ella derribó al terrorista más peligroso que habían visto en décadas, si no siglos. Casi sin ayuda. (Según Harry, ella nunca lo habría logrado sin grandes cantidades de suerte y la ayuda de sus amigos).

Sin mencionar el origen de la cicatriz en forma de perno de iluminación que le tomó casi la mitad de su cara. James había tenido una fase de sobreprotección ridícula después de ese descubrimiento. No importa que Harry pudiera defenderse mucho mejor de los ataques que él, a pesar de su entrenamiento militar.

El toque de Harry lo arrancó de sus reminiscencias. "No te preocupes, Jay, no eres el único".

Él puso los ojos en blanco ante el tono condescendiente. En lugar de replicar, la acurrucó en su costado, ocultando una sonrisa en su cabello. "Bueno, me alegro de que tenemos algo en común entonces".

Ella resopló. "Tú deseas." Pero él vio sus labios retorcidos por el rabillo de sus ojos.

Harry se recostó contra él, reorganizando sus piernas para que estuvieran escondidas debajo de ella.

James notó su piel de gallina y colocó una manta sobre ella. Uno de sus brazos pudo haber sido accidentalmente dejado a su lado.

Ninguno de los dos prestó atención al juego. La lluvia todavía salpicaba contra los cristales de las ventanas, una suave melodía de fondo. Ambos enamorados eran cálidos, seguros y felices.

Ninguno de los dos necesitaba más.