Labios carmesí (lesb)

5.Túnel sin salida

Mensaje de: Adrián

20:29 hrs.

Espero que ya estés lista o iré a tu casa a jalarte del cabello, ¿entendido?

Mensaje para: Adrián

21:16 hrs.

¿Dónde estas? Según tu eres muy puntual, si no llegas en 10 minutos me largo.

Mensaje de: Adrián

21:18 hrs.

Pero que pesada...

Llegué a "El túnel" 10 minutos antes de la hora acordada y Adrián ni sus luces, a decir verdad no tengo ganas de estar aquí, no se porque lo sigo esperando; veo el reloj, le di 10 minutos de margen de espera, son las 21:23 hrs le queda 3 minutos, si no llega yo me voy; prefiero estar enfurruñada en mi habitación que aquí entre esta bola de gente que se amontona por todas partes. 21:25...

-¡Hey! Disculpa la tardanza, me encontré con una personita, ya estaba aquí pero me jaló a la privada y pues tu sabes...

-Desagradable...

-Como si tu no hicieras lo mismo.

-¡Hoy no! No tengo humor ni para estar aquí, lo sabes.

-Quita esa cara alargada que a final de cuentas no podrás irte de aquí hasta que no te rías por voluntad propia o forzada por el alcohol en tu sistema, querida.

Lo fusilo con la mirada; después de unas cuantas palabras más caminamos a la barra y pedimos unas cervezas, hace y dice toda una sarta de tonterías, me alegra mucho a decir verdad y no logro contener las carcajadas.

-¿Ves? Te la estás pasando muy bien, y tu que no querías venir.

-Si, si... Consigamos una mesa.

Después de buscar mucho rato, encontramos una mesa, bastante grande, a pesar de que solo somos nosotros dos, pero pues es la única disponible. Estamos tomando, el ambiente esta agradable, a pesar de que me la estoy pasando bien no logro sacar ese dolor de mi pecho, no logro dejar de pensar en ella, me siento decaída por esa situación, pero a decir verdad, ¿quien no se sentiría así? A momentos me parece que no debería estar aquí, que estoy manchando su luto de una manera grotesca, sin embargo siento, por alguna extraña razón, que me merezco esto, estar aquí, divertirme... creo que es lo que llaman "seguir con la vida" no lo se, pero al encontrarme con esa ambivalencia mental, no me percato bien de lo que pasa a mi alrededor.

-¡Oye! Denisse...

-¿Que?

-Hay una chulada viéndote desde aquella mesa, no te quita el ojo de encima.

-No me interesa, no vengo en plan de ligue, aparte no estoy disponible.

-¿Como que no estas disponible? Denisse, no tienes pareja, Rebecca no está aquí, debes se...

-...seguir con mi vida... lo se, lo se, pero no puedo, su recuerdo me acosa, es como si sintiera su mirada desde todos los rincones, a cada paso que doy, vigilando lo que digo y hago, siento que mancharía su recuerdo si... bueno, si me enrollara con alguien más, es decir, no tiene más que unas semanas de haber fallecido... No espero que me entiendas.

-No, no te entiendo, porque nunca he pasado por lo que tu, pero déjame decirte una cosa, si desperdicias tu vida lamentándote porque te dejo o porque murió, llegara un día en que, al voltear la vista a tu pasado, te arrepentirás de ello.

Se que tiene razón, pero francamente no estoy buscando un ligue, no estoy interesada en conocer a nadie, solo quiero distraerme un poco, aunque en realidad no quiero estar ahí. Adrián no insiste más y seguimos en lo nuestro, quince minutos después, él se levanta para ir al baño y, según él, ver a quien se besuquea, le digo que es peor que una prostituta, él solo se ríe y me guiña un ojo antes de darme la espalda en dirección al baño; yo sigo en lo mio cuando siento que un brazo rodea mi cintura, volteo sorprendida y algo molesta, lista para soltar algunos insultos pero lo que veo me deja sin habla, en definitiva no esperaba verla ahí.

-¿Me extrañaste preciosa? mírate nada más, te ves más bella en persona que en mis recuerdos, de eso no hay duda.

-¡Laura! No esperaba encontrarte aquí esta noche.

-¿No te alegra verme?- su mirada sigue siendo igual de seductora que antes, y esos labios... ¡Esos labios me vuelven loca!

-Yo... si, bueno... este... ¿con quien vienes?

-Mi novia y una amiga, de hecho aquí vienen...

-¿Denisse?

-Oh... hola Brenda...- me sudan las manos, no se ni donde meterme y Adrián no regresa del baño, debe estar muy entretenido "lavándose los dientes"

-¿Se conocen?- pregunta Laura.

-Si,bueno... Brenda y yo fuimos pareja un tiempo....

-¿Y tu de donde la conoces?- le pregunta Brenda a Laura, el tono suena mas a reclamo que a otra cosa, imagino que es porque ella sigue tomando mi cintura.

-Pues... vaya esto es algo bastante curioso y creo que hasta incomodo... yo también fui pareja de Denisse- Brenda voltea a ver sutilmente su mano y ella la quita inmediatamente de mi cintura.

-Dijiste que también venias con una amiga, ¿no?

-Si, pero no se donde se metió, ¿cielo, a donde se fue?

-No lo se...

Las dos voltean a ver cuando a lo lejos puedo notar que Adrián me ve con ese gesto que solo nosotros entendemos, ya ha calado la situación y sabe que debe sacarme de aquí a toda costa por lo que llega corriendo, o haciendo un intento de eso pues hay mucha gente alrededor, en cuanto llega a la mesa me grita que debemos irnos porque se encontró con alguien desagradable y me toma de la muñeca casi tirándome del asiento y así atravesamos la sala hasta el otro lado. En nuestra carrera mis ojos se cruzan con otros de un hermoso color verde, ella me mira por un instante, ese instante en que sientes dentro de ti que esa persona es especial, mientras Adrián sigue jalándome por la pista yo voy volteando de tanto en tanto para verla, pero el mar de gente me corta la visibilidad y solo puedo quedarme con el recuerdo de su mirada y la belleza de su cuerpo que alcance a admirar.

Una vez al otro lado Adrián me pregunta si quiero que nos vayamos a otro antro o si prefiero irme a mi casa, algo dentro de mi me dice que debería quedarme, pero el encuentro con esas dos me tiene algo nerviosa así que opto por retirarme a mi hogar, aunque él decide quedarse un rato más, nos despedimos y salgo rápidamente de ahí.

Una vez en mi casa, recostada en mis sabanas que ya no guardan su aroma, el recuerdo de esos ojos verdes empiezan a sustituir los de Rebecca, la mirada de esa chica desconocida me acosa incesantemente inclusive en sueños.