Labios carmesí (lesb)

9. 15 días en espera

Después de aquella tarde en mi habitación con Fernanda, después de haber dormido increíblemente bien por vez primera desde hacer poco más de un mes y medio, después de casi un mes desde la muerte de Rebecca; empiezo a sentir que todo va bien, es decir, no es que todo sea magnifico y brillante como el sol, sin embargo las situaciones normales de mi día a día han cambiado notablemente. Fernanda ha sido muy linda conmigo estas dos semanas, inclusive me parece que se podría decir que estamos saliendo en público, fue un shock para sus amigos, pero por ser la más popular ha hecho que nos traten menos mal, o eso parece; Adrián me pidió una gran explicación detallada y no me dejó irme hasta que le contara todo lo sucedido, incluyendo detalles morbosos.

-¿Quien lo diría? Fernanda, la chica más hetero de toda la escuela, resultó ser lesbiana y aparte de todo, TU novia, te diría que te tengo envidia, pero la verdad es que no, ya sabes, no es hombre.

-No es mi novia, bueno, no de manera oficial.

-Pues deberías pedírselo.

-Tal vez..

La conversación fue dada por terminada y cada quien se fue a su casa; en el camino me iba preguntando si debería pedírselo, es decir, me la paso bien con ella, el sexo no está mal pero todavía le falta por aprender al respecto, creo que la quiero o algo parecido, pero no es lo que estoy buscando, ella no me da esa seguridad como para pedírselo.

Entro a casa, el silencio es sepulcral, sin molestarme a revisar si en verdad no hay nadie subo las escaleras y me encierro en mi habitación, estas dos semanas me he sentido con energías renovadas, he pintado más de lo que nunca hubiera imaginado, debo aceptar que son unas muy bellas pinturas, pero la verdad es que solo una es la que me roba el pensamiento por sobre las demás: la chica de los ojos verdes en el autobús. No se por qué no logro dejar de pensar en ella, es estúpido, no es alguien relevante en mi vida, pero siento que debería buscarla, no se donde pues la ciudad es muy grande y no existe únicamente "El túnel" como antro/bar gay.

-Piensas estupideces Denisse- me digo en voz alta mientras estoy recostada en la cama, suspiro y tomo el celular para marcarle a Fernanda, pero sin haberlo desbloqueado si quiera, la pantalla se ilumina y veo que es una llama de ella- Hola muñeca- no recibo contestación- ¿Fer?... ¿Bueno?

-Lo siento...- escucho un susurro al otro lado de la línea, su voz es casi inaudible.

-¿Que ocurre?- le pregunto algo alarmada.

-Bueno... mi madre...

-¿Que?

-Hoy volvió de un viaje de negocios, estuvo fuera tres semanas, como quería darme la sorpresa de su regreso, se pasó a la salida por el instituto y vio cuando nos despedimos, vio todo...

-¿Esta molesta?

-¡¿Molesta?! Está hecha una bestia, me dijo que lo que hacia estaba mal, que no entendía en que había fallado como madre... ella... bueno...

-¿Que?...- silencio- ¡Fernanda, dime que ocurre!

-Lo siento Denisse, hoy me voy... llamo a sus contactos y me metió a un reformatorio para jóvenes problemáticos, dio instrucciones para que me mantuvieran alejada de las mujeres... me permitió tener el celular sólo para que te dijera esto, en unos momentos debo regresarselo, lo lamento...

-Yo.. no entiendo...

-Adiós Denisse...

Escucho el corte de linea, me quedo viendo la pantalla sin comprender. Bien, al parecer la idea de pedirle que sea algo oficial queda, oficialmente, en la basura. Tomo el celular y busco su numero entre otros tantos que tengo registrados, después de varios tonos me contesta con una voz apenas audible por todo el ruido que lo rodea.

-¿Adrián? ¿Estas en "El túnel?

-Si, ¿que pasa?

-Voy para allá.

-De acuerdo.

Cuelgo, me cambio, tomo mi chamarra de cuero y el casco que hace más de un mes que no uso; bajo al garaje y destapo con cuidado mi muy adorada motocicleta roja, diez minutos después estoy estacionándome a la vuelta de "El túnel". Después de buscar por bastante rato, sin éxito alguno a Adrián, me acerco a la barra y pido una cerveza.

-¿Te dejaron plantada?- me pregunta el chico que se encuentra del otro lado de la barra.

-Algo así, una amigo me dijo que estaba aquí y pues no lo encuentro.

-Oh que lastima...

-Si...

Dejamos la conversación ahí y él se va a atender a un grupo de chicos que están varios asientos alejados, suspiro. Creo que es hora de marcharme, Adrián no aparece y no contesta el celular por lo que no tengo nada que hacer ahí; cuando intento abrirme paso por la apretada pista, siento que alguien me jala de la muñeca, volteo sorprendida y veo una delicada mano que me sostiene firme.

-Disculpa, ¿que no habías estado aquí hace unas semanas?

-¿Eh?- la voz que me habla es melodiosa, mi vista recorre lentamente su tersa piel, desde sus dedos alrededor de mi muñeca hasta sus clavículas, mis ojos viajan por su cuello, para terminar deleitándose con sus hermosos ojos verdes.

-Si, te vi corriendo hacia la salida con un chico muy gracioso.

-¡Oh! Si, si...

-¿Ocurre algo?

-No, es solo que tus ojos me dejaron algo hipnotizada.

-Lo se... ¿me permites invitarte algo de tomar?

-Si, no veo porque no- no puedo creer en mi suerte, sonrío y la sigo por la pista con su mano todavía tomando mi muñeca, es curiosa la sensación que el roce de su piel deja en la mía, me agrada.

Después de pedir un par de cervezas nos dirigimos a la zona privada para mujeres y nos sentamos en un sillón algo pequeño por lo que la distancia de nuestros cuerpos se ve reducida a unos cuantos centímetros, siento como la tan conocida electricidad de atracción recorre mi cuerpo haciéndose notoria en las partes que se encuentran mas cerca a ella.

-Por cierto- le digo acercándome a su oído- soy Denisse.

-Mucho gusto, mi nombre es Allison- contesta muy cerca de mi.

Sus ojos verdes me miran intensamente, no logro separar mi vista de ellos, para cuando lo logro es solo para posarse en sus muy hermosos y excitantes labios rojos, unos labios carnosos en color carmesí.