⇢F E A R

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El pequeño niño miro a todos lados curioso por saber en que lugar estaban.  Miro a su madre quien estaba tapándose la cara con las palmas de sus manos y sus codos en las rodillas.

Curioso, jalo del suéter de su madre captando su atención.

—¿que hacemos aquí, mami?—pregunto el niño mientras miraba inocentemente a su madre.

La mujer suspiro y acaricio las puaz de su pequeño hijo.

—no es nada cariño solo...

—¡YO NO HICE NADA TIENES QUE CREERME!— es escucho el grito de su hermano por todo el pasillo interrumpiendo a la mujer,el grito parecía de desesperacion.

El pequeño niño miro a su madre, esta estaba tapándose los oídos y tenía los ojos cerrados fuertemente.

—¡NO TE CREO NADA, ¿O QUE?  ¿ACASO CREES QUE EL PERRO MURIO SOLO ASI? LOS VECINOS DIJERON QUE TE VIERON A TI TIRARLO DE LA VENTANA DE TU HABITACIÓN!— más gritos se escucharon y de la puerta de una habitación salió un niño con las lágrimas cayendo como cascadas por sus mejillas corriendo hacia su madre.

—¡MAMA!—grito el niño y la mujer abrió sus brazos recibiendo a su querido hijo en estos dándola el cariño maternal y diciendole que aquí estaba.

—mujer suelta al niño—hablo ahora su esposo quien venia junto a una mujer vestida con una bata blanca, era la psiquiatra.

—¿que le van hacer?—pregunto acariciando a su hijo y este escondiéndose en el cuello de su progenitoria.

—se lo llevaran—hablo frío el hombre.

La noticia cayó como balde de agua frío a la mujer y abrazo con más fuerza a su hijo.

El pequeño a lado de ella no entendía nada de lo que pasaba, agarro la mano de su hermano recibiendo de este un manotazo y vio como se separaba rápidamente de ella para mirarle a el.

—¡EL LO HIZO!—grito señalando a su pequeño hermano y este se encogió del susto, ¿porque su hermano le gritaba? ¿Que hizo el?

—¡NO ME VENGAS CON MAS EXCUSAS! Al parecer no te educamos bien porque que yo recuerde yo no te enseñe a mentir

El niño solo lloro de frustración al ver como las personas que más amaba no le creían.

—será mejor que me hagas caso y te quedes aquí por un largo tiempo—dijo su padre y miro a la mujer sentada.

—¡NO SE LO PUEDEN LLEVAR!—grito la madre con los ojos rojos por las lágrimas retenidas.

—no se puede quedar, mujer. El es una amenaza, ¿que no ves que se volvió loco?

—no le digas a si a tu hijo—dijo y solo suspiro en un intento de calmarse.

—necesita quedarse aquí, lo vendremos a ver casa viernes—hablo ahora mirando a su hijo.

El niño solo Se tensó al escuchar lo último y más lágrimas salieron.

Lo último que recuerda de ese día fue ver como sus progenitores junto con su pequeño hermano se iban de ese lugar sombrío dejandolo a el solo.

“no lo querían cerca”

“era una amenaza”

“pero su hermano era la verdadera amenaza”

»yo solo quería salvarlos del peligro disfrazado en la inocencia de un niño