Capítulo XI: "7.- Besar a una chica"

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Perséfone.

Martes por la tarde y Rami no apareció a la hora que acostumbraba a hacerlo. Y por supuesto que no lo haría. Logre ver en sus ojos como lo habían desilusionado mis palabras, pero estaba segura que aquello le dolería menos que saber que le había mentido sobre mi edad.


Rápido me había acostumbrado a verlo aquí y a frecuentarlo fuera del café, que en este día me sentí un tanto extraña e impaciente al no verlo.


-Así que es famoso-dijo Lau en cuanto le conté de su trabajo y lo encontramos en internet.


-En parte esta bien que haya terminado, no encajaría mucho en su mundo-masculle. Lau me miró.


-No terminaron nada, eso apenas comenzaba, y te salvaste de la gran mentira que le dijiste. Además, no creo que te olvidé tan rápido. Volverá, lo sé.


-¿Por qué estás tan segura?


-Porque está enamorado de ti.


-Claro que no.


-Claro que si-suspiré-La pregunta es ¿tu lo estás?


-No lo sé-un cliente entro por la puerta y fue directo conmigo a pedir un americano caliente.


-Estuve pensando en un par de cosas para agregar a tu lista-dice Lau después de un rato. La mire con atención-Ya que tachaste hacer un trio, y esa valía por dos, he pensado en ir a un concierto y que des un beso bajo la lluvia-sonreí.


-Suena bien.


-Pero no con Zac, es seguro-me reí.


-Creo que embarrarle el helado en la cara también entraba en las cosas que nunca había hecho-ambas nos carcajeamos. En seguida, otro cliente entró al local.


-Oh oh, es Scottie-advirtió.


-Hola, Persy, ¿cómo estás?-me saludo. Lo miré y le sonreí.


-¿Bien y tú? ¿Qué te apetece esta tarde de beber?-miró el menú un momento pensativo y luego me miró.


-Quiero una última oportunidad, hoy no diré frases para ligar, solo diré "Persy, ¿me acompañarías al cine está noche? Veremos una de terror porque sé que te gustan, compraré las palomitas más picantes porque sé que te gustan y una soda gigante mientras yo grito como niña y tú te ríes de mí, a mi lado-lo miré sonriendo.


-Rayos, eso fue genial-murmura Lau detrás de mí.


-Sí, Scott-acepte.


-¿Qué?


-Acepto ir al cine contigo.


-No puedo creerlo, no esperaba esa respuesta ¿Ahora qué hago?


-¿Por qué no vas a casa, te duchas y vuelves por Persy a las ocho?-dice Lau.


-Genial. Hasta entonces-sonríe y se va dando saltos. Miré a Laurie sorprendida.


-Yo cerrare y veré a Ben luego.


-Gracias.


-Ya quita esa cara de llorona.


-Estoy bien.


-Por favor, extrañas a Rami, no se apareció en todo el día y tu sonrisa no es la misma cuando la finges-baje la mirada-Disfruta tu noche con Scott, es un buen tipo, pero esta algo menso. Y mira, sin pensarlo ya saliste con tres chicos-exclama y tacha el número trece de la lista. En seguida, comenzó a nombrar las cosas que ya habíamos hecho, y de pronto, una Shelby furiosa entro por la puerta y camino con paso decidido hasta donde yo estaba.


Creí que iba a golpearme y me quede paralizada, en cuanto lleguó frente a mí, se paró, me miro, luego me jaló del cuello y me dio un beso en los labios. Abrí los ojos de sorpresa cuando sentí su lengua dentro de mi boca. Resistirme al beso era inútil, tenía mucha fuerza en las manos y ella sola se movía. Lo que duró, fueron unos segundos, y luego, al separarse, lo hizo con tanta brusquedad que me ardieron los labios.


-¿Qué mierda te pasa, zorra?-grita Laurie.


-¿Querías saber por qué te odio tanto?-dice hacia mí y yo sigo con cara de sorpresa-No era porque fueras mejor que yo en todo, fue porque estaba reprimida todo el tiempo, me negaba a aceptar lo que sentía por ti hasta que en secundaria lo supe. Estaba enamorada de ti. Y ahora con ese beso soy libre-se dio la vuelta y se marchó. Voltee a ver a mi amiga y estaba casi con la misma expresión que yo.


-Carajo, yo debía darte tu primer beso lésbico.


-¿Shelby es lesbiana?-dije sin aliento.


-Al parecer. ¿te gustó?


-No, por dios-fui al baño del local y enjuague mi boca. Tenía saliva de Shelby por toda mi cavidad bocal.


-Pero que bien lo aparentaba, eh-masculla Laurie ya que regreso. El lugar estaba vacío, ya casi para cerrar.


-No puedo creerlo, se supone que me odiaba con toda su alma, ¿ahora está enamorada de mí? Siempre fue cruel, esta aprovecho la muerte de mi madre para acosarme en la escuela-Lau se mantuvo callada-Debe ser una broma para vengarse además fue demasiado brusca, ese beso no tiene nada de amor-comenté sin darle importancia.


-Lo sé, lo noté, un beso nunca debe ser así, debe ser tierno, apenas un roce, como una caricia. Ven-me jala.


-No, Lau-me resistí.


-Tranquila, solo quiero que veas que no debes besar así.


-Yo sé cómo besar.


-Pero debes saber cómo besa otra chica. No borraré el de la lista, el de Shelby no cuenta. Relájate-me retorcí y me agarro de los brazos-Bien, te daré uno pequeño y si no te gusta me dices y así queda, ¿de acuerdo?


-Eres una aprovechada-me reí. Ella se encogió de hombros. -Bien. Pero rápido-Lau sonrió. Luego, me acaricio el cabello y me miró fijamente, en seguida, se inclinó y rozo nuestros labios. Yo me quede inmóvil cuando abrió un poco los suyos y los pasó por encima de los míos, dejando un poco de humedad en ellos.


Subió la mirada hacia mis ojos nuevamente, al no ver respuesta de mi parte, prosiguió a besarme, esta vez, mis labios correspondieron a su actuar. No sé cuánto duró el beso más o menos, pero me gustó la suavidad de sus labios. lo que nos hizo separarnos, fue el ruido de la puerta abrirse, tratándose de Ben quien venía en búsqueda de mi amiga.


El cielo entre tus brazos 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora