Capítulo V: "Desnudo"

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Perséfone.

Abrí la puerta principal en cuanto vi por la ventana a Lau y Artemisa llegar a casa. me reí ante la cara de sufrimiento de mi amiga.

-¿Qué tal el día?

-Bien, ¿sabes dónde podre cambiarte de hermana por Lau?-me dice mi hermana, Lau se ríe graciosa y cuando mi hermana se va se pone seria.

-Es un monstruo. Se la pasa hablando tontería y media y luego se enamora de todos los chicos que pasan, y ¿ves esto?-me enseña su lápiz labial favorito-Lo quiso probar y lo dejo a la mitad.

-Sabes que nada de maquillaje.

-¡Es channel! Es más caro que toda mi vida entera. Se lo di solo para que se callara la boca un segundo-suspiré-¿Dónde está mi bebé?-preguntó y se sentó con él en el sofá, donde se encontraba mirando la televisión.

Cerré la puerta y me senté con ella.

-Salí con Rami-confesé.

-¿Qué Rami?

-El chico del capuchino.

-¿De verdad? ¡Cuenta!

-Es todo un caballero, y trato muy bien a Chris.

-Bueno, si Chris ya lo aprobó yo también. Persy, no puedo creerlo-dice sin palabras-Creí que lo de la lista era una tontería que no ibas a hacer, pero ya comenzaste ¡me encanta! Déjame ver cuál es la segunda cosa-dijo sacando una hoja de su bolsillo.

-¿Te la quedaste?

-No, le saque una copia, la tuya sigue en tu libreta. Oh, sigue nadar desnuda en un lago. Vamos-se levanta.

-Espera-la jale del brazo-Debes llevar a Chris a casa-lo mira.

-Parece muy entretenido aquí.

-Puede subir con Artemisa si está solo y ya sabes lo paranoica que es.

- Bien, lo llevamos a casa y vamos al lago.

-Ya no estoy muy segura.

-¡Por dios, Persy! No seas gallina. ¿Esperaras a hacerte vieja y a que tengas los pechos caídos para nadar desnuda?

-Eso es todo lo que tenías que decir-tome mi bolso y ella sonrió victoriosa.

-¡Sí!-celebro mientras salíamos.

Dejamos a Chris en su casa y pronto llegamos a un lago que estaba cerca de la ciudad, no era un lago precisamente para turistas pero estaba limpio y cuidado por los vecinos, y ese era un problema, había casas cerca e iluminadas, en cualquier segundo podrían vernos.

Estacione el auto en la oscuridad y nos bajamos. Caminamos lo más lejos posible de la vista directa de las casas. Descubrimos un pequeño muelle y nos adentramos por él. Lau se inclina y toca el agua.

-Está fresca, ya se me antojo por el calor. Vamos, chica-dice y comienza quitándose los zapatos, la imité y doblamos bien nuestra ropa mientras nos la quitábamos dejándola en la orilla. Cuando el viento voló mi cabello y sentí la brisa en mis partes desnudas me acobarde.

-Ya no quiero hacerlo-dije.

-Oh por favor, ya estamos a punto.

-¿Y si nos ven?

-Sera rápido. Y no haremos ruido.

-No, no-negué y me incline nuevamente por mi ropa, en un santiamén, Lau me jalo por detrás y nos tiró de espaldas al agua haciéndome soltar un grito de la sorpresa.

El cielo entre tus brazos 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora