MR. PRESIDENT - Trilogía Cómplices I [TERMINADA]

BATALLA PRESIDENCIAL

Mientras esperaba a que mi detestable jefe saliera de su habitación para presentarnos en la habitación azul, donde la gente del partido esperaba para darle a conocer sus propuestas, no pude dejar de darle vueltas al hecho de que de pronto, Carter se mostró ante mí mucho más empoderado del rol que ostentaba.

Lo normal hubiese sido que su respuesta ante el haberlo descubierto espiando mi conversación telefónica, me hubiese provocado una furia acérrima y que le respondiera con otra insolencia como la que él me había dicho, pero la verdad es que me gustaba darme cuenta con ello de que aquel chico que había llegado a la Casa Blanca por un absurdo accidente, comenzaba a apropiarse del cargo que tenía y empezaba a ser mucho más presidente de lo que él era capaz de notar.

"Vas por buen camino, Amelia. Estás haciéndolo bien" Me felicité mentalmente, pero no pude obviar el hecho de que ya estábamos retrasados, así que sacudí la cabeza y caminé en dirección a la habitación.

No alcancé a dar más de un par de pasos en el pasillo central cuando Carter salió haciendo gala de todo el estilo y prestancia que tenía, enfundado en un traje gris oscuro que evidentemente estaba hecho a la medida y que estaba perfectamente complementado con una camisa blanca, una corbata azul cobalto a juego con los gemelos que decoraban sus muñecas y un par de zapatos negros tan bien lustrados, que estoy segura de que hubiese podido usarlos como espejo si lo intentaba.

―He recuperado la dignidad ―bromeó llegando hasta mí― Nada que una ducha, una afeitadora y un buen traje no puedan solucionar.

―Si tú lo dices ―concedí, porque primero muerta antes de decirle que lucía realmente bien― Anda, apresúrate. Ya es tarde.

―Está bien que esperen ―dijo retomando el camino a la planta que estaba justo bajo nosotros, pasando por mi lado― Yo soy el presidente, ellos no ―sentenció y me guiño un ojo.

No pude evitar sentir como el pecho se me llenaba de orgullo por el trabajo bien hecho y permití que una sonrisa enorme me partiera la cara en dos, antes de retomar la seriedad y caminar medio metro tras de él hasta llegar a nuestro destino.

― ¡Mierda! ¡Olvidé todo lo de la presentación! ―exclamó justo antes de abrir la puerta.

―No te preocupes, ya me encargué de todo.

― ¿Segura? ¿No falta nada? Es mejor que vaya a revisar ―dijo apresuradamente y no pude evitar darme cuenta de que no era más que una excusa para salir corriendo. Estaba visiblemente nervioso.

―Carter ―Justo antes de que lograra escapar, lo tomé de la muñeca y lo obligue a detenerse― Preparaste esto por horas anoche. Nada puede salir mal.

―Amelia, esa gente me quiere en lo más profundo del pozo más obscuro de la galaxia. Lo sabes.

―Sí, lo sé ―suspiré resignada― Pero no vas a darles en el gusto, ¿o sí?

―No sé.

―Hey ―Lo obligué a mirarme directo a los ojos, porque no conocía otra forma de conectarme con el lado emocional de las personas que mirarlas directamente y lanzar un discurso motivador, aunque con Carter no sabía si podría sonar convincente. Después de todo, no es que confiara en él y en sus capacidades a ojos cerrados. ¿A quién quiero engañar? En mi mente, las posibilidades de que fracasara eran exponencialmente superiores a las de que alcanzara el éxito― Quieras o no, lo llevas en la sangre ―Por poco me di contra la pared, porque realmente no fue una buena manera de comenzar sabiendo los conflictos que rodeaban la relación con su padre, así que debía inventar algo mejor― Además, si pudiste lidiar con tu padre el tiempo suficiente para convertirte en un adulto responsable... ― "Casi responsable" Pensé, pero continué sin detenerme en esa corrección mental― ...y luego liberarte de él, seguro podrás con esto. Imagínalos desnudos ―No pude contener una carcajada, porque mi mente era mucho más rápida que mis palabras e imaginar a esa tropa de viejos sin ropa, no me causaba más que risa. Carter también rio― Ok, te concedo que tal vez no sea la mejor idea.