COMO UNA REINA

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Nunca perdí la consciencia de todo lo que estaba pasando, aunque cuando el médico me preguntó cómo había ocurrido todo, no logré descifrar la desafortunada consecución de actos que me habían llevado hasta ese lugar. Todo ocurrió tan rápido, que relatar con detalle las circunstancias se me hizo prácticamente imposible

"...La querida, popular y ya famosa asistente del presidente McKellen fue trasladada e ingresada al servicio de urgencias del Hospital de la Universidad George Washington y hasta ahora no se ha logrado obtener información sobre su estado de salud" Relataba la reportera de CNN a quien veía en imagen dividida en la televisión desde mi cama. En la otra porción de la pantalla mostraban las imágenes de la ambulancia que me había llevado hasta el hospital y luego las de como bajaban la camilla por la parte posterior.

No daba crédito a eso de haberme transformado prácticamente en una celebridad, pero al menos, milagrosamente habían evitado mostrar cuando me ingresaban, convirtiéndome en la imagen del día y generando con ello un morbo innecesario. Probablemente el hecho de que no estuviese sangrando profusamente o no estar conectada a innumerables maquinas, hacía que la postal no fuese tan rentable.

―Con esto se sentirá mejor ―anunció la enfermera inyectando un líquido transparente en la vía endovenosa que habían puesto en mi mano― Puede provocar sueño y de ser así, descanse.

―Lo haré ―Le sonreí con amabilidad y mi atención regresó a la televisión.

Ver a Carter entrando al hospital, seguido por su caravana de guardaespaldas, aunque fuese por televisión, curiosamente me hizo sentir más tranquila.

Esa mañana me había quedado sorprendentemente dormida y por más enojada que hubiese estado con él ‒por el asunto del ADN‒, yo me había comprometido a estar presente en la reunión con el partido y soy una mujer de palabra. Pero como nunca antes, mi reloj biológico me traicionó y luego de haberme dado una ducha y vestirme en tiempo récord, me metí a mi auto con la esperanza de que si aceleraba el tranco solo un poco, alcanzaría a llegar. Por el contrario, y para mi mala suerte, lo único que conseguí apenas viré en la Avenida Pennsylvania, fue estamparme contra un añoso árbol que afortunadamente era lo suficientemente grande y fuerte como para contener el impacto.

Pero aún después de todo eso y aun cuando mi cuerpo tenía algunas dolorosas y múltiples contusiones, mi única preocupación hasta este momento en el que sabía que mi jefe estaba a escasos metros de mí, fue que creyera que lo había abandonado a su suerte con su padre.

Apagué el televisor con el control remoto que me habían dado y que tenía bajo mi almohada, porque no quería seguir sintiéndome como una celebridad en el peor de mis momentos y luego de ponerlo en el mismo lugar, tomé mi celular ‒una de las pocas pertenencias que aún tenía en mi poder‒ y puse una relajante melodía.

"¡Al fin! ¡Tranquilidad!" Pensé, pero no duró demasiado.

― ¡Cariño! ―chilló mi madre entrando a la habitación y solo alcancé a sonreírle antes de que se me lanzara encima.

― ¡Auch! ¡Mamá! ―exclamé cuando presionó mi pecho y me provocó una punzada― ¡Cuidado! ¡Me duele!

―Lo siento, lo siento ―dijo levantándose rápidamente― ¡Nos asustaste tanto! ―Tomó mi rostro con ambas manos.

―Estoy bien, mamá ―Entorné los ojos, extendí mi mano y alcancé la de mi padre, que llegaba hasta mi― No fue nada.

―Nos preocupaste, Amelia.

―Lo sé, papá. Perdón ―Suspiré― Fue un accidente. Un descuido. Pero todo está bien, lo prometo.

― ¡Ni siquiera querían darnos información! ―reclamó mi madre y entendí perfectamente que la enfermera saliera huyendo de ahí. Si hubiese sido ella, también lo haría― Si no hubiese sido por el presidente... ―Se separó de mí y lo señaló con ambas manos. Él, luciendo mucho más sereno que mi loca familia, me dedicó una sonrisa y se mantuvo apoyado en el umbral de la puerta con un pie cruzado sobre el otro, la chaqueta abierta, la corbata fuera de lugar y ambas manos en los bolsillos de su pantalón― ... ¡aun estaríamos esperando!

MR. PRESIDENT - Trilogía Cómplices I [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora