Capítulo 1

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"No puedes elegir si algo te hiere en este mundo... pero tienes que decir algo cuando algún día te hieran".

Camila estaba sentada en un banco cerca de su taquilla mientras sus compañeros andaban hacia el colegio, silenciosamente observando e intentando darle sentido a todos y cada uno de ellos.

Encontraba su mirada con algunos, y no por sorpresa, todos la miraban con odio y hasta con sonrisas ridículas. Suspiró y cerró los ojos, ya acostumbrada a las valoraciones que recibía.

Solo había una persona de la que le importaba su opinión, y la forma en la que esa persona retrocedió evitaba todas las demás miradas horribles que le dedicaban.

A la gente le gusta decir que ella
misma se hizo esto, pero en realidad no tienen ni idea. No eran conscientes de las batallas que ha afrontado diariamente desde aquella noche, y nunca lo sabrán porque el orgullo y la vergüenza de Camila sobre la vulnerabilidad de aquella noche hace que mantenga su boca cerrada y todo el
mundo asume que este espiral cuesta abajo es por razones egoístas e incomprensibles, pero no tienen ni idea.

Se sentó y esperó la llegada de la única persona que le daba esperanza - aunque ella no era consciente de eso. Aunque lo supiera, probablemente la ignoraría, tenía que verla para darle fuerza y coraje para el día que se avecinaba. Cuando las puertas del colegio se abrían con el grupo de amigos de la chica, Camila se encontró de repente de pie, corriendo hacia su taquilla, ocultando
su cara y mirando de reojo a la chica de detrás de la puerta de su taquilla.

La miraba con admiración mientras la chica quitaba su largo pelo de la cara y vio una sonrisa que crecía en su cara con algo que había dicho una de sus amigas, porque en sus ojos había alegría.

Camila miraba para intentar distinguir la sombra de los ojos verdes de la chica hoy, pero fue interrumpida por una voz masculina profunda en su oído, susurrando lo que ella asumió como un intento fallido de seducirla, pero sabía que tenía que jugar así que se apoyó en su cuerpo y sintió la sonrisa del chico contra su cuello, y justo antes de darse la vuelta se dio cuenta de con quién
estaba tratando hoy, captando la mirada de disgusto y desaprobación de la otra chica, y a pesar de ello y aunque ya estaba acostumbrada, fue como una daga en el corazón.

Camila apartó inmediatamente la mirada antes de que Lauren pudiera ver el dolor en sus ojos porque sabía lo expresivos que podían ser sus ojos y puso una sonrisa falsa al chico, cuyos brazos estaban recorriendo su cuerpo constantemente delante de todos, y sabía que hoy sería un día largo.

Lauren sacudió su cabeza antes de que ella y sus amigas pasasen por donde estaba Camila, la palabra que murmuraban no pasó desapercibida para los oídos de Camila, "Puta".

Camila mantenía los ojos puestos en la cara que tenía delante, con su sonrisa falsa, y examinaba los rasgos del chico para intentar distraerse de la proximidad de la chica y sus palabras hirientes.

Camila se sorprendió al tener tan cerca al chico, pero ella no comprendía el hecho de que ella no estaba cerca de él. El chico no podía ver el dolor en sus ojos, porque su mirada hormonada estaba demasiado ocupada con cada intención que estaba formando en su cabeza por lo que iba a venir si caminaban unos metros más hasta el armario del conserje.

Camila finalmente, dejó viajar a sus
ojos detrás de la cabeza del chico echar un último vistazo a Lauren antes de asentir con la cabeza al extraño que tenía delante y le cogió la mano para dar lugar a lo que se convirtió en un hábito crónico en el estilo de vida cotidiana de Camila.

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Buenas! Este fic NO es mio, lo leí hace un tiempo y me encantó, pero no estaba en wattpad así que decidí subirlo, si les gusta como a mí dejen su voto

HÁBITO - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora