Capitulo 27 - Parte 2

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Le dio un golpe enfadada a la puerta abierta y se miró en el espejo. Como si mirarse a si misma le fuese a dar respuestas sobre lo que estaba pasando. Su mirada era fuerte, y podía asegurar que estaba empezando a alucinar.


Su respiración se volvió más elaborada, y se empezaba a formar sudor en su frente y cuello. Sus manos empezaron a temblar, y cerró sus ojos con fuerza, y sintió cómo se desmayaba hasta caer al suelo. Todo estaba volviendo a ella. Las pesadillas estaban volviendo, las que pensaba que habían terminado. Sus pensamientos empezaron a mezclarse todos juntos con los ojos de Luke, y empezó a suplicarle a su mente que recordase dónde había visto esos ojos antes. Entonces, todo se volvió oscuro. Su espalda estaba contra la pared del baño, y su mente la llevó hasta un lugar en particular.

Ni siquiera se había dado cuenta cuando las lágrimas empezaron a caer de sus ojos. Mientras sus ojos continuaban cerrado, esos ojos verdes aparecieron, y podía ver la misma hambre que ella había visto esta noche, con esa sonrisa, pero estaban en ella ahora. Pero no era en la Camila que estaba sentada en el suelo del baño; esos ojos verdes estaban desnudando a una Camila de quince años. Ella de repente recordó sus brazos fuertes, los que había visto sobre Lauren esta noche, recorriendo su cuerpo hace dos años.

Aunque ella estaba completamente vestida ahora, ella se sentía tan desnuda como hace dos años, se sentía sucia, tocada y cambiada.

Camila se llevó sus manos hasta la cabeza, su cuerpo empezó a envolverse en sollozos, y empezó a tirarse del pelo para intentar salir de este sueño. Abrió los ojos pero no veía nada más que a él. Su violador tenía una cara y un nombre ahora. Sabía quién era ahora. Ahora no tenía que vigilar cada movimiento con miedo por culpa de que reapareciese porque él estaba ahí ahora. Había vuelto. Estaba atrapada una vez más, y todo lo que podía hacer era sentarse en el suelo del baño y sujetar sus rodillas con fuerza contra su pecho.

Se dio cuenta entonces porqué había tardado tanto tiempo en darse cuenta de quién era él – ella no quería recordar. Pero cosas como esta no se quedan nubladas para siempre, su cuerpo estaba empezando a responder ante él antes de darse cuenta de quién era, y el sabía, él sabía exactamente quién estaba en la vida de Camila, y no había sentido de culpa o arrepentimiento en él. El corazón de Camila empezó a acelerarse, y podía sentir ganas de vomitar y desmayarse a la vez. Estaba demasiado abrumada y no se sentía a salvo en ese edificio, y después ella recordó quién estaba en sus brazos.

Todo a la vez, su corazón se paró y sintió un puñal en su estómago. Ella tragó saliva de forma que se podía escuchar, y empezó a temblar aún más, pero levantarse a si misma del suelo. Ella sacudió la puerta y volvió a la pista de baile, donde ya no estaba Lauren. Sus ojos buscaron por toda la sala con pánico, y sintió cómo toda la sangre se subía hasta su cara cuando no consiguió encontrar a ninguno de los dos. Miró hacia la mesa para encontrar a todos con expresiones preocupadas en sus caras, y se encontró con la mirada de Normani. Normani corrió hacia ella, viéndose claramente incapaz de hacer cualquier cosa realmente. Normani buscaba algo en la cara de Camila y puso sus manos en sus hombros sacudiéndola para intentar traerla de nuevo a la realidad. Los ojos de Camila se llenaron una vez más con lágrimas, cuando abrió la boca para hablar, no consiguió reunir la energía suficiente antes de que sus ojos comenzasen a retroceder-a punto de desmayarse en los brazos de Normani. Normani la agarró antes de que pudiera caerse y empezó a dar golpes suaves en la cara de Camila para evitar que se durmiese y le decía que inspirase y expirase. Normani no sabía qué estaba pasando pero podía ser el resultado de que la chica estuviese teniendo un ataque de pánico. Justo antes de que Camila pudiese cerrar los ojos, su visión se nubló con la imagen de Lauren, y de alguna manera fue suficiente para hacer que se calmase un poco, lo suficiente para coger el vaso de agua que Normani había cogido de una mesa de al lado. Camila dio un pequeño sorbo antes de mirar a Normani con una mirada muy rota; que cortaba a la otra chica. Normani la acogió en un abrazo, y estaba lo suficientemente cerca para escuchar un apenas audible susurro de Camila, “Se la ha llevado”

Normani se separó de la chica, confundida de porqué había causado eso tal impacto en Camila, entendía que la chica estuviese herida, pero no tan horrorizada como estaba.

Cuando Camila vio los ojos confundidos de Normani que buscaban una respuesta más elaborada, ella cerró los ojos para tranquilizarse, “Él es el que me violó.”

Los ojos de Normani crecieron en sorpresa y se cubrió la boca mientras las lágrima inundaban sus ojos. Harry se acababa de ver a las dos chicas y corrió hacia ellas para ver de qué se trataba esta conmoción.

   - “Es el violador, Harry, ¡Se ha llevado a Lauren!” – Normani fue capaz de decir.

La reacción de Harry fue la misma que la de Normani, antes de mirar a Camila quien parecía tener un millón de pensamientos en su mente antes de hablar.

   - “Creo, sé dónde está…” – Ella murmuró.

Por muy enfadada y traicionada que Camila se sintiese, su miedo por que el pasado se repitiese era más que poderoso, e incluso si Lauren estaba equivocada por meterse en la boca del lobo, Camila nunca tuvo a nadie que pudiera haberla salvado, Lauren la tendría.

Ni una palabra más fue dicha mientras los tres corrían hacia fuera, hacia la limusina en la que habían llegado, y Camila le dijo al conductor la dirección donde tenían que estar con urgencia. Todo lo que hizo falta fue una sola mirada de los tres adolescentes al conductor para que supiera lo importante que esto era.

El conductor intentó lo mejor que pudo correr aunque se pudiese meter en algún problema serie pero no podía parar lo inevitable cuando se atascó en el tráfico debido a un accidente de coche. La carreteras estaban bloqueadas, y el tráfico estaba abarrotado lo que hizo que todo fuese peor, era una parada ante una pequeña esperanza. Camila movía incesantemente sus dedos antes de mirar a todos los del coche. No podía seguir sentada ahí. Tenía que salvar a Lauren. Se giró hacia Normani y le dio instrucciones de llamar a la policía y que se diesen la mayor prisa posible. Los otros tres pasajeros la miraron desconcertados mientras respiró hondo para librarse de los nervios que la estaban bombardeando mientras salía a la noche, corriendo hacia su destino y solo podía desear que no le fuera tan familiar. Era un sitio particular que siempre se había asegurado de evitar siempre que salía.

Harry nunca había visto a Camila correr tan rápido como lo hacía, y sólo pudo alcanzarla cuento perdió el equilibrio al romperse uno de sus tacones. La acción le causó dolor en el tobillo pero continuó. Se quitó los tacones y corrió con tanta determinación como tenía antes. No sabía que se encontraría al llegar allí, pero eran dos contra uno, no podían perder, no iba a dejarse a si misma perder, otra vez no.

Le llevó quince minutos llegar hasta la casa vieja, que parecía que estaba abandonada como hace dos años. Todo en ese sitio emitía gritos terribles. Llegó hasta la puerta principal, intentando encontrar el coraje que parecía ir desapareciendo poco a poco mientras corría más y más rápido, para abrir la puerta. Su respiración temblaba, y todos los síntomas de antes habían vuelto, porque ahora estaba de vuelta en el sitio en el que se levantó una mañana, desnuda.

Abrió la puerta despacio, y puso un pie dentro de la casa. Sus pies palpitaban de dolor, ahora que se daba cuenta de lo duro que estaba el suelo por el que había estado corriendo y el daño que tenía ahora en sus pies, pero fue capaz de poner los dos pies dentro de la cada, sintiendo sus tobillos helarse, y de repente, estaba helada, casi congelada.

Se lamió los labios que estaban incómodamente secos y sus ojos se pasearon por la sala donde no había ninguna señal de Lauren. El lugar estaba oscuro y polvoriento, y Camila se sintió claustrofóbica. Sintió el dolor, la vergüenza, la oscuridad, la traición, la lujuria, el acoso y el asco en el aire. Se dio cuenta que había ropa de mujer diferente, alguna tan pequeña como la ropa de los niños, algunos de los diferentes edades más mayores, y luego descubrió pequeños trozos de un vestido blanco tirados en la escalera. El aliento se le quedó atascado en la garganta, cuando se dio cuenta de quién era, que estaban aquí, que él estaba aquí-ella estaba aquí.

Miró a su alrededor y no podía decir si aún había alguien en la casa, ¿o se la había llevado a otro sitio? Ella parpadeó dos veces antes de dar un paso adelante, el suelo de madera, crujiendo debajo suyo. Ella cogió aliento mientras se estremecía, asustada de que estuviese haciendo demasiado ruido y no solo poniendo su vida en peligro, sino también la de Lauren.

Después un móvil empezó a sonar. Alarmó a Camila e hizo que sus ojos se llenasen de miedo, pero había reconocido la melodía, era la de Lauren. Volvió a mirar a la puerta principal que seguía abierta diciéndose que corriera ahora, antes de que la viese a ella también, pero sin el consentimiento de su mente, sus piernas se acercaron hacia los restos del vestido de Lauren, y cuando sus pies se pusieron en contacto con el material suave, empezó a correr escaleras arriba, sin importarle que sus pies golpeasen el suelo, haciendo que la madera crujiera fuerte, y siguió la melodía hasta el sitio de donde venía, y estaba muy segura, era ESA habitación.

El sonido había parado ahora pero solo durante unos segundos, antes de empezar de nuevo y Camila de nuevo volvió a correr, fue rápida, esta noche lo había comprobado, pero la melodía incesante era como un gatillo que le obligaba a poner la mano en el pomo que sostuvo con todo el miedo que atrapaba la habitación. Se sintió como una niña pequeña comprobando que debajo de su cama no hubiese monstruos, mientras empezaba lentamente a girar el poco, sin estar segura de si quería ver lo que había detrás de la puerta, pero no podía dejar a Lauren ahí, no sola, no con él. Cuando consiguió girar completamente el pomo, todo lo que tenía que hacer era empujar, y cerró los ojos con fuerza, mientras su mano empezaba a hacer su trabajo.

Cuando escuchó la puerta golpear la pared, abrió los ojos despacio y vio la habitación vacía, todo lo que se encontraba en la cama era el cuerpo de Lauren, completamente vestida aún. Camila jadeó y sus ojos comenzaron a llorar de nuevo, había llegado a tiempo. Ella corrió hacia el cuerpo de Lauren y la inspeccionó, y se dio cuenta de donde eran los pedazos rotos del vestido, y fue en la parte inferior del vestido, ella debía habérselo pisado en su camino escaleras arriba. Su ropa interior seguía en su sitio, y su cuerpo todavía estaba limpio, aparte del olor a alcohol que estaba alrededor de su cara y su cuello.

Ese olor era para Camila como una mordaza, porque le trajo recuerdos de cuando ese olor estaba sobre su propio cuerpo. Se dio cuenta de que el teléfono estaba al otro lado de la habitación, con la pantalla rota, debían haberlo tirado. Camila cogió a Lauren en sus brazos y la abrazó con fuerza antes de llorar en su pecho. Nunca se había sentido más agradecida con Dios en toda su vida. Ella besó la frente de Lauren, después sus mejillas, su nariz, luego la barbilla, sus manos, y finalmente sus labios. La chica comenzó a moverse, pero aún seguía inconsciente. Camila intentó levantar Lauren, pero su peso muerto era como un ancla que las mantenía en el sitio, y toda la fuerza la había dejado en lo que pasaría después.

Cuando finalmente Camila consiguió levantar a Lauren, y los ojos de Lauren empezaban a abrirse, confundida por dónde estaba, ambas chicas se pararon en cuando escucharon el portazo del piso de abajo. Lauren miró a su alrededor en la habitación y frunció el ceño al ver a Camila rígida ante el sonido de la puerta. Entonces, Lauren empezó a recordar lo que pasó. Su corazón comenzó a acelerarse, y se aferró al brazo de Camila. Camila miró a Lauren y vio todo el arrepentimiento y remordimiento en sus ojos, y todo lo que Camila podía hacer era sonreír tristemente a la chica, perdonándola en silencio, porque realmente no sabía lo que iba a pasar.

Ambas chicas saltaron cuando el móvil de Lauren empezó a sonar de nuevo, y el primer impulso de Lauren, como un instinto fue correr hacia allí para silenciarlo, pero fue un mal movimiento.

Cuando la melodía paró, antes de lo que se suponía que lo haría, escucharon una risotada proveniente de abajo antes de escuchar pasos ruidosos que empezaron a subir por las escaleras. Ambas chicas gimieron y salieron corriendo una hacia la otra. Contuvieron sus respiraciones y Lauren empezó a preguntarse porqué Camila estaba tan asustada como ella lo estaba, ¿sabía quién Luke? Lauren miró a Camila, intentando leerla pero no podía y era se sorprendió cuando Camila se giró a su lado y la cogió urgentemente antes de tirar de ella, agarrando sus hombros como si su vida se fuese en ello. Ella se quedó sin aliento cuando los labios de Camila se empujaron contra los suyos con una fiebre y determinación desesperada, y en ese momento, el aire se convirtió en una segunda prioridad para ellas. Sintió que las lágrimas calientes de Camila caían por sus mejillas, y comenzó a alejarse, pero Camila protestó en su boca.

   - “Sigue besándome, por favor, sigue besándome.”

Lauren estaba ahora más confundida que nunca, pero las ganad del beso de Camila hicieron que pusiera sus brazos alrededor de su cintura para acercarla más en un abrazo. No fue hasta que sus cuerpos se amoldaron juntos, que Camila se alejó y escondió su cara en el cuello de Lauren. Su cuerpo estaba temblando y el calor del momento la nublaba pero la pregunta aún estaba en el aire sobre qué estaba pasando. Todo lo que Lauren sabía era que estaban en peligro, pero no podía entender porqué Camila sabía eso también. Las cosas aún no tenían sentido aún en la mente de Lauren de porqué ese momento había impactado a Lauren tanto como lo hizo, no había puesto todas las pistas juntas para saber quién era para Camila, hasta que el pomo empezó a girarse otra vez, y ellas vieron una sombra debajo de la puerta, todo empezó a tener sentido en los ojos de Lauren, mientras Camila la ponía detrás de su espalda, de forma protectora cubriéndola con su propio cuerpo tembloroso.

La puerta se abrió dolorosamente despacio, y cuando sus ojos se encontraron con los de Camila, algo tuvo sentido para Lauren. Algo de lo que antes no se había dado cuenta en el baile y era el peor sentimiento del mundo. Ya no estaba nublada por las características de él y podía ver ahora como de atento estaba con Camila, y los ojos del chico le decían a ella todo lo que tenía que saber. Estaba mirándola ansiosamente, pero una sonrisa en su cara le decía a Lauren que él sabía que Camila estaría ahí. Ella quería sacarlas a ambas de ahí pero no podía, porque uno, él estaba bloqueando la única salida, y dos, porque ambas, ella y Camila estaban congeladas en su sitio. En ese momento, ninguna de las chicas podía decidir cuál estaba más asustada.

Luke empezó a reírse de manera amenazadora, e hizo eco en la habitación, junto con el jadeo de ambas chicas.

   - “Dos años, Camila, ¿y todavía no has aprendido la lección?”

Lauren sintió cómo Camila agarraba más fuerte su mano, y podía sentir cómo de sudorosa estaba su mano.

Estaba aterrorizada; sólo podía imaginar cómo de expresivos eran sus ojos en ese momento. Era su culpa, si hubiese ignorado a Luke en el baile, no haberle hecho caso, escuchado a Camila, si se hubiese quedado con Camila, ellas no estarían ahí.

   - “No la toques.” – Camila gruñó.

Lauren sintió que se le ponían los pelos de punta con el veneno de la voz de Camila, y miró a su móvil ¿podía correr hasta allí y llamar al 911?¿Y si él se abalanzaba sobre Camila si se atrevía a intentarlo?

La sonrisa de Luke creció, y miró a Camila de arriba abajo.

   - “Ambos sabemos, que ella sólo era el cebo. Tú eres a quien quiero. A quién siempre he querido.”

Lauren sintió todo cómo su cuerpo se ponía rígido, y se alegró de que Camila estuviera de espaldas a ella, porque estaba demasiado avergonzada y apenada. Ella apoyó la frente sobre la espalda de Camila, y comenzó a susurrar una y otra, “Por favor, perdóname. Por favor, por favor perdóname…”

Ahora Camila estaba ignorando a Lauren, encontrando furia cuando sintió que sus vidas aún estaban en juego.

   - “Entonces deja que se vaya. Haz lo que quieras conmigo, pero deja que se vaya.”

Las palabras asombraron a Luke y Lauren. Luke no esperaba que se rindiera sin pelear, y Lauren no esperaba que ella pasase por eso, otra vez, y a propósito, pero sobre todo, por ella.

Lauren empezó a mover la cabeza, negándose ante el plan y corrió para ponerse delante de Camila. La agarró por los hombros, buscando su cara, esperando que todo eso fuese una broma. Empezó a mover su cabeza de nuevo y las lágrimas empezaron a caer de sus ojos y abrazó a Camila con fuerza, suplicando que no lo hiciera.

   - “¡No! No no no no, ¡no hagas esto Camila!”

Camila no respondió a la chica, pero siguió con su mirada fija en Luke, esperando a que él se moviese.

Mientras él las miraba, y empezó a quitarse el cinturón, el corazón de Camila comenzó a acelerarse, ella llevó sus ojos hacia Lauren.

   - “Vete, Lauren, corre.”

Ella elevó las manos hasta las mejillas de Lauren y limpió sus lágrimas antes de besar sus labios con ternura, una lágrima se escapó de sus propios ojos. Lauren se enfadó más entonces, pero sus lágrimas no pararon, y besó a Camila otra vez con enfado y ganas, y empezó a golpear con los puños el su pecho en forma de protesta.

   - “Por favor, no hagas esto, Camila. Puedo quedarme contigo aquí. Por favor, no.” - dijo ella en sus labios, besándola otra vez, desesperadamente, mientras sus lágrimas se mezclaban juntas.

Ambas descansaron sus frentes contra la otra cuando escucharon caer el cinturón al suelo; Camila besó su frente una última vez antes de separarla de ella con amabilidad.

   - “Vete. Estaré bien. Tan solo busca ayuda pronto.”

Ella susurró la última parte para que solo Lauren la pudiera escuchar y deslizó su móvil discretamente en las manos de Lauren. Lauren miró a Camila y le costó la vida mirar hacia otro lado pero tenía que buscar ayuda, era la última cosa que la motivaba para abandonar la habitación.

Lauren corrió escaleras abajo, casi cayéndose, y empezó a marcar el 911, estaba atemorizada y eso no ayudaba a escuchar las cosas que Luke le estaba diciendo a Camila, estaba enfadado, y Lauren no sabía porque, y eso la asustaba, lo poco que conocía sobre lo que podía estar pasando ahora a tan solo unos metros. Estaba jugueteando con el teléfono y porque sus manos estaban sudando, lo dejó caer, y su llanto y visión nublada tampoco ayudaban e incluso lo empeoró cuando escuchó gritar a Camila. Era como si Lauren estuviera viviendo en el interior de la mente de Camila, la que Camila le había descrito a ella, los gritos que nunca podrían silenciar, las pesadillas.

Los gritos no se detendría, y ella pudo distinguir algunas de las palabras de Camila, “¡Para!”, “¡Me vas a matar!”. La estaba pegando. Cuando Lauren estuvo a punto de correr escaleras arriba, fracasando en su intento de llamar al 911, oyó una sirena en el exterior de la casa, y momentos después, Normani y Harry irrumpieron en la casa. Lauren se había caído ante uno de sus pasos, temblando entre sollozos mientras los gritos de Camila hacían eco en la casa, y eso desencadenó que Harry corriera a toda velocidad por las escaleras, y Normani se precipitase hacia Lauren para abrazarla. Los policías siguieron a la derecha después de Harry y le dijeron que sería mejor que se quedase en la planta de abajo, pero él no les hizo caso, porque no quería decepcionar de nuevo a su amiga.

Normani agarró más fuerte a Lauren, y ambas cerraron sus ojos cuando escucharon un disparo. Lauren se revolvió en los brazos de Normani, pero Normani mantuvo su control firme sobre la chica, intentando calmarla. Ella no sabía lo que estaba pasando allí pero, sabía que Lauren no estaba lo suficientemente estable como para verlo por sí misma.

Después de lo que pareció una eternidad, Harry empezó a bajar las escaleras con Camila en sus brazos. Ella estaba temblando y escondiendo su cara en su cuello. Pero, estaba viva.

Lauren se levantó al verla y corrió hacia ellos, pero Harry negó con su cabeza en desaprobación, el murmuró una disculpa, y siguió bajando las escaleras, llevándola hasta la ambulancia que había llegado unos minutos más tarde que la policía.

Detrás de Harry, llegó la policía, hablando de forma poco definida, pero Normani y Lauren fueron capaces de entender que el otro hombre que estaba en la habitación, ahora estaba muerto. Eso sirvió como un alivio para ambas, Normani y Lauren antes de que salieran de la casa, y se mantuviesen a una distancia de donde Harry estaba sentado con Camila mientras los enfermeros revisaban su cuerpo que tenía moratones y rastros de golpes del cinturón por toda su espalda y estómago. Sus piernas tenían arañazos, como si se hubiese caído y él la hubiese arrastrado, pero ella seguía con su ropa puesta, así que no la tocó de esa manera. Él no había tenido el tiempo suficiente.

Yendo en contra de lo que Harry había pedido, Lauren se acercó como un rayo donde estaban ambos, y si no hubiese sido por las circunstancias, ella no habría presionado a Camila.

   - “¿Por qué harías eso por mi? ¿Cómo has podido ser tan estúpida?” - Lauren gruñó, aunque estuviera enfadada, además estaba aliviada de que nada grave hubiese pasado.

Camila miró hacia arriba, a Lauren y entonces cayó en la cuenta, de que ahora que estaba lejos del peligro en el que ellas habían estado hace un rato, la realidad de la situación, cómo acababa de poner su vida en peligro, pero ¿para qué? Lauren no se merecía eso, no después de lo que en realidad le hizo pasar esta noche. Lauren le eligió ante ella, ahora, Camila tenía que elegirse a ella misma.  

   - “Tengo que afrontar mis miedos, necesito cerrar esto, no tiene nada que ver contigo.” - Ella escupió.

HÁBITO - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora