Capitulo 29

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"Algunas personas no entienden las promesas que están haciendo cuando las hacen, pero mantienes la promesa de todas maneras. Eso es lo que es el amor, Amor significa mantener la promesa de todos modos."


En un punto en medio de la tristeza, se vuelve difícil diferencias entre cuando estás despierto y cuando no lo estás. Lauren sentía como que se estaba arrastrando a ella mismo por donde iba. Había pasado casi un mes desde la última vez que había hablado con Camila; a la única persona a parte de a sus padres a quien podía mirar a los ojos era a Normani. Normani se sentía triste por su mejor amiga, pero no podía dejar de lado a Camila. Normani sabía que Camila aún se preocupaba, lo veía en la manera en la que se quedaba mirando un rato más y la manera en la que temblaba y daba un paso hacia adelante cada vez que parecía que Lauren se fuera a colapsarse allí, en ese momento. Normani podía verlo en las ventanas que tenía Camila como ojos, que la chica estaba luchando contra sus propios demonios que le decían que se mantuviese alejada de Lauren. La graduación era pronto, estaba inevitablemente cerca y las tres chicas sabían que el tiempo era su mayor enemigo ahora mismo. Lauren estaba perdiendo la esperanza en recuperarse algún día del trauma que ahora llevaba encima porque aunque no fuese demasiado lo que pasó esa noche, sino lo que la anclaba allí. Camila estaba perdiendo sueño con sus incesantes debates nocturnos que tenía con ella misma en si seguir a su corazón o escuchar a su cerebro.

Es una batalla continua que todo el mundo cruza en algún momento de sus vidas, entre una elección pragmática o una que parecía imprudente. A veces, si no normalmente, su corazón se guiaba por algo más poderoso que la ética y la lógico; se guiaba por la fe. Es una naturaleza humana elegir las decisiones instintivas e impulsivas cuando nos enfrentamos a situaciones problemáticas y Camila eligió a su corazón.

Camila se sentó en un banco el viernes por la mañana y se quedó mirando las dos puertas de la entrada que en algún momento le dejarían ver a la única persona que podía afectarla de la forma que lo hacía. Sintió la familiaridad de la situación cuando se levantó de repente, nerviosa del banco para correr hacia su taquilla e intentar ser discreta. Abrió la taquilla para esconder su cara detrás pero manteniendo su cabeza en la dirección que pudiera permitirla ver a Lauren por el rabillo del ojo. No quería hacer contacto visual porque sabía que nada bueno podía salir de ello, pero aún así tenía que vigilar, es lo que había estado haciendo el mes entero. Camila no era muda; sabía que después de esa noche en su habitación a pesar de todo lo que no había o había pasado, Lauren estaría cambiada, y todo lo que quería Camila, era esperar a su caída. Todo lo que Lauren estaba sintiendo y físicamente mostrando no era nada comparado con lo que podía ocurrir en el momento en el que las paredes se derrumbasen, Camila sabía lo que se sentía cuando estar en el borde del precipicio cuando vas a rendirte y por muy molesta que estuviera con Lauren, esa era la última cosa que quería, si, no estaba preparada para perdonar a Lauren pero la quería. Las dos habían tenido un desliz aquí y allí donde incautamente se habían dicho que se querían la una a la otra, pero nunca se dijeron que estaban enamoradas y eso eran dos puntos completamente diferentes en una relación, un punto potencial.

La espalda de Camila se puso rígida y se enderezó un poco cuando sintió las ondas oscuras y desordenadas sobre su hombro desnudo y contuvo la respiración cuando Lauren se detuvo por un momento como si estuviera esperando a que la chica hiciera algo - mostrase cualquier cosa. Camila cerró los ojos y respiró hondo dos veces antes de girarse. Lauren estaba mirándola como un perrito perdido con Normani al lado, sosteniendo su mano apoyándola. Camila tenía sus labios en una fina línea y no podía hacer otra cosa que mirar a la chica de arriba a abajo, estaba horrible. Sus ojos estaban inyectados en sangre y no olía tan limpia como siempre. Cuando los ojos de Camila volvieron a la cara de Lauren, se dio cuenta de que el labio de abajo de la chica estaba temblando y sus ojos estaban mostrando una señal de dolor de nuevo. Camila exhaló, frustrada sin saber qué hacer, y qué no hacer - ¿debería?

Lauren miró a Camila y supo que si estaba siendo sensible, estaría demasiado avergonzada de si misma, pero estaba exhausta. Sentía que su corazón estaba empezando a acelerarse cuando Camila levantó una mano y a pesar de que nadie más había hecho eso, esa se habría estremecido, sabía que nunca estaría en peligro con Camila cerca, y eso estuvo probado justo cuando todo lo que hizo Camila movió un mechón de pelo fuera de su cara. Lauren se sintió desnuda bajo los ojos de Camila, y eso hizo que empezase a sentirse cautelosa pero recordó que Normani estaba aún sosteniendo su mano, animándola. Lauren podía ver la tristeza en los ojos de Camila, por un momento se hundió en la idea de que Camila se había olvidado de ella y de los sentimientos que tenía por ella, pero todas esas dudas se disiparon cuando Camila llevó su mano detrás de su cuello para acercarla hacia ella y darle un beso en la frente. Ambas querían más, instintivamente ese sentimiento de acercarse más pero Camila le dedicó una sonrisa triste y empezó a caminar. Lauren resopló para dejar a Normani de lado. Ella salió corriendo y tiró de la espalda de Camila y envolvió sus brazos alrededor de su cuello, abrazándola con fuerza-ocultando su rostro en el cuello de la chica. Camila se quedó sin aliento, pero disfrutaba en el abrazo de todos modos, envolviendo sus propios brazos en la cintura de Lauren. Había pasado un tiempo.

Las dos chicas se quedaron paradas en ese punto hasta que sonó la campana. Normani notó que Lauren no quería alejarse incluso después de las súplicas de Camila, así que ella agarró a Lauren por la cintura y trató separarla de la chica. Normani sonrió disculpándose a Camila, Camila mantuvo la mirada fija en Lauren, su hombro ahora estaba húmedo por las lágrimas que Lauren había dejado ahí. Lauren no quería dejar que se fuese porque no sabía si Camila la permitiría hacer eso de nuevo pronto y estaba un poco molesta porque Normani la había apartado pero también estaba agradecida, no habría sido capaz de hacerlo por sí misma.

Camila evitó a Lauren por el resto del día, eligiendo saltarse la comida también, y nunca dándole una segunda mirada durante Inglés. Era difícil pero sabía que estaba cayendo en las viejas costumbres y no podía tener a Lauren en el pedestal en el que solía tenerla, no era justo.

Miró el reloj impacientemente, esperando a que la campana del final sonase, queriendo salir de ese edificio claustrofóbico.

Corriendo pasó a Ally y Harry, saludándoles con la mano por encima del hombro y bajó sus ojos cuando vio a Normani girar en la esquina. Ella sabía que Lauren estaría a su lado, y estaba literalmente contando los pasos ahora. Miró hacia sus pies y siguió sus pasos por los cuadrados del suelo, contando cuantos había antes de llegar a la puerta. Trece pasos. No le molestaba mirar a Normani, porque casi en ese momento escuchó la voz de Lauren, era débil, pero seguía intentando captar su atención. Era horrible ver a Lauren así de frágil, tan rota, y especialmente siendo ella la razón, o al menos no era una candidata que ayudase mucho en esa situación. 10…9…8…7…6…

Camila empezó a correr por el edificio cuando sintió unos dedos fríos intentando agarrar su mano, el tacto era uno que nunca pasaría desapercibido pero ella pretendió que así fuese. 5…4…3…2…1.

Ella no se giró esta vez, siguió andando hasta que alcanzó su coche y condujo fuera del parking tan rápido como pudo. Sólo quería llegar a casa y dormir, intentando bloquear la cara de Lauren lo mejor que pudiera, aunque fuese sólo por un rato.

Ella ignoró a su madre y a su hermana pequeña mientras subía las escaleras y se dejaba caer en la cama. Su teléfono estaba vibrando incontrolablemente pero sabía de quién eran los mensajes. Por mucho que quisiera apagar el móvil, nunca lo hacía, siendo en gran parte porque se preocupaba porque la chica la necesitase alguna vez.

La madre de Camila fue informada brevemente de la pelea que habían tenido las dos chicas y decidió no presionar a su hija para hablar de algo que ella no quería, y se dijo a si misma que si algo merecía la pena para desesperadamente preocuparse, Camila se lo haría saber.

Sinú le había ofrecido la cena a Camila, que educadamente rechazó pero no dejó de mostrar molestia ante la interrupción. Camila finalmente se había puesto a dormir cuando su madre se había acercado hasta su puerta con la promesa de pedir pizza lo que normalmente siempre rechazaba. Sinú frunció el ceño pero asintió de cualquier modo antes de volver a la cocina para cenar con Sofía y Alejandro quien finalmente había llegado de trabajar.

Fue mucho más tarde cuando otra interrupción llegó, y fue su molesta melodía, que ahora mismo se arrepentía increíblemente de haberla elegido. No se había dado cuenta en ese momento de que era la melodía de Lauren. Estaba medio dormida y se olvidó de que había elegido esa melodía específicamente con esperanza de poder tolerarla si pertenecía al contacto de Lauren. Con sus ojos aún cerrados, cogió el teléfono de encima de la mesa y contestó sin comprobar quien era.

   - “Hola?” - dijo con una voz de dormida. Escuchó hipo mezclado con llanto y risa todo a una vez.

   - “¿Camz?” - Fue capaz de decir.

Camila se sentó en su cama, intentando ajustar su mirada en la oscuridad. Escuchó a Lauren sorber con la nariz y en ese instante su preocupación creció, pero no quería pensar que fuese nada más serio que una llamada habitual de Lauren.

   - “No sé donde estoy…” - dijo con una voz muy baja.

   - “¿A qué te refieres con que no sabes dónde estás?” - Camila prácticamente chilló.

   - “Estoy perdida y confundida, y, y, y todo está haciendo ruido en mi cabeza y nada se queda quieto, Camz.”

Fue entonces cuando Camila escuchó el insulto en las palabras de Lauren. Estaba borracha. Camila intentó con toda su fuerza no poner los ojos en blanco, y sus preocupaciones en la cabeza la ayudaron a evitarlo. Ella rápidamente saltó de su cama y se puso los zapatos y la sudadera. No sabía en qué estado estaría Lauren y tenía que moverse.

   - “Vale, quédate en el teléfono conmigo, voy a por ti, mira a tu alrededor, ¿qué ves?”- Camila salió corriendo, casi sin aliento.

El sudor se estaba acumulando en su frente y su corazón estaba acelerándose con el pensamiento de que algo le pudiese pasar a la chica.

   - “Yo, no, no puedo, Camila, todo está borroso y sólo veo colores.”

Camila apretó su nariz y exhaló, irritándose por lo dependiente que era ahora de la estabilidad de Lauren para encontrarla.

   - “Lauren, escúchame. Quédate ahí, y escucha mi voz. Necesito que te centres en algo, en cualquier cosa. Parpadea una vez, dos incluso, y céntrate en una señal. Cualquier cosa que pueda ayudarme a encontrarte, ¿por qué sitio recuerdas haber pasado por última vez?”

Camila escuchó la respiración de Lauren, y se dio cuenta de que se estaba acelerando, que se estaba poniendo nerviosa.

   - “Lauren, cariño, escúchame. Voy a encontrarte. No importa nada más. Sólo ayúdame a hacerlo más rápido, ¿vale? No te asustes. Estas bien.”

Camila sujetó su teléfono lo más cerca posible a su oreja, intentando encontrar una manera de estar más cerca de ella en ese momento.

Después escuchó a Lauren exclamar, seguido de una disculpa. Camila escuchó la voz de una mujer mayor justo después y la idea le vino a la cabeza como una luz.

   - “¡Laur!” ¡Lauren” Dale el teléfono a la mujer que con la que te acabas de chocar, dile que necesito hablar con ella rápidamente.”

   - “¿Qué? ¿Por qué?”

   - “¡Hazlo!”

Unos segundos más tarde, una voz confusa se puso al teléfono, y Camila rápidamente aclaró su duda.

   - “Hola, lo siento por molestarte, pero necesito ayuda. Mi novia no está exactamente estable en este momento y necesito que me digas la localización exacta de dónde está para ir a por ella. Por favor. Me necesita.” - Camila suplicó.

Escuchó a la mujer canturrear en respuesta y esperó por una respuesta. La mujer no hizo preguntas más allá y gracias a Dios, le dio a Camila algo de información útil para encontrar a Lauren. Se dio cuenta de que era tarde y Camila se estaba preguntando qué hacía esa mujer fuera tan tarde, pero no lo pensó mucho, su prioridad era Lauren.

Cogió las llaves de su coche y salió, dejando una nota rápida en la mesa por si sus padres se levantaban y la encontraban ausente.

Le llevó diez minutos llegar, saltándose todas las señales de stop y todas las luces rojas de los semáforos. Tuvo suerte de que no hubiese policías alrededor en las calles que cogió. Tan pronto como llegó a la farmacia más cercana que estaba cerca del sitio donde Lauren se encontraba, prácticamente saltó fuera del coche en busca de la pobre chica. Miró por las aceras, e incluso en la carretera, y decidió entrar en la farmacia, asumiendo que es a donde Lauren habría ido.

Camila se la encontró tumbada en una fila de cuatro sillas, cubriendo sus ojos con su cara. Camila dejó escapar una respiración de alivio y fue hacia ella. Se puso delante de ella y la movió amablemente. Estaba empezando a despertar de su instantáneo sueño cuando la mujer de detrás del mostrador habló.

   - “Tienes suerte de que fuese yo con la que se chocase… Dios sabe que podía haberle pasado cualquier cosa a una chica tan guapa siendo tan tarde y en ese estado.

Camila frunció el ceño, “En realidad, tengo una idea…”

Los ojos de Lauren se abrieron, pero las nauseas la siguieron, y Camila cogió corriendo la papelera que tenía al lado que había puesto la mujer junto a la cara de Lauren en el suelo. Sus ojos eran profundos y mostraba miedo en su cara mientras se vaciaba en la papelera. Camila intentó con fuerza no mostrar su incomodidad y disgusto. Tosió un poco para contenerse y no atragantarse y miró hacia otro lado para no estar en contacto directo con esa liberación.

No fue mucho lo que Lauren vomitó; Camila asumió que no había comido demasiado tampoco. Ella entonces empezó a preguntarse dónde estaba Normani. ¿Por qué sus padres le habían dejado salir tan tarde? Camila dirigió una mirada de disculpa y agradecimiento a la mujer y se arregló para levantar a Lauren, acunándola en sus brazos contra su pecho. Lauren instintivamente puso sus brazos alrededor del cuello de Camila como había hecho antes y le dio un beso en el pecho a Camila, justo donde su corazón estaba.

A pesar de su estado de embriaguez, ella sabía en qué brazos estaba y se habría condenado si dejaba pasar la oportunidad de saborear ese momento. Camila salió de la farmacia hacia su coche, poniendo a Lauren en la parte de atrás para permitirla que se tumbase de nuevo.

Camila condujo lentamente hasta la casa de Lauren, manteniendo un ojo puesto en la chica, en caso de que vomitase de nuevo, y finalmente, encontró el camino hasta la calle de la chica.

Apagó el coche y salió para sacar a Lauren. Lauren estaba despierta pero no quería que Camila supiese eso, así que hizo fue un ruidito a la chica y subió sus brazos lo que significaba que quería que la llevase. Camila obligada porque esta Lauren era con la que no tenía que estar molesta, y fue mucho más fácil obedecer cada esfuerzo cuando ella estaba medio consciente de su entorno.

Camila la llevó hasta la puerta principal y empujó la mejilla de Lauren con su frente para que ella abriera los ojos, ya sabiendo que estaba despierta por el patrón de la respiración. Lauren sonrió suavemente y abrió los ojos ante los ojos preocupados y curiosos de Camila.

   - “¿Por qué no hay nadie en casa?” - Camila preguntó, refiriéndose a la calle vacía.

Lauren bajó la mirada, “mis padres están fuera en un viaje de negocios durante el fin de semana, y mi hermano y mi hermana están en casa de sus amigos.”

Su habla estaba un poco mejor pero aún le costaba articular en condiciones. Camila asintió y miró de nuevo a la chica. Sus cejas estaban arrugadas, y movió la cabeza en desaprobación.

   - “Estaba tan preocupada. Me has dado un susto de muerte.” - Camila exhaló.

El labio de Lauren temblaba, y bajando los pies al suelo, intentando deshacerse de Camila pero Camila no la dejaba irse. En vez de eso, ella elevó sus brazos un poco más, para darle a Lauren menos acceso al suelo y movió su cabeza de nuevo.

   - “No” - dijo besando la frente de Camila.

Lauren sopló y metió la mano en el bolsillo, en busca de la llave de su casa, y débilmente se lo entregó a Camila. La chica sonrió suavemente a Lauren y puso la llave en la cerradura, lo que las llevó dentro. Ella se aseguró de cerrar detrás suyo y comenzó a subir las escaleras hasta la habitación de Lauren y la dejó en su cama, sana y salva.

Camila cayó junto a ella, finalmente sin preocupación. Ella cogió la mano de Lauren y entrelazó sus dedos, dándole un pequeño beso nudillos y descansando sus manos sobre su pecho. Lauren podía sentir el corazón acelerado de Camila, y decidió girar su cuerpo para mirarla.

   - “¿Me quieres de nuevo?” - susurró Lauren, infantilmente pero con un poco de ingenuidad curiosa.

Camila se burló y desvió la mirada hacia el techo.

   - “Nunca he parado, Laur.”

Un grito se escapó de los labios de Lauren, y le soltó la mano a Camila.

   - ” Eso es mentira!”

Camila elevó sus cejas.

   - “¡Oh ¿sí? ¿Quién dice qué?” - la retó.

   - “Ni siquiera me mirabas, Camila… Te miraba como si el mundo se fuese a parar si me hubieses devuelto la mirada una vez, y ni una sola vez lo hiciste.” - Lauren resopló.

Camila decidió que esa era la honestidad del borracho, la implacable confianza que da el alcohol. Sabía que el depresivo revelaría todos los pensamientos verdaderos de Lauren y estaba medio agradecida.

   - “No te podía mirar sin sentirme decepcionada.” - Camila dijo, avergonzada. Ella cogió la mano de Lauren otra vez. - “Estaba avergonzada de lo que hiciste, y de lo que yo no hice.” - admitió, brevemente después, el silencio fue todo lo que siguió a esa afirmación.

Los ojos de Lauren brillaron de nuevo y se levantó a sí misma para cernirse sobre Camila, poniéndose a caballo con ella para obtener una visión más clara suya.

Sus ojos verdes parecían enfadados pero confundidos, y tristes al mismo tiempo.

   - “No sabía lo que estaba pasando, Camila. Es como si el hubiese seducido mi mente, y todo lo que podía ver era a él, y no eso no esta bien de ninguna manera, pero no podía pararme a mi misma, y no estoy segura de quién está más herida ahora mismo, ¿tú o yo? - finalizó, confundida de nuevo.

   - “Cuando os fuisteis los dos” - Camila empezó tentativamente, - “¿qué pasó exactamente?”

Camila miró con ojos esperanzadores mientras la cabeza de Lauren se inclinaba hacia un lado, sumida en sus pensamientos, y vio como ella cerró los ojos con fuerza, frunciendo sus cejas, concentrada.

   - “Fue durante el baile, me hizo girar hasta que empecé a ver toda la sala dando vueltas sin parar, y nos mezclamos entre la gente, nadie más lo vio, ni siquiera yo, cuando cubrió mi boca con una pañuelo que olía muy fuerte, como a alcohol…” - ella empezó.

Camila esperó con entusiasmo, y asintió para que continuase, intentando imaginárselo en su mente.

   - “Me debilité entonces, y recuerdo caerme en sus brazos, estaba aún despierta, él no se dio cuenta, pero fue como si mi cuerpo estuviese dormido pero yo no lo estaba, porque mis ojos estaban lo suficientemente abiertos para ver cómo me arrastraba fuera de la pista de baile hacia la salida. Nadie se dio cuenta, Camz. Fue como si me estuviera desvaneciendo en el olvido, y nadie podía escucharme pidiendo ayuda, no creo que nadie en la sala pudiera leer mis ojos de la manera que a lo mejor tú podías haber sido capaz de hacerlo. Ellos eran las únicas cosas que mostraban lo asustada que estaba, pero la modorra que estaba sintiendo hizo que todo fuese prácticamente imposible…”

El corazón de Camila empezó a acelerarse; se estaba poniendo ansiosa con lo que Lauren estaba contando, sólo era capaz de imaginar la terrible sensación de impotencia que debía haber tenido. Ella asintió de nuevo, esta vez colocando sus manos en la cintura de Lauren, apoyándola.

   - “Después, me tiró en el asiento de atrás. Recuerdo que mi cabeza estaba contra la ventanilla, mirando cómo pasábamos todos los edificios, llegando hasta la casa. Cuando llegamos, me arrastró por los brazos hasta dentro, y me subió por las escaleras. Recuerdo tropezarme con mi vestido, especialmente cuando él pisó los extremos de la parte de atrás, lo que hizo que se rasgase, de ahí vienen los moratones de mis rodillas, y el que tengo en la cabeza, de golpearme contra los escalones. Después, tuvo la decencia de ayudarme a ponerme de pie y luego me gritó que me diera prisa, diciendo que tenía que salir corriendo antes de que algo pasase, así que él me llevó hasta una habitación en particular, en la que tú me encontraste, me tiró en la cama, yo estaba empezando a recuperarme y él se dio cuenta cuando mi cabeza se sacudió cuando mi teléfono empezó a sonar .. Creo que era Normani.” - Ella lo contó en voz baja, como si estuviese contando un secreto.

   - “Entonces, el se puso aún más enfadado, diciendo que se le estaba acabando el tiempo, y yo empecé a preguntarse qué estaba pasando y fue cuando empecé a tenerle miedo, porque tenía esa mirada en sus ojos, y porque había empezado a recobrar la consciencia de nuevo, era capaz de recordar sus acciones en la pista de baile y lo recodé gritando, y me dio un bofetón por ello, muy fuerte, otro moratón. Me tiró del pelo y me dijo que me callase, pero no se paró, ni ligeramente. Todo lo que hizo fue estallar, como me di cuenta mucho más tarde. Me sentí sin esperanzas cuando puso el paño en mi cara otra vez, esta vez me estaba quedando dormida mucho más rápido, como si hubiera puesto alcohol más fuerte en él. Mis ojos empezaban a cerrarse cuando él agarró sus cosas y empezó a correr fuera de la habitación. Él dijo que estaría de vuelta en un rato, recuerdo oír, y oí sus pasos fuertes a medida que se iba por el pasillo y bajó las escaleras. Cerró la puerta, y se fue. Fue cuando me enteré de que mi teléfono estaba sonando otra vez y que mis ojos se estaban cerrando con fuerza, y por más que intenté mantenerme despierta, no podía, y lo siguiente que vi, fue a ti.” - ella terminó.

Ambas chicas estaban llorando por diferentes razones. Lauren estaba llorando porque estaba recordando lo indefensa que estuvo, cómo fue perder el conocimiento, incluso tratar de luchar duro por no cerrar sus ojos, y Camila estaba llorando porque a pesar de que todo fuese una trampa, no le había pasado nada a Lauren, porque independientemente de que Luke esperaba la presencia de Camila, había llegado a tiempo. ¿Qué hubiese pasado si Camila no hubiese aparecido, y Luke hubiese torturado a Lauren por su enfado?

Camila no podía luchar más y besó a Lauren. Por primera vez desde que estuvieron en aquella habitación, dejó que sus labios se fundieran con los de la otra chica. La besó con la misma desesperación que tuvo en aquella habitación, pero era diferente ahora. Ese beso era desesperado, ese beso se aferraba a cada pedacito de esperanza que su amor aún tenía.

Era la esperanza ciega que su amor les proporcionaba, la esperanza que seguía viva después de todo lo que había pasado. Camila debía estar enfadada con Lauren, no debería de estar perdonándola pero no podía evitarlo, el amor es la fuerza que da a la gente una cuarta oportunidad, incluso después de haberte golpeado. Lauren la había cagado mucho, pero en momentos como esos, cuando sabes que aún estás tratando con errores del pasado, es cuando se demuestra tu relación. Es como si cada error en la relación fuese un examen. Exámenes para ver cuánto estás dispuesto a soportar por el otro y Camila estaba empezando a creer en todo lo que ella haría, si estaba perdida en el amor. Ella empezó a pensar que las cosas siempre pueden resultar horribles para ella, pero tenía que apreciar lo bueno que viene con lo malo, y sí, Lauren ya había lo había estropeado dos veces, y algunas otras veces en el medio, pero se amaban. Sus formas de demostrarlo habían variado de diferente manera, pero Camila lo sabía. Camila sabía que Lauren la necesitaba, y quería necesitarla de la misma manera. No sabía cuántas oportunidades más estaba dispuesta a dar, pero que no quería pensar en otra oportunidad, quería pensar que esta era la última que necesitaría

Entonces miró a Lauren, su pelo estaba despeinado, sus labios estaban hinchados, sus ojos aún estaban perdidos y confusos, su pecho estaba subiendo y bajando de la tensión del momento y sus dedos estaban agarrando su camiseta desesperadamente. Era preciosa, siempre preciosa.

Camila abrazó la cintura de Lauren, poniéndose abajo con ella, sin importarle que Lauren siguiese oliendo a lo que hubiese estado bebiendo en su ropa y al olor indescifrable en su pelo, era la persona a la que amaba, tenía que soportar lo peor tanto como cualquiera apreciaría su gloria en lo mejor.

Ella cerró los ojos y se centró en el latido rápido de Lauren contra el suyo propio corriendo, y la abrazó más fuerte cuando escuchó que estaba sorbiendo con la nariz de nuevo. Sabía lo que iba a venir, Lauren siempre era una cabezota y el hecho de que estuviese borracha y confusa tampoco ayudaba, se estaba serenando, pero su dependencia aún estaba presente, la desesperación de necesitar a Camila más cerca como un osito de peluche, y el recuerdo de la promesa seguían siendo cuestionados en las acciones de Lauren mientras se aferraba a la otra chica.

Ella la sostuvo cerca, una vez más con miedo de que Camila la dejase ir. Ella la había perdido una vez, no podía dejar que ocurriera de nuevo y se lo dijo a lo largo de estos últimos treinta días, que ella no haría nada para perderla de nuevo, porque no podía estar sin ella, pasó esos treinta días pensando cómo lo hizo antes de su afinidad revelada e incluso ahora no podía dejar estar curiosa por lo que haría si Camila desapareciese de ella decididamente.

Ella puso su cabeza al lado de la cara de Camila, para poder descansar su sien en contra de la de la otra chica, y se estremeció,

   - “Te veía, y cada paso que dabas para alejarte de mi dirección me partía en pedazos, porque estabas tan dispuesta a dejarme ir, y me mataba ver que… era con tan poco esfuerzo …”

Camila sintió cómo caían las lágrimas de Lauren por su rostro y se dio la vuelta para capturar los labios de Lauren, esta vez aguantando el beso durante todo el tiempo que pudo, mientras que la otra chica seguía llorando en sus brazos, y se apartó unos centímetros para mirarla a los ojos y decir,

   - “Te he querido desde la primera vez que te vi, no podía dejarte ir, aunque lo intentase, y créeme, lo he intentado.”

   - “¿Lo prometes?” - dijo Lauren, elevando su cabeza otra vez para mirar a Camila con cada pequeña esperanza en su pregunta y es sus ojos. 

   - “Lo prometo.”

HÁBITO - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora