Capítulo 10

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“Y así es como suceden los cambios. Un gesto. Una persona. Un momento en el tiempo.”

Me senté en mi sitio intentando contenerme de chillar como una niña pequeña, pero se estaba haciendo cada vez más difícil cada vez que Lauren se giraba y me miraba – una mirada que yo nunca devolvía.

Ella estaba tramando algo, sabía que lo estaba haciendo y eso me recordaba que tenía que estar alerta todo el día tan pronto como acabase la clase. Los dos siguientes periodos me arrastraban y seguía con las mismas respuestas de esta mañana, y tenía que admitir que estaba impulsando mi
confianza, pero la confianza de mi interior me estaba dando miedo, pero otra parte de mi me decía que lo que tuviera Lauren en mente no podía ser tan malo, asumía que estaba dispuesta a afrontar la tormenta más dura.

(Sin ningún POV)

La hora de la comida llegó y el silencio que surgió cuando entró no se rompió ni por ella ni por Lauren. Lauren siguió con la mirada en la chica del pelo marrón con cada paso que daba, pero se aseguró de mantener una mirada amenazante hacia la otra chica. Estaba acostumbrada a meterse bajo la piel de Camila y no al revés. Ella quería algo – cualquier cosa para recuperar la ventaja pero nada le venía a la mente, cada comentario torturados o abuso ya habían sido arrojados a la chica, pero sin embargo había sentido mucho dolor porque no podía pensar en nada que pudiera hacerla estremecerse.

Todo el mundo en la cafetería miraba como Camila cogía un plato de comida por primera vez, no se daban cuenta de que era el primero y vieron cómo se mordía el labio mientras sus ojos buscaban a alguien. Varias personas que estaban mirando se asustaron al escuchar una voz romper el silencio con un grito familiar.

- “¡Hey Camila! ¡Estoy aquí!”

Algunos se giraron en dirección a la voz y reconocieron que no podía pertenecer a otra que a la Santa Ally.

Era casi reconfortante presenciar la sonrisa de alivio que tenía Camila en la cara y había algo diferente en ella hoy además de su ropa, y no muchos fueron capaces de descifrar lo que era pero alguien en particular era capaz de admitirlo; Lauren Jauregui sabía que era lo diferente, la belleza de la chica brillaba en su cara de alguna manera y eso le molestaba. Parecía que echaba humo por la nariz, girando los ojos y frunciendo el ceño mirándose a si misma. Miró su comida e intentó conseguir la atención de sus amigos en un intento de que todos dejasen de embobarse con Camila. No estaba celosa, estaba enfadada porque la chica además era guapa y solo hacía que ignorarla fuese más difícil.

Camila se sentó con Ally y le dirigió una sonrisa de agradecimiento, a la que Ally emitió emoción mientras le dedicaba otra a la chica. Camila esperó con anticipación y una sonrisa se dibujó en su cara cuando Ally le dio su aprobación para empezar a comer. Las dos chicas disfrutaron de la comida mientras hablaban de cualquier cosa ignorando a la gente que seguía mirándolas como si fuesen algún tipo de espectáculo. Fue un almuerzo sin incidentes y Camila terminó un poco antes de que terminase la hora así que le dijo a Ally que la vería luego en clase, levantándose para irse.

Tiró sus cosas y caminó en lo que parecía un paso decidido hacia la mitad del pasillo para salir, pero en realidad, caminaba con mucha ansiedad en sus interior.

Justo antes de llegar a la puerta, un chico se levantó. La respiración de Camila se cortó cuando se dio cuenta de que era uno de los habituales y cuando se intentó ir, él lo hizo misión imposible. Le miró a la cara que tenia una sonrisa maliciosa y Camila cómo el levantaba uno de sus brazos quitando su pelo de la cara. Su mano seguía moviéndose pasando por su oreja hasta su hombro, bajando por el brazo y justo antes de que pudiera llegar más lejos, ella dejó escapar un tembloroso pero alto “PARA”. Él se río y negó con la cabeza.

La atención de Lauren fue captada por el grito y apretó el puño debajo de la mesa. No sabía
porqué estaba reaccionando de esa manera, pero su respiración se aceleró y se golpeó en el pie con impaciencia para evitarse a si misma levantarse y caminar hacia allí. Sus pensamientos se nublaron con gritos de esquizofrenia que le decían muchas cosas a la vez; hipócrita. Se mordió en anticipación y se preguntó si alguien iba a hacer algo, pero sus ojos estaban mirando al chico que se acercaba a los dos en el medio de la cafetería.

- “Te ha dicho que pares”.

Una voz profunda habló, lo que causó que Camila tiritara. Conocía esa voz. Pertenecía a quien fue su mejor amigo, Harry. Le miró con cara de confusión pero agradecida. El chico que tenia una sonrisa de satisfacción se giró para mirar a Harry.

- “¿Desde cuándo te importa? Tu mismo la llamabas puta hasta hace dos días.” Los ojos de Harry pasaron de Camila al suelo.

- “Tan solo déjala, ¿vale?”

Camila aprovechó la oportunidad de irse antes de que el otro chico la volviese a coger y una vez sintió como se asfixiaba.

Por mucho que ella quisiera un héroe, la idea de los héroes que se levantaban por ella, hacían que todo pareciese muy patético. Ella también quería preguntarle “¿porqué ahora?” pero se dio cuenta de que ya tenía demasiadas preguntas sin respuesta, por lo que no pudo, dejando pasar todos los temores para aferrarse a él, pero también a Dinah, Marielle y Sandra. Fueron sólo algunas de las personas que caminaron hacia la chica a primera vista desde que había cambiado y
Camila empezó a preguntarse si ahora que era” normal” de nuevo, si volverían arrastrándose, y por mucho que les quisiera, una parte de ella no quería.

Camila salió al pasillo y se dio cuenta de que le costaba respirar y justo antes de intentar
controlarse, miró hacia arriba. Allí estaba delante nada menos que Lauren Jauregui.

Estaba apoyada contra la taquilla de Camila y en ese momento estaba sola. Camila relajó sus hombros y se arregló el vestido antes de acercarse.

“¿Puedo ayudarte” - preguntó de manera descarada.

La chica de pelo castaño oscuro alzó la mirada del suelo hasta encontrarse con los ojos marrones. No había piedad en ellos, nada que pudiera ayudar a Camila a leerla como normalmente intentaba, pero ella aún estaba atraída por los ojos color esmeralda que tenía la chica. Lauren se tomó un momento de contemplación antes de contestar a la chica.

- “¿Por qué vas vestida así?”

Ella frunció el ceño por la extraña pregunta pero no sabía cuáles eran las intenciones de la chica sobre el cambio de armario. Camila giró su cabeza hacia un lado y se mordió el labio antes de contestar.

- ” ¿Porqué? ¿No te gusta?”

Los ojos de Lauren fijaron su mirada de los labios hasta los ojos de la otra chica y entrecerró los ojos.

- “¿Importa lo que yo piense? ¿Eso es lo que quieres?”

La respiración de Lauren se atascó en su garganta y miró alrededor en el pasillo.

- “No hay nadie aquí.” - Camila la retó.

Lauren volvió su mirada hacia Camila y la miró indecisa.

- “Estás guapa” - Ella le susurró.

La forma en la que su voz temblaba mandó escalofríos a la espalda de Camila y la obligó a inclinarse. Lauren la miraba nerviosa y justo antes de que sus labios se encontrasen…

“Pero siempre vas a ser una puta.” - Lauren silbó antes de empujar a Camila y volver a la
cafetería.

HÁBITO - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora