"¿Debería suicidarme o tomar una taza de café?"
Camila salió del colegio, caminó hasta su coche, entró en él y condujo. Ella no lloró - era muy tarde para llorar. Solo condujo. Condujo por las largas interestatales y autopistas, a través de vecindarios donde solo se podía ir a 15km por hora con niños corriendo por las acercas, a través de carreteras de la ciudad con vagabundos que no daban apariencia de un sitio seguro. Condujo por parques, por el parking del cine, por una pequeña parte de la ciudad de Florida, y cuando se quedó sin gasolina, se paró en un lado de la pequeña carretera al lado de tres postes. No había nadie alrededor y estaba demasiado avergonzada para llamar a alguien. Debería haber sabido que no tenía que haber conducido hasta quedarse sin gasolina.
Estúpida.
A lo mejor debería tomarse las
pastillas. A lo mejor debía escuchar a Lauren. ¿Acaso merecía la pena? ¿Qué podía hacer por la gente más que crear una sensación sexual que nunca sentía? ¿A que contribuiría en el mundo que mereciera la pena más que recibir billetes de cinco, diez o veinte dólares? ¿Cuál era objetivo ahora? ¿Qué era el objetivo real, actual y físico? Porque estaba claro que no estaba teniendo éxito.Camila estaba demasiado cansada, estaba acabada.
——-
Camila caminó durante tres horas por la carretera, siguiendo las luces de cada calle hasta que se encontró con su casa. Entró en la silenciosa casa, dándose cuenta de que no había nadie en cuento abrió la puerta. Las luces estaban apagadas y había una nota en la pequeña mesa al lado de las escaleras: “Kaki, hemos salido esta noche y nos hemos llevado a Sofía con nosotros. ¡No nos
esperes!”Esto relajó a Camila porque ¿cómo iba a explicar a sus padres que si coche estaba en una calle cualquiera a tres vecindarios de distancia, sin gasolina y completamente abandonado? Llamaría a Harry para pedirle ayuda más tarde. Pero ahora, necesitaba tiempo para pensar, tiempo para sentir, tiempo para arrepentirse y tiempo para decidir. Tenía que decidir que demonios iba a hacer. Había muchas opciones, pero poco tiempo. Camila miró hacia abajo, al bote blanco que tenía en sus manos.
Aspirinas.
No sabía ni siquiera si eso podía matarla, sin importar cuantas se tomase. Sólo eran aspirinas. Había tomado muchas de esas antes para poder dormir mejor, pero
eso es lo único que habían hecho, dejarla dormida. ¿Un bote entero podría ponerla a dormir para siempre?No podía averiguarlo pero tampoco quería saber si quería. Había muchas cosas que podía hacer o no. Había mucha gente a la que no le importaría que hiciese esto.
Indudablemente decepcionaría
a sus padres, claro; les había dado esperanza recientemente por un cambio, como ellos siempre habían querido. Dios, ¿qué pasa con Sofía? La mataría. Camila le debía a su hermana más legado que este.Pero después estaba Lauren. Había algo en Lauren que no le encajaba a Camila. Estaba la forma en la que miraba a Camila cuando la vio por primera vez con aquel vestido que llevaba. Camila no podía negarse a sí misma que había algo de esperanza en los ojos de Lauren - algo como alivio, casi contenido. Pero luego esas expresiones cambiaron.
Después cuando Lauren fue a su casa y cuando la besó, cuando no había nada más que Camila hubiese esperado para un primer beso con la chica que pensaba que podía querer. Había algo en ese beso, una especia de alegría y ganas en el beso que no podía ser falso - una especie de prisa que vino por parte de Lauren que irradiaba chispas que le decían a Camila que había una posibilidad sin palabras. Pero eso también desapareció, tan
pronto como Lauren se separó- Y cuando Lauren pidió perdón -realmente arrepentida- por lo que iba a hacer… Nunca había hecho esto antes. nunca se había permitido expresar el arrepentimiento que sentía por todo lo horrible que le había hecho a Camila.Había mostrado su arrepentimiento por primera vez y parecía que significaba algo. Y Camila no podía decir que en su buen corazón que todas estas cosas eran falsas, que Lauren la había engañado, que no era nada a los ojos de Lauren, que Lauren la odiaba. Incluso cuando Lauren le dio esas pastillas, había algo en esos ojos esmeralda que decía, no, no te las tomes. No quiero
perderte.Pero ¿cómo demonios iba a tener sentido algo de esto? Lauren no podía querer a Camila, eso sería como desafiar a la gravedad. Pero Camila no podía ignorar esos signos tontos. Había algo ahí.
Había algo que podía recomponerla o romperla, algo que podía cambiar todo. Tenía que averiguarlo.
Y sabía exactamente la manera de hacerlo.
—————
Había una fiesta esta noche, algo que Camila vio en su Twitter que aparentemente todos - Lauren incluida, por supuesto - iban a ir. Y era su oportunidad de oro. Iba a ir para romper a Lauren en pedazos. Llamó a Harry que la ayudó a traer su coche. Le llenó el depósito y ella se fue agradeciéndoselo, mientras le pedía perdón por lo que había pasado. El tan solo sonrió y dijo adiós con la mano.Camila se paró delante de una pequeña casa blanca donde había chicos dentro. Había música que se podía escuchar a lo lejos y muchos coches aparcados en la calle y en la calle anterior. Camila no encontraba un hueco donde aparcar hasta que se fue a la parte de atrás del vecindario. Después
volvió hacia la casa, dándose cuenta de que podía arruinarlo todo. Sus manos estaban temblando y había una línea de sudor a lo largo de su frente, por su espalda y en sus manos. Sus manos parecían gelatina y estaba muerta de miedo que podía morir ahí mismo. Pero no importaba.Ya era la hora.
Camila caminó hasta la puerta principal de la casa, entre la gente que había alrededor,
reconociendo a algunas personas que estaban por ahí, pero sin decir hola. No había tiempo para eso. Se aferró con fuerza al bote que tenía en las manos apretándolo a través de la tormenta hasta que encontró a la chica de ojos esmeralda que estaba buscando.Lauren se giró y vio a Camila, ojos como puñales. Había chicas en ambos lados de Lauren, su pequeña postura, los brazos cruzados y preparadas para defender a su líder si había más puñetazos en el aire. El ojo de Lauren estaba morado, y honestamente, eso la hacía parecer más caliente. Camila se sonrojó un poco, dándose cuenta lo horrible que era considerar eso ya que ella misma había causado ese daño.
- “¿Qué demonios estás haciendo aquí, Cabello? ¿Quieres golpearme un poco más? Ya sabes, con ambos puños o con tu…” - y Lauren miró el cuerpo de Camila.
Después de eso, se giró hacía la chica de la derecha, haciendo una señal con su dedo en la garganta. Los ojos de Camila se pusieron rojos y Lauren sólo se río más alto.
- “En realidad, no, Jauregui, quería darte algo. Un regalo si quieres.” - Camila se vino arriba y Lauren la miró intrigada. Subió una de sus cejas.
- “Bien, entonces. ¿Qué es?” - dijo con un tono exasperado y Camila cogió la mano derecha de Lauren y dejó en ella un pequeño, blanco y vacío bote. Cerró la mano de Lauren con los dedos alrededor del bote y cuando Lauren vio que era lo que tenía, miró a Camila con ansiedad.
- “No”.
Los ojos de Camila se llenaron de lágrimas.
- “Sí. Hey, Lauren tómate esto como un favor. Voy a desaparecer.”
Y Camila se fue corriendo de la casa.
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HÁBITO - Camren
Fanfiction-A la gente le gusta decir que ella misma se hizo esto, pero en realidad no tienen ni idea. No eran conscientes de las batallas que ha afrontado diariamente desde aquella noche, y nunca lo sabrán porque el orgullo y la vergüenza de Camila sobre la v...