"Se tarda diez veces más en recuperarse que en desmoronarse."
Camila se congeló en su sitio delante de la chica que podía haber querido. No había nada que la parase de besar a la chica de forma apasionada, con fuerza, intensamente, pero después llegó esa palabra. Puta. Lo tenía que arruinar. Podían haberlo tenido, su momento, lo que Camila había estado esperando durante mucho, mucho tiempo. Pero no. No podía pasar. Porque al final del día, Lauren seguía viendo a Camila como una puta, una fulana a los ojos de todos y esa era la única cosa que importaba. Camila podía desear, esperar, soñar con algo positivo de la chica que quería, pero Lauren siempre la ofendía. Porqué, Camila no lo sabía. Pero ella sabía que no lo podía aguantar. No lo aguantaría. La condenaría si seguía dejando que esto le pasase. Pero en vez de vengarse, en vez de amenazar, en vez de gritar sobre lo injusto que era todo, ella jugaba con la
chica que tenía delante.- “Algún día dejarás de rechazarme, cariño. Porque cada vez que esto pasa.” - Camila quitó un mechón de pelo de los labios de Lauren, mirándola fijamente un rato, con una mirada juguetona en su cara, hacia la cara perfecta que tenía delante y puso un dedo en el medio de los labios de Lauren - “Cada vez que esto pasa, estás más y más cerca de besarme.”
Camila se acercó más a ella, demasiado cerca y besó suavemente un lado de la mandíbula de Lauren.
- “Y cuando finalmente pase.” - Camila mordió el lóbulo de la oreja de Lauren, lo mordió de nuevo y Lauren dejó salir un pequeño gemido, - “Te podrás ir a la mierda, porque no lo haré por ti.”
Camila se echó para atrás mientras sentía como Lauren se tensaba. Se marchó con la cabeza bien alta, pero dentro de ella todo se estaba desmoronando. Camila caminó por tres pasillos diferentes, girando a la derecha primero, después a la derecha y hasta llegar a un pequeño baño que asumió que sería el del pasillo de primer año. Asumió eso porque cada día por los últimos dos años y medio, se había tirado a cada chico en el colegio en los baños del edificio; sin embargo, nunca había estado en este baño. Ella era virgen en su primer año. Nunca había tenido una razón pasar ser indecente, para usar los baños de otras maneras. Se dio cuenta de que estaba en un sitio seguro, donde nadie podía encontrarla, sin recuerdos. Camila sonrió.
Se quitó los tacones de los pies y se sentó en el suelo, apoyándose contra la pared azul del baño.Camila se puso las rodillas en el pecho, sin importarle que llevaba un vestido. Puso su cabeza abajo y dejó que su mente corriese sin importancia. Se quedó ahí la mayor parte del día, sin levantarse hasta que escuchó cómo se abría la puerta, se levantó corriendo, sin querer que la viesen sentada en el suelo sucio del baño. Por un segundo dejó que su corazón pensase que podía ser Lauren.
Cuando vio que no era Lauren, decidió había terminado con su cabeza. Lauren no la quería, nunca lo haría. No importaba.Al infierno con Lauren Jauregui.
Camila condujo hasta a casa esa noche con cosas en su cabeza, la mayoría eran en torno a Lauren. Se negaba a que todo le llevase a pensar en la chica de ojos esmeralda. Finalmente, puso la radio lo más alto que pudo y empezó a gritar las letras de cada canción que podía cantar. Cuando llegó a
casa, subió las escaleras pero no sin antes besar a su madre en la mejilla primero, y luego se fue a su habitación. Terminó sus deberes, sabiendo que tenía que terminar su último semestre con buenas notas para su beca en la NYU, cuando terminó, se tumbó en la cama quedándose casi dormida por completo.Se despertó cuando llamaron a la puerta.
“Kaki” - escuchó que su madre decía tranquilamente. No había llamado así a Camila durante años; eso hizo que la chica sonriese, su confianza creciendo un poco más.
- “Si, ¿mamá?”
La puerta se abrió un poco y la madre de Camila entró.
- “Hay alguien que quiere verte, Camila. Una
chica.”Camila sabía quién era, innegablemente. Tenía que ser Lauren. Nadie más podía aparecer, a lo mejor Ally, pero la madre de Camila conocía a Ally, así que no habría dicho “hay alguien aquí”.
Tenía que ser Lauren Jauregui. Camila bajó de la cama rápido y bajó las escaleras casi corriendo sobre la planta de sus pies. En lo alto de las escaleras, había visto claramente a quién había previsto de pie en su propio vestíbulo.
- “Lauren” - dijo, con gracia y seguridad, un poco borde.
Sabía que se tenía que proteger. Lauren miró hacia arriba, vio a Camila y sonrió un poco. Tan pronto como Camila lo notó, la sonrisa desapareció y se convirtió en irritación. Camila copió a la chica.
- “Bueno, ven arriba.” - Dijo con rapidez, como si Lauren la hubiese interrumpido, aunque no lo había hecho. Lauren la miró sorprendida después de que Camila dijese eso. Camila giró sobre sus talones con una sonrisa de satisfacción con el efecto que había tenido sobre la chica hasta ahora.
Lauren siguió a Camila por las escaleras y después llegaron a la habitación de Camila. Camila cerró la puerta detrás de ella. Lauren caminó por la habitación, mirando los posters, la ropa tirada en el suelo, los CDs que tenía en las estanterías.
- “Tienes buen gusto para ser una puta.” - Dijo Lauren, recorriendo sus dedos sobre los CDs de Blink 182. Camila puso los ojos en blanco.
- “Date un descanso, Jauregui. Estamos solas. Deja de pretender que tienes algo en mi contra. Es viejo.” - Camila no creía que fuese a funcionar - pero lo hizo.
Lauren se derritió delante de ella, su dura fachada exterior. Se pasó una mano por su largo pelo, cerró los ojos fuerte por un minuto y los abrió un breve minuto, mirando directamente a los ojos de Camila. Parecía triste.
- “Nunca me dijiste porqué te has vestido así hoy. Dime.” - Cruzó sus brazos sobre su pecho y Camila se dio cuenta de que la chica que tenía delante le estaba suplicando.
Lauren Jauregui de verdad quería una respuesta.
Camila respiró hondo, sabiendo que era hora de ser real. - “He terminado con esa persona. Estoy cansada de recoger billetes de veinte a cambio de sexo que no siento, sin tener un propósito en la vida más que complacer a los idiotas del colegio. He terminado con eso de ser una puta, una zorra o todas las cosas que me hayas llamado.” - Lauren
se estremeció con lo que dijo. - “He dejado de vestirme para llamar la atención. Atención negativa. Quiero estar guapa. Y maldita sea, Lauren, hoy me he sentido guapa cuando me has dicho que lo estaba. Pero estaría muerta si creyese que eso era lo que realmente piensas.” - Camila se tragó las lágrimas que se habían formado e iba a continuar, pero antes de que pudiese, Lauren se precipitó
sobre ella, puso sus manos en su cintura y empujó a la chica pequeña contra la pared que tenía detrás.- “Solo cállate. Bésame.” - y Lauren puso sus labios sobre los de Camila, presionando fuerte, besándola con toda la presión que había en los cuerpos. Camila devolvió el beso, aunque pensara que no debería.
Algo no estaba bien.
Pero en ese pequeño, minúsculo momento, no le importaba
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HÁBITO - Camren
Fanfiction-A la gente le gusta decir que ella misma se hizo esto, pero en realidad no tienen ni idea. No eran conscientes de las batallas que ha afrontado diariamente desde aquella noche, y nunca lo sabrán porque el orgullo y la vergüenza de Camila sobre la v...