"Los mejores recuerdos viven en nuestro corazón y siguen a nuestra mente, solo debes dejar que hablen"
Susana y Kevin, dos mejores amigos cursan el último año de su preparatoria en el Instituto de State. Ambos tendrán un importante camino que recorr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
👥
(𝙿𝚁𝙸𝙼𝙴𝚁 𝙴𝙽𝙵𝙾𝚀𝚄𝙴: 𝙰𝙼𝙸𝚂𝚃𝙰𝙳)
Narra Susana
Instituto de State In (2007)
Quizás crecer no es sencillo, cuánto más lo haces más pierdes. El mundo entero siempre espera respuestas, el pasado no estuvo a mi favor en muchas ocasiones, pero hizo su trabajo en volverme quién soy ahora. Susana, la chica de 15 años que ahora está estudiando su primer año de la preparatoria, hoy era el primer día en el instituto en el que crecí por mucho tiempo, rodeada de personas que encajaban unos días, sonriendo y siendo agradecido con lo que tenía y en otros no podía levantarme de la cama pensando y pensando.
Puede que te estés preguntando que estoy haciendo ahora, básicamente divagando en mi mente este tipo de ideas insuficientes. Pero mi vista está puesta con detenimiento entre los compañeros que pasean por este salón sin parar, la maestra enfrente explicando un tema del que nadie parecía tomar nota o prestar atención. Los estudiantes solo hablaban como incesantes pericos sin callar aunque sea 10 segundos sus voces, que obstaculizaban constantemente la capacidad de retener algo de la explicación de esa mujer, estoy esforzándome por seguir tranquila y callada en mi butaca, no es que haga mucho, ni espere algo, solo me ubico entre recuerdos con profunda nostalgia.
Algo de esto se te hace familiar, pues todos alguna vez tuvimos un mejor amigo o amiga, con la que los días se hacían más divertidos. Aquel chico que compartía todo conmigo se llamaba Kevin, este pelicastaño amaba molestarme, comer junto a mi, decirme chistes, contarme anécdotas, hacerme sentir mejor en este tipo de días oscuros. Nuestra unión era especial, mucho más excéntrica y lejos de lo convencional de las amistades de hoy en día. Como suele pasar, un día él tuvo que irse cuando apenas tenía 12 años, lo sé, desde entonces empecé a sentirme perdida, sin nadie más en quién confiara lo suficiente para siquiera hablar. Desde hace tanto, ese recuerdo perdura en mi mente, la intriga de dónde se encuentre ahora seguirá pues nunca hubo forma de contactarnos de nuevo, nuestra amistad solo se fue desvaneciendo como si nada con el paso del tiempo.
Así sucedió, generalmente solíamos hacer todas las cosas juntos, me seguía sin cansancio y nos reuníamos en los lugares más peculiares a hacer locuras, las buenas bromas pesadas, las sonrisas y el misterio que abordaba su carácter siempre fue una flama que vivía del día a día. Él tenía un secreto y yo lo sabía, sumado a eso no solía contarme nada sobre su familia, pero siempre se lo pasé, era peculiar sumado a mi tímida forma de tratarlo. Mantenernos juntos fue lo que hicimos por años, él conocía parte de mi vida como la palma de su mano.
Puedes imaginártelo de la manera en que desees, los detalles que más pintaban en su personalidad era su gran estatura, su cabello castaño y su sonrisa brillante, en la que podías ver los nervios de su alma. En su corazón tenía firme la idea de ayudar a cualquier persona, tener las mejores calificaciones y pasar cada rato a mi lado. Sin duda el chico que no podrías olvidarte tan fácil.
