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Dejé pasar un par de semanas más antes de actuar, aún me costaba un poco asimilar lo que me estaba sucediendo.

Como nunca me apagaba, lo recordaba todo y me sentía una extraña en mi propia piel cada vez que me observaba obedecer las órdenes que los clientes exigían.

En esa época las pesadillas eran constantes. Cerraba los ojos y mi mente repetía como una película los acontecimientos de la noche y a sus detestables protagonistas. Si Clet lo notó nunca dijo nada y esto no hacía más que aumentar mis sospechas sobre que mi falla estaba programada.

Él actuaba como siempre: coqueto, reservado y extremadamente soberbio. El único cambio que pude notar en su actitud fue que cada vez me encargaba más "trabajos especiales" durante el día. ¿Era este el precio de su silencio?¿O sólo se estaba aprovechando de mí porque podía hacerlo y yo estaba comenzando a actuar como una paranoica?

- Tu vida es muy triste, ¿sabes? - Comenté luego de que se alejara de mí tras una intensa sesión de sexo salvaje.

- ¿Qué te hace creer que tienes el derecho de opinar algo así? -Preguntó soltando una seca carcajada al mismo tiempo que levantaba su cinturón del suelo.- Además, mi vida es genial, puedo hacer lo que quiera cuando quiera y eso sería demasiado para ti, ¿verdad, cariño?

- Tienes un punto. - Respondí recostandome boca abajo en la cama, el roce de las sábanas estaba haciendo estragos en mi malherida espalda. - Pero al menos cuando yo era libre no necesitaba extorsionar a alguien para que me cogiera.

- ¿Quién dijo que no podría conseguir un polvo con alguien normal si lo deseara?

- ¿Y por qué no lo haces entonces? - Ataqué.- Debe ser muy aburrido que los movimientos de tu compañera dependan de una simple orden.

- ¿Y quién te aseguró que no lo hago? - Su voz adquirió un tono molesto.

- Tú. - Sentencié. - Si te acostaras con otras no me responderías con burdos cuestionamientos de mis palabras, te la pasarías alardeando de tus capacidades para hacerlas gozar incluso si no puedes controlarlas. - Sus ojos se abrieron de par en par y pude notar que mis palabras dieron en el clavo. - Tu vida es lamentable y tú un hombre muy débil y necesitado.

Soltó furiosamente la camisa que se estaba poniendo y se acercó a la cama dando estruendosos pisotones. Puso una de sus grandes manos debajo de mi barbilla y me obligó a mirarlo a los ojos, parecía que Roma estaba quemándose detrás de ellos y de repente deseé haber mantenido la boca cerrada.

- ¿Crees que soy débil? Es curioso porque eso no es lo que gemías hace un rato... - Comenzó. - ¿Necesitado?- Bufó. - Tú eres la zorra que me pidió más durante horas y sé que aún así no bastó para saciarte, lo sé porque yo puedo decidir qué sientes si así lo deseo. - Acercó sus labios a los mios. - Porque yo soy tu maldito dueño. - Me besó rabiosamente volviéndome a poner sobre mi espalda, lo que resultó en un quejido escapándose por mis labios.

"Y tú serás mía por siempre." Finalizó dentro de mi cabeza y montándose encima mio.

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Capítulo dedicado a tontudolly por ser mi seguidora 1000❤





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