Video 윤국 YoonKook •

13.

— ¿Listo? —susurró, Jungkook asintió.

Comenzó a introducir su dedo medio en la entrada del menor, haciéndole removerse levemente. Estaba teniendo tanto cuidado; había cortado y limado sus uñas antes de llegar, amaba tenerlas largas, pero temía la posibilidad de lastimarle. Además, estaba usando lubricante incluso para meter tan solo un dedo, pues quería que no doliera, o que lo hiciera lo menos posible.

Jungkook sentía su rostro tan caliente, la pena que la situación le causaba era demasiada. Estaba en cuatro, con Agustdick frente a su trasero y uno de sus dedos en su interior.

El mayor deslizaba su dedo de adentro a afuera con suma lentitud, comenzando a acariciar con su mano libre la espalda del otro; trataba de relajarle, pues estaba demasiado tenso y el objetivo era que disfrutasen de aquello.

Había retirado la ropa de la parte inferior del menor, pero aún tenía su camisa puesta, tan solo levantada para dejar mayor parte de su cuerpo libre.

Tomó el lubricante y vertió un poco más en la entrada del chico, antes de comenzar a introducir un dedo más, empleando la misma suavidad que con el anterior y sin dejar de acariciarle, llevando esta mano desde su espalda hasta su pierna y repitiendo el recorrido. Jungkook mantenía su cabeza baja, ocultando su rostro del otro.

Se apoyó en sus antebrazos cuando las palmas de sus manos dejaron de ser suficientes y apretaba sus labios para tratar de retener sonidos, aunque su respiración era lo suficientemente fuerte para evitar que la habitación permaneciera completamente en silencio.

Su miembro vibraba y sentía un fuerte impulso por mover sus caderas. Se había metido sus dedos antes, pero no era lo mismo experimentar aquella placentera sensación sin ser él mismo quien se esforzaba en lograrla; Yoongi lo estaba haciendo por él y el placer era aún mayor al pensar en que eran él quien le estaba estimulando de ese modo.

La mano del mayor sostuvo su cadera, acariciando con sus dedos la parte baja de su estómago, le estaba prendiendo tanto. El par de dedos en su entrada hacían un maravilloso trabajo, las puntas de estos acariciando suavemente su próstata le estaban haciendo mal; aún había cierta pizca de pena en él, pero es que aquello se sentía tan malditamente bien que no podía apartarse, su cuerpo trataba de obtener más de Yoongi.

Apoyó su cabeza en sus antebrazos y mantenía sus ojos cerrados, meneando tan suavemente sus caderas, era difícil incluso notarlo, pero Yoongi sentía cada pequeño movimiento, cada pequeño espasmo que el menor tenía, pues apretaba los músculos de su entrada involuntariamente y presionaba los dedos del chico en su interior.

No podía evitar imaginar cómo sería aquella presión en su polla, ansiaba tanto que el momento llegara.

— V-voy a... ah, Yoon-gi. —hablaba con dificultad, sentía su orgasmo a nada de llegar.— No, no. —se quejó cuando el mayor retiró sus dedos.

— Aún no puedes correrte. —susurró, alcanzando un condón para abrirlo y colocarlo en su miembro.

Jungkook no dijo nada más, esperó en silencio, preparándose para lo que sabía estaba por venir. No podía decir que estuviese completamente seguro de aquello, la culpa le invadía al pensar en lo que estaba haciendo, entregándose sin más ante alguien que había conocido por internet, por lo cual su decisión nunca podría ser definitivamente positiva.

Aunque ya no pensaba detenerse.

Yoongi admiraba la forma en que la pequeña entrada del menor se contraía, como si estuviese rogando de ese modo que le penetrara de una vez.

Acarició con su miembro el agujero, antes de comenzar a introducirlo con algo de esfuerzo, cuidando de no hacerlo demasiado fuerte o rápido; enserio quería cuidar de Jungkook.