Video 윤국 YoonKook •

32.

— ¿Hola? —saludó aquella mujer, sonriendo levemente. Jungkook y Taehyung no sabían cómo responder.— ¿A quién buscan?

— Mmh... —miró a Jungkook, regresando su vista a ella enseguida.— ¿Está Jimin?

— ¿Jimin? Sí, sí. Pasen, ¿son amigos suyos? —abrió la puerta y se hizo a un lado, dejándoles adentrarse en su hogar.

— Sí.

— Oh, bien. Él no me había contado que tiene amigos aquí, ya saben, cuando nos mudamos creí que el cambio de ambiente le complicaría un poco las cosas, pero es bueno saber que ya los tiene. —hablaba con tanta fluidez y un tono tan dulce, aunque su sonrisa denotaba cierto nerviosismo y eso les tenía confundidos.

— ¿Nunca le contó de nosotros? Hace meses que se mudaron, ¿él ni siquiera nos mencionó?

— Oh... bueno, es que... es complicado. Yo-yo... —relamió sus labios.— ¿Quieren sentarse?¿Quieren beber algo de té?

— Gracias pero... ¿podemos ver a Jimin?

— Jimin... está en su habitación. Solo que... ¿puedo hablar con ustedes antes de que vayan?

— Sobre... ¿qué?

— Ah... su padre. —le era difícil tener que tratar aquel tema, pero veía en ese par una esperanza; necesitaba alguien que pudiese acercarse a Jimin, pues nada de lo que ella había intentado había funcionado. Ambos se quedaron callados. No sabían mucho sobre el padre de Jimin y mucho menos sobre su madre, pero podían deducir que aquella mujer lo era.— Bueno... No sé si Jimin les habrá hablado de él. —se sentó en el sofá, mirándoles fijamente y moviendo sus dedos ante el nerviosismo.— Tuvo un accidente en su auto hace tiempo, fue grave, cayó en coma, así que luego de estar un tiempo en el hospital, nos dijeron que iban a trasladarlo a esta ciudad. El director del colegio es amigo de mi esposo, hablé con él para poder inscribir a Jimin aunque el semestre ya hubiese empezado y... le pedí que lo cuidara un poco; que si llegaba tarde, no asistía o se comportaba mal, me hiciera el favor de tenerle algo de paciencia, él está de verdad muy afectado por lo de su padre. —el par le escuchaba en silencio, sin saber cómo reaccionar a todo aquello.— Y... bueno, hace un par de días me dieron la noticia de que... él no podría recuperarse. Ya no hay forma de que mi esposo despierte, tan solo estamos alargando la espera, así que... por fin firmé para que lo desconecten. —las lágrimas estaban acumulándose en sus ojos, se estaba esforzando por retenerlas tanto como podía.— Mañana van a hacerlo y... Jimin no quiere ir a verlo. No ha querido verlo ni una sola vez y yo no sé qué hacer. —sollozó suavemente, sintiendo el llanto apoderarse de ella.— Sé que es difícil, pero necesito que mi hijo esté ahí conmigo cuando pase. No puedo sola con eso y sé que Jimin también necesita hacerlo, va a arrepentirse si no aprovecha para verlo una última vez y... al menos, despedirse. —Jungkook dejó de lado la pena que sentía por estar hablando con la madre de Jimin, alguien a quien no conocían, y se acercó para tratar de consolarle, tomando su mano. No sabía exactamente qué hacer o decir, pero trataba de hacerle saber con su mirada que sabían lo complicado que era para ellos esa situación.

— Ha-hablaremos con él. Nos había contado un poco de su padre pero... no sabíamos cuál era su estado; dijo que estaba en el hospital, pero no mencionó el coma.

— No me esperaba que él pudiera decirles al menos que su padre estaba en el hospital, ni siquiera conmigo ha querido hablar de eso.

— No le preguntamos detalles por lo mismo, creímos mejor darle tiempo de contarnos cuando estuviera listo.

— Ah... Disculpa, ¿cuánto tiempo tienen con él? —preguntó, limpiando como pudo sus lágrimas y tratando de dejar ese tema de lado.

— Desde hace meses, estamos en el mismo grupo en el colegio.

— Me... me sorprende un poco pensar en que no me ha dicho nada de ustedes. No habla mucho conmigo y me siento algo culpable, ambos nos necesitamos en esto pero él me rechaza. —sonreía tan tristemente.— Tengo que trabajar tanto como puedo para pagar el hospital, supongo él debe sentirse solo, es un alivio saber que ustedes han estado con él.

— Entonces... ¿por eso dejó de ir a clases?

— Hace tiempo yo ya estaba pensando en firmar, él ha estado mucho peor desde que le hablé de eso. No ha querido ir a la escuela y no voy a obligarlo, quiero dejarlo descansar.

— Ah, supongo es lo mejor, ¿cierto? —miró levemente a Taehyung, regresando su vista a la mujer luego.— Jimin está en su habitación, ¿cierto?

[ ♥ ]

Las piernas de Taehyung temblaban demostrando su nerviosismo, estar ahí, en la habitación de Jimin, no era nada sencillo luego de la tensión que se había instalado entre ellos.

Quería abrazarle, quería acariciar sus mejillas, quería poder besarle de nuevo y decirle que todo estaría bien, que va a acompañarle para que salga adelante después de que su padre muriese. Mas no podía hacerlo.

Jimin estaba recargado en el hombro de Jungkook, en la otra esquina de la cama y sollozando sin parar. Sus manitas estaban aferradas al cuerpo del otro, su cuerpo tenía ligeros espasmos y sus lágrimas humedecían la camisa del chico. Jungkook acariciaba su cabello con suavidad, tratando de darle algo de consuelo.

— N-no puedo, Jungkookie. —susurró, aunque Taehyung también podía oírle.

— ¿Qué cosa?

— Mamá quiere que vaya a ver a... a papá, pero... no puedo. No quiero verlo morir.

— Jiminie, si no vas ahora, nunca más vas a verlo.

— Prefiero recordarlo como era vivo que... que tener por siempre la imagen del momento en el que muera. No quiero verlo.

— Tu mamá irá a despedirse, ¿no quieres hacerlo también? —hablaba con tanta ternura, buscando mantener tranquilo al chico en sus brazos.

— N-no.

— Igual sabes que va a... morir, igual vas a recordar que pasó y no quisiste verlo, así que dime: ¿te gustaría pensar en que dejaste a tu mamá pasar por eso sola? Y, además, piénsalo, ¿no hay algo que quieras decirle? —preguntó. Se sentía cruel por decirlo de ese modo, pero no sabía en realidad como debería hacerlo, no solía lidiar con esa clase de situaciones.

— Hay mucho que quiero decirle, pero él no va a escucharme.

— ¿Estás seguro de que no escucha mientras duerme? Si no estás completamente seguro, deberías decirle. Porque, una vez lo... desconecten, ahora sí no va a escucharte, nunca más. —terminó, sintiendo el cuerpo del otro aferrarse a su cuerpo. Sabía que aquello iba a dolerle, pero tenía que decirlo.

— Jungkookie... —lloriqueó, levantando su rostro.— Un beso, ¿sí? —pidió.

Taehyung les miraba, rogándole con sus ojos que no lo hiciera. Sabía que entre ellos no había nada más, sabía que Jungkook no era capaz de besar a Jimin con morbo, pero igualmente le dolía saber que Jungkook sí podía apoyarle, y que Jimin estaba tan encariñado con él.

Jungkook sabía que no debía hacerlo, no luego de lo que Taehyung le había contado, pero es que no podía resistirse a los ojitos llorosos del chico, a su adorable mirada y la forma en que modisqueaba sus labios, tan nervioso por tener que pedir aquello, aún le apenaba tanto.

Se inclinó un poco y lo hizo, le besó por un breve instante, en el que Taehyung tuvo que girar a otro lado, tratando de evitar prestarles atención.

Jimin le gustaba, odiaba admitirlo, pero así era.

— Iré. —susurró, una vez se separaron.— Pero... necesito que me acompañen, ¿bien?

— Ah, sí. Dinos a qué hora y aquí estaremos.

— Y... necesito también... —bajó su rostro, ocultándose de los otros.— Uno... un beso de Taehyung.

[ ♥ ]

Nota: Chale.