27.

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— Estás loco si crees que voy a aceptar eso. —estaba recargado en la pared de su casa y cubría su rostro con ambas manos, sin saber cómo reaccionar ante aquello.

— Yoongi, ya la compré. Es tuya.

— No voy a tomarla, Jungkook. No era necesario, ¿por qué? Yo no la pedí, ¿qué estabas pensando?

— Así puedes venir más seguido.

— ¿Más seguido? Vengo casi diario.

— Ven diario. Quiero verte diario, sin tí me aburro.

— Esto es una locura, esta vez te excediste.

— No, no. Es para tí, es un regalo. Te lo debo. —trataba de acercarse, pero sentía como si el otro se hubiese molestado.

— ¿Me lo debes?¿Qué te he dado?

— Estás aquí siempre que te lo pido, me abrazas, duermes conmigo, cenas conmigo, sales conmigo; quiero darte algo a cambio, para agradecerte. —Yoongi se quedó pensativo. No imaginaba que para el menor todo aquello significara tanto, no entendía qué tan necesitado de amor había que estar para tomar esas cosas como algo que debería pagarse.

Y es que él mismo también estaba agradecido por ello; le gustaban sus abrazos, le gustaba su compañía y amaba poder quedarse a cenar en la calidez de su hogar y dormir en su cama. Jungkook tenía más de lo que él siempre hubiese deseado y él mismo le agradecía en su mente por dejarle acompañarle en cosas tan simples. Mas no era capaz de decirlo.

— Jungkook, ¿una moto? Hago todo eso porque quiero, no pienso cobrarte. No hagas esto.

— Ya lo hice. Ya la compré, ya está pagada; yo no la quiero, es tuya, tómala y ya. Voy a llorar si no la aceptas.

— Ah, Jungkookie. —descubrió su rostro finalmente y lo miró, sus ojos tristes esperando una respuesta positiva; le abrazó con fuerza, pegándose a él. No era su intención hacerle sentir mal, pero no podía aceptar algo como eso.

— ¿No te gusta? La compré negra con partes moradas porque se veía mucho mejor que las demás, pero si no te gusta podemos ir a cambiarla.

— No es eso. No puedes gastarte miles en mí así, bebé. Así no son las cosas, no necesito que me pagues por nada.

— No es una ofensa o algo, yo solo... quise tener un detalle.

— No es que me ofenda, entiéndelo. Es muy lindo de tu parte pero estás dando mucho por mí, me es suficiente el que sigas conmigo.

— Siempre te admiré mucho, es como un honor el poder tener vídeos con Agustdick, nuestras cuentas han crecido mucho desde que empezamos a hacer esto juntos. El que te acerques tanto a mí me hace querer agradecerte. Lamento si te hace sentir incómodo, quiero dártela, Yoongi.

— Tú lo dijiste, crecimos juntos. El honor también debe ser mío.

— Pero vas a llevártela, ¿cierto? Tú dijiste que sabías conducirlas. Tómala, ¿sí?

— ¿Eso quieres?

— Sí.

— Bien, lo haré. ¿Quieres que venga diario? Voy a hacerlo, pero quiero pedirte algo.

— ¿Qué cosa?

— Cuando pueda, voy a llevarte a muchos lugares en ella. Vamos a salir más y no puedes negarte, ¿bien?

— Sí, sí. Cuando quieras. Solo prométeme algo más, ¿sí?

— ¿Algo más?

— Sí. Cuando se haga tarde, aunque ya tienes cómo regresar pronto a tu casa, vas a quedarte aquí conmigo, ¿verdad?

— Sí, está bien. Voy a acompañarte siempre que tú lo quieras.

— Y vas a darme muchos besitos, ¿cierto?

— ¿Y así sigues diciendo que no eres un bebé? —el otro se sonrojó.— Muchos besitos, todos los que quieras. —agregó, sujetando sus mejillas para acercarse y besarle con tanto cariño, llenando su rostro de suaves besos.

Hacía unos días que se estaba comportando tan lindo y Jungkook estaba fascinado con ello. No entendía cómo es que las cosas habían tomado ese rumbo, pero no se quejaba en lo absoluto.

Yoongi alejó su rostro por unos segundos y le miró con ternura, antes de volver a acercarse para besar sus labios, esta vez.

Una chispa de electricidad recorrió el cuerpo de Jungkook, haciéndole removerse levemente en los brazos del mayor, quien tan solo sonrió ante la ternura que le causaba cada mínima acción suya; no entendía cómo es que le hacía sentirse así.

— Necesito contarte algo. —borró la sonrisa en su rostro para reemplazarla por una expresión que, por más que trataba de disimular, mostraba totalmente la preocupación en su ser.

— ¿Qué cosa? —preguntó confundido, no entendía qué podría ser tan malo para hacerle cambiar así su semblante.

— ¿Recuerdas cuando me... hiciste un oral y lo grabaste? Subiste ese vídeo y luego te lo pedí, te dije que iba a subirlo en otra parte.

— Ah, sí. ¿Qué con eso?

— Bueno... esa otra parte se llama lovelycock, ¿has oído hablar de esa página?

— Ah... es una página de porno gay, ¿cierto?

— Sí.

— ¿Y...?

— He estado subiendo algunos de nuestros vídeos, varios de los que más me gustan. Pero... bueno...

— Habla ya. Me asustas.

— Cobro por ellos. Los subo y la gente debe pagar por verlos, además de que si se suscriben a mi cuenta, me envían una mensualidad.

— ¿Vendes ahí lo mismo que subes a Wink?

— No realmente. Sabes que no subo absolutamente todos nuestros vídeos a Wink o no los subo completos, en esa página están esos vídeos.

— ¿Hace cuánto?¿Sí estás ganando dinero?

— Desde que empezamos con esto y sí, tengo ya poco más de 100 seguidores y los vídeos se venden bien individualmente.

— Y ese dinero... ¿dónde está?

— Lo he usado para muchas cosas; quiero contarte, pero sería mejor que lo vieras.

— ¿Y por qué me lo dices ahora? — no quería sonar molesto, sabía que debía haber una buena explicación para aquello, pero igual le hacía sentir algo mal el saber que aquel chico le estaba vendiendo sin que él lo supiera.— Una cosa es que ambos obtengamos beneficio de subirlos en Wink, como muchas otras cuentas nsfw, hasta ahí; y otra muy distinta es venderlos como si fuéramos estrellas porno y que, además, tú tengas todo el dinero que obtienes, en parte, por mí.

— Sí, lo sé. Tienes motivos para enojarte, pero no me odies, ¿sí? Voy a mostrarte todo, enserio quiero que sepas por qué yo... no podía decírtelo.

— Bien, quiero verlo. No te odio, me decepciona, pero no puedo odiarte. ¿Cuándo vas a mostrarme?

— Mañana vamos a ir a mi ciudad, ¿está bien? Dile a tus papás que te quedarás a dormir conmigo, nos vamos en cuanto anochezca y regresaremos al día siguiente.

— Está bien, supongo.

— Bien. Lo siento, lo siento mucho, enserio. Luego de eso tú... puedes decidir si quieres que lo deje. —no sabía exactamente qué decir, tan solo quería sacarse aquello de la mente, no quería seguir ocultándoselo.

Porque quería a Jungkook para mucho más de lo que antes hubiese pensado.








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Nota: omg la historia está #1 en Sukook :00

Los amito, grax por seguir aquí <33

Video 윤국 YoonKook •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora